- Dios digan algo - pienso.
Estoy nerviosa, que digo nerviosa muy nerviosa. Tengo miedo de como reaccionaran a lo que les diré, pero a la vez estoy decidida de lo que haré.
Mis dedos están colorados de tanto que estoy frotandolos de los nervios. Hay probabilidades de que muera de un infarto en este preciso momento. Mi corazón está latiendo muy rápido, parece las alas de un pequeño colibrí y no logró quedarme en calma. Respiro profundo tratando de tranquilizarme y con la caja aún en mis manos me dirijo hacia la mesa donde estaban todos sentados. Temblorosa agarró la silla, al sentarme dejo la caja sobre mis piernas.
- ¿No dirán nada? - Miro hacia los lados esperando alguna respuesta - bien, comenzaré - Respiro profundo y dejo la caja en la mesa.
- Kat sabemos que no estás pasando un buen momento. - Habla Ethan luego de unos minutos. - apero no te obligaremos a nada, si tu quieres hablar esta bien. Pero si no te sientes comoda y no quieres hablar te entenderemos o por lo menos de mi parte te entenderé. - Me sonríe amable.
- No, esta bien. Solo es difícil, pero estoy muy segura de esto. - Respondo mirando a Ethan - Sólo pido que me escuchen hasta el final, por favor. - Miro a todos casi en forma de súplica y ellos asienten con la cabeza. - Luego son libres de juzgarme, porque hasta yo misma lo hago.
Estamos todos sentados en las banquetas de la cocina. A mis lados están Ethan y Scott, como siempre. Siempre los tuve a ellos a mi lado. No hay nadie en este mundo que me pueda imaginar a mi lado que no sea ellos, siempre han sido mis compañeros en todo. Frente a nosotros están mis padres, prestandonos atención por primera vez en nuestras vidas, aunque no lo podamos creer y en las esquinas estan Xandler y Luka. Ellos se han vuelto grandes amigos en lo que va del año, nunca lo creí posible. Nunca creí posible tener amigos y menos que uno de ellos sea Luka, el chico que era mi amor imposible. Xandler es especial, cada momento que pasa me doy cuenta que me agrada mucho más. No solo como un amigo.
Tratando de que salgan las palabras de mi boca tomo un vaso de agua que me extendía Xandler amablemente.
Y llegó el momento de contar todo:
- Bien... ustedes saben muy bien que nunca he tenido amigos exceptuando a ustedes. - Tocó los hombros de mis hermanos y ellos asienten agachado su cabeza. - Y a esa niña Peyton, pero ella se mudó y nunca estuve segura si considerarla mi amiga. - Me encojo de hombros. - Luego de que los gemelos terminarán el colegio me sentí más sola que nunca. Empecé a creer que nadie me quería y que nunca tendría alguien con quien hablar, alguien con quien compartir buenos y malos momentos como lo hacen todos los amigos ¿No?. - Sigo jugando con mis dedos mientras trato de no crear contacto visual con los demás. - El sentirme sola empezó a deprimirme. Estaba sola en clases y en los pasillos escondida tras los libros; mis únicos amigos en ese momento eran los personajes literarios, un poco tonto, pero no crean que sólo fue eso, tenía muchísimos problemas más que hacían que me sienta que no servía para nada...
ESTÁS LEYENDO
Cartas a un amor imposible
Teen Fiction¿Sabes lo que se siente amar a alguien y que esa persona no sepa de tú existencia? ¿Qué la única forma de "decirlo al mundo" sea en cartas que escribes y las dejas guardadas en una pequeña caja? Las cuales probablemente se perderán bajo tu cama y qu...