Capítulo 9: El Ritual Final

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Luego de la explosión, por suerte todos sobrevivieron debido a que la casa era de madera, por ello la casa había sido expulsada hacia los alrededores de la zona, de no ser así todos los escombros habrían caído sobre ellos, sin embargo aun así quedaron heridos aunque no de gravedad.

En medio de la nada y en la oscuridad, el primero en levantarse de ese lugar hecho pedazos fue Jaime, al parecer solo traía algunos vidrios encajados en la espalda al igual que Sindy.

-¿están todos bien? Preguntó Jaime, mientras ayudaba a Sindy a levantarse.

-sí, parece que sí. Dijo Gerardo mientras se levantaba. Traía una herida en su mano izquierda y la que traía en la espalda.

-¿estás bien? Le preguntó Jaime.

-sí, pero no veo a la oficial. Dijo Gerardo con preocupación.

Todos voltearon a buscar a la oficial, pero no la veían por ningún lado.

-acá estoy. Se escuchó su grito a unos 15 metros de donde estaban ellos.

Corrió Gerardo hacia ella, se veía que no estaba muy bien por la forma en que se movía.

-¿estás bien? Le preguntó Gerardo con una sonrisa y extendiéndole su mano.

-sí, muchas gracias. Le respondió la oficial con una mirada de felicidad.

-¿está bien Giovanna? Preguntó desde allá Jaime.

-si Jaime todo bien. Le respondió Gerardo con una sonrisa de alivio.

Ellos se juntaron cerca de la camioneta en la que habían llegado, al parecer todos estaban bien, pero tanto Gerardo como Giovanna no podían ocultar que algo tenían.

-¿qué pasa Gerardo? No te vez muy bien. Le dijo Sindy.

-tengo mucho miedo. Respondió seriamente.

-entiendo, todos tenemos miedo, pero no podemos dejar que eso se apodere de nosotros. Le dijo Sindy.

-lo sé, pero en ese lugar oscuro, vi de nuevo a esa mujer. Dijo Gerardo nervioso.

-no me digas que ¿a la bruja? Le preguntó Jaime sorprendido.

-sí. Respondió agachando la cabeza.

-no lo puedo creer, terminamos con ella, quizás solo se trate de una visión, producto de tu miedo. Le dijo Sindy también muy sorprendida.

-ojala que así sea. Este respondió.

-¿acabamos con este maldito gato? Preguntó Jaime.

-no lo creo, espero que sí. Dijo Sindy

-y ¿cómo supiste lo del sistro? Le preguntó Gerardo.

-me avisó mi abuela, y fue justo a tiempo, la verdad no sabía que hacer o como decirte, así que lo único que se me ocurrió fue gritarte. Le respondió.

-y funcionó. Dijo Giovanna mientras abrazaba a Gerardo.

-ahora ¿qué hacemos? Dijo Jaime

-solo queda salir de aquí y rezar porque hayamos acabado con este espíritu. Dijo Sindy.

Así que todos se subieron a la camioneta y se dirigieron al departamento de Gerardo, por suerte Sindy aún conservaba los libros y Gerardo el sistro.

Dado que esa zona era rocosa y porque había mucha hierva, iban lentamente, pero de entre los arbustos algo llamó la atención de Jaime.

-espera, detente. Dijo repentinamente mientras sacaba su pistola y la cargaba.

El Hombre GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora