Capítulo 7: Solo quiero amarte, te tengo.

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We can get high, oh nah-nah-nah, we can get low, oh nah-nah-nah let me be your friend, baby, let me in, tell you no lies, oh nah-nah-nah.

..

El alfa se dirigió al baño luego de obtener una afirmación por parte de Louis, el cual se había calmado bastante, preparó la tina con agua temperada tratando de ser lo más reconfortante para el ojiazul. Agregó un poco de sales de baño, tratando de no excederse para poder apreciar el olor natural del muchacho que tanto adoraba.

Volvió a la habitación, y vió al pequeño sumido en sus pensamientos, suspiró llamando su atención y notó lo débil que se encontraba el contrario. Sintió una punzada en su estómago, él no quería verlo así, realmente, lo menos que él quería era tenerlo asustado y vulnerable. Él se había sentido atraído al omega de piel colorada, el cual vivía siempre como un manojo de nervios que lograba controlar manteniéndose firme.

Y ahora por su culpa lo veía postrado en una cama, si no fuera por su respiración cualquiera creería que está agonizando, claramente lo entendía; hace una noche nada más le mostró una de las escenas más sangrientas que posiblemente verá en toda su vida.

Eso era lo peor de todo, que él siempre -Dentro de lo que cabe- respetaba a sus oponentes, los derrotaba, eso estaba claro, pero siempre tratando de no exceder el límite permitido, con solo unos puñetazos hasta que cayeran al suelo por una vez, eso era suficiente. Pero no, justo ayer se volvió loco y si no fuera por el canto de la gente; hubiera matado a su contrincante, que para su poner peor la situación, era el alfa de Tomlinson.

Siendo sinceros, lo único que causaba el sentimiento de arrepentimiento era ver al pequeño omega sufrir a causa de sus acciones, no le importaba en lo absoluto haber podido matar al tal Snake, pues claro, no era un acto bien visto pero ambos estaban conscientes que en este deporte, ganas o pierdes, y en algunos casos el perder implicaba la muerte o alguna lesión mayor. Por ese lado no le preocupaba nada, pero por el otro estaban los efectos secundarios, el dolor de la pareja de Snake, lo cual implicaba el dolor propio de Styles.

Todo era tan complicado, una parte se arrepentía y la otra se revolcaba en gloria, así que se limitó a dejar esos pensamientos de lado y acercarse en silencio a Louis, mirando fijamente sus ojos entrecerrados, siempre alerta de algún movimiento en contra a su cercanía. Lo sostuvo entre sus brazos, un calor nuevo para él tomó lugar en su pecho, donde por alguna razón el omega había oculto su rostro, aspiró su alterado aroma, sintiendo un nudo formarse en su garganta.

Él solo quería estar con el pequeño, cuando lo tenía cerca, así tan cerca; dejaba de ser ese boxeador truculento y rompe huesos, a su lado era tan vulnerable como un conejito o cualquier animal doméstico, el calor que se apoderaba de él lo controlaba de maneras que no terminaría de comprender y que lo llevarían a la ruina.

Llevó al muchacho hacia el baño y quitó su camisa con cuidado, recibiendo un gruñido receloso de su parte.

—Si no te sientes cómodo, puedes quitarte la ropa tú sólo, Louis—Murmuró tratando de ser cuidadoso, el menor asintió y con la mirada de Harry sobre él, tímidamente retiró su ropa interior.

Realmente no quería que ese hombre mirara su cuerpo, no quería verse expuesto al sujeto que arruinó prácticamente su vida. así como tampoco estaba en sus cinco sentidos y no podía sentirse menos avergonzado por todo lo que ha pasado. Ya podía ver las consecuencias que aturdirían sus pensamientos cuando el celo termine.

Cuando estuvo listo, el alfa se controló lo mejor que pudo al ver la figura esbelta de aquel ángel, tan delicado, tan exquisito; del mismo modo lo ayudó a adentrarse a la tina, deleitándose con el gruñido de satisfacción que soltó el omega, suspiró pesado y calmó lo mejor que pudo a su 'yo' interno.

Con cuidado lo ayudó a limpiar su cuerpo y cabello con ayuda de la suavidad de una esponja mientras el omega mordía su labio inferior, luchando por no hacer contacto visual con The Bullet, quien pensaría que en algún momento él estaría allí, siendo bañado por el actual campeón de la WBA.

Por un momento su mente divagó, recordó el semblante enfermizo que decoraba el rostro de alfa a su lado, su voz terrorifica, las venas de su cuello y cuerpo que resaltaban cada vez que golpeaba al amor de su vida, cerró su ojos con fuerza y las dudas comenzaron a torturarle, así que habló.

—The Bullet—El nombrado alzó la vista a su lado, deteniendo sus movimientos.

—Harry, por favor—Respondió con voz suave, un poco afligido por el tono que usó el omega, tan ajeno—¿Pasa algo?

—Uhm, agradezco lo que está haciendo por mí, pero, tengo una duda.

—Dime, hermoso.

Tomlinson se estremeció un poco por el apodo y suspiró.

—¿Por qué me trata así? Si todo este tiempo me ha espantado con su carácter ¿Está intentando usarme?—Soltó de repente, sin medir sus palabras.

El alfa tragó fuerte, de verdad él no quería causar eso en el omega, él solo quería protegerlo y amarlo, ganarse su correspondencia, así que se tomó un tiempo para enjuagar un poco el cabello del omega antes de responder.

—Yo... Uhm, no fue mi intención Louis, yo... creo que ya lo sabes, no me controlo, básicamente estoy luchando conmigo mismo en este preciso momento, no sabes lo que me...—Suspiró—Lo siento, espero puedas perdonarme.

Tomlinson asintió un poco comprensivo, tragó un poco dedicándose a mirar sus manos, la emoción se pudo sentir en la voz del alfa, pero no podía ceder por unas cuantas palabras.

—Ya creo que estoy listo—Susurró luego de un rato.

Harry lo ayudó a salir de la tina y lo envolvió en una toalla, para cargarlo del mismo modo que hizo anteriormente, lo sentó en la cama al entrar en la habitación y lo ayudó a secarse sin decir palabra, secó su cabello con extrema delicadeza, pasando el paño sobre las hebras húmedas del pequeño omega.

Un pequeño chillido lo distrajo un poco, viendo el rostro del omega tomar color poco a poco, su propio rostro se contrajo en una mueca al oler las feromonas que Louis soltaba, inhaló con fuerza, tratando de mantenerse firme.

—H-Harry—Susurró el pequeño.

—Lo sé, mírame, Louis—Respondió, tragando parte de su -ahora- espesa saliva.

Con esfuerzo, el pequeño subió la vista, conectándose con la de Harry.

Till Dawn || Larry Stylinson || OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora