¿Sabes lo que se siente amar a alguien y que esa persona no sepa de tú existencia?
¿Qué la única forma de "decirlo al mundo" sea en cartas que escribes y las dejas guardadas en una pequeña caja? Las cuales probablemente se perderán bajo tu cama y qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Ya no doy más. - Me quejo dejando de caminar. La camisa de jean que tenían puesta ahora está atada en mi cintura, hace mucho calor y lo detesto.
- Vamos Katia sólo caminamos seis cuadras. - Me mira sonriente Xandler. Que parece nada afectado por lo que caminamos, hasta su cabello está mejor peinado que el mio.
- Y las cuadras más largas de mi vida. - Exagero calmando mi respiración. - Te recuerdo que apenas camino hasta la esquina de casa.
- Floja. - Me dice divertido tirando de mi brazo. - Travis esta menos cansado que tu y eso que es viejo.
- Muy floja - Contesto. - Travis esta agradecido que por primera vez salio de mi habitación.
Si se preguntan ¿Que hago yo Katia Smith caminando?, Cosa que no hago muy seguido... bueno nunca a decir verdad. A Xandler se le ocurrió la gran idea de ir a la playa a pasar el día. Solo nosotros ya que los gemelos estarían ocupados en clases de teatro y Luka no podía porque saldría con un amigo. Así que aquí me tienen peleando con él en plena calle por qué yo quería ir en taxi.
- Katia sólo son diez cuadras que debes caminar - Insiste divertido. - sólo faltan cuatro y llegamos. Desde aquí veo la arena. - Bromea.
- Pasó señor Pierce. Podemos sentarnos aquí, es un bonito lugar - Miro hacia tras mio.
- ¿Enserio? Es la entrada de una tienda. - Mira mientras alza a Travis.
- Y tiene una hermosa vista a esos pantalones - Bromeó. - Te quedarían muy bien.
- Te puedo comprar un helado de oreo chica oreo - Me pasa su brazo por mi hombro y me guiña un ojo. Travis a mi lado se limita a pasar su lengua por mi brazo.
- Propuesta tentadora - Pienso unos segundos - no se diga más sigamos caminando. - Comienzo a caminar.
- Travis mi próximo día libre recuerdame salir con los gemelos ellos no se quejan tanto - Bromea corriendo detrás de mi.
...
- Pase una linda tarde, gracias - Me despido de Xandler rápidamente y voy corriendo hacia mi habitación. Sólo logró ver que él saluda con un gesto con su mano y una sonrisa.
Busco bajo mi cama y no esta, mi corazón empieza a latir rápidamente, me esta costando respirar, sacó todo lo que hay bajo mi cama: zapatillas, ¿ropa? Y algunas cajas con cosas y no no hay nada, empiezo a inalar y exalar lento para poder controlarme.
- ¡Dios! - suspiro.
Voy hacia mi armario, busco en los cajones, por los estantes y tampoco está mi caja azul donde metí todas mis cartas. Me estoy empezando a asustar, esas cartas no quería que las viera nadie, es más que obvio eso.
Busco en una cajonera y en el tercer cajón estaba, suspiro aliviada. Pero ¿porqué esta ahí? Yo no recuerdo haber guardado ahí la caja. No quiero hacer falsas especulaciones y ponerme paranoica, debo estar volviéndome loca.
Sacudo mi cabeza para borrar mis malos pensamientos, me pongo los auriculares con canciones de Morat y me siento en mi cama.
Tomo el pequeño cuaderno y la pluma de mi mochila y comienzo a escribir mi carta número quince.
Xandler:
Estoy todavía paralizada. Sigo sin poder creer lo que pasó este día. Fue como esas salidas que siempre he leído, pero que nunca había experimentado. Todo fue estupendo. En este momento mientras escribo esto no puedo de dejar de pensar en todo lo lindo, en todo lo de hoy. Las bromas, risas, fotos, el picnic en la playa, la puesta de sol y aunque no lo creas las pequeñas peleas.
Pero no puedo dejar de pensar en algo que en especial me dejó paralizada, tú me confesaste que te gustó. Cosa que no me esperaba, nadie nunca me confesó que yo le gustó y te soy sincera nunca pensé gustarle a nadie. Sólo me parecía que esas cosas me las podía imaginar leyendo un libro de amor adolescentes cliché, o viendo alguna película y nada más.
Pero hoy me estaba pasando a mi, yo estaba siendo la protagonista por primera vez, tú Xandler Pierce me confesaste que te gustó. Perdón si no contesté lo que tú esperabas, no tengo experiencia en estas cosas.
Sólo queda pensar y espero que nuestra amistad siga igual luego de esto. Linda tarde pase con tigo Xandler.
Katia.
Escribo un gran número quince en la carta y la guardo en la caja. Veo de nuevo y puedo notar que están todas las cartas desordenadas pero no le tomó importancia, seguro yo las desórdene y no me di cuenta. Suelo ser un poco desordenada.
