Capítulo 10: No te rindas, hasta que lo hayas logrado.

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》A little happy is all it ever takes, somebody else to tell you it's worth fighting, a single step becomes a leap of faith. That's when you realize, You're starting flying.

Lleven sus dedicaciones, pidan con confianza, justo aquí.

(Si pediste en el capítulo anterior, en el próximo capítulo probablemente salgas)

..

Guardó el teléfono en su bolsillo trasero satisfecho con la respuesta que había dado Zayn, justo en ese entonces recordó que debía acudir a la escuela de la señorita Rosselin, quien lo había llamado a horas de la mañana preguntándole si podían reunirse.

Zayn era su mejor amigo de toda la vida, practicaron juntos ballet y era primo segundo de Arthur. Cosa que se enteró luego de aceptar el cortejo del alfa. El omega de tez morena y rasgos árabes fue y es gran parte de lo que es Louis.

El aceptó en buscarlo hoy para ir juntos a la academia Diamonds.

Arregló su cabello con las manos y suspiró.

Había pasado ya una semana desde que había visto por última vez a Arthur, y casi dos desde que compartía techo con The Bullet.

Siendo sincero, ya se había acostumbrado a la rutina que -Sin intenciones- le habían otorgado. Se levantaba entre ocho y diez de la mañana, tomaba una ducha y bajaba para ayudar a Caroline en la cocina, la mayoría del día se la pasaba con ella, al ser la única compañía grata que tenía en ese apartamento.

A veces compartía algunas charlas cortas con Niall, lo conocía un poco más, se enteró que era irlandés y se sentía un poco atraído a Harry. Cosa que lo alarmó por completo pero Horan lo calmó diciéndole que no debía preocuparse pues sabía que él no quería estar con el alfa.

Con Harry las cosas iban diferente, cada mañana encontraba una carta saludándolo y deseándole un gran día, la cual desechaba al instante tirándola por el retrete.

Sabía que el mayor entrenaba cada mañana, salía a trotar al medio día y volvía en la tarde, comía y se retiraba a su habitación. De vez en cuando pasaba por la recámara del omega y charlaban un rato.

También sabía que el alfa tuvo que cambiar a esa rutina para no incomodarlo con su presencia en su propia casa. Cosa que lo hacía sentir un poco mal.

Se había dado la oportunidad de conocerlo un poco, sabía ahora que no es un mal hombre, que solo tuvo un omega -Macho- en su vida y que este, al enterarse su deseo de participar en la WBA, escapó con la excusa de que no se sentía seguro de querer tener un alfa aún.

También sabía que el alfa sufrió para incorporarse a las ligas mayores pues siempre fue un debilucho, hasta que su equipo actual se contactó con él.

El alfa sabía que Louis había dejado de bailar con antelación, pero al escuchar las palabras con tanto dolor desde sus propios labios, supo que aquello no pudo haber sido así por así.

Aunque Tomlinson no le ha querido contar las razones de aquella decisión.

Aún no se conocían como tal, pero podían establecer una conversación sin abrir heridas pasadas.

Se dio una última mirada al espejo y salió de la habitación, inmediatamente se dirigió a la escaleras y comenzó a descenderlas cuidadosamente. Caminó hacia la cocina encontrándose a Caroline sentada mientras leía una revista.

—Buenos días, Caroline.

La beta alzó la vista de la revista y le regaló una amplia sonrisa.

—Buenos días, niño.

—No soy un niño, ¿No tienes otro apodo que me haga sentir mayor?

La mujer rio.

—No es por nada, niño. Pero a ti alguien te dice chiquito.

Tomlinson se sonrojó hasta las orejas. ¿Por qué le contó eso a Caroline?

—No debí haberte contado eso—Murmuró con el rostro entre las manos, la beta solo carcajeó nuevamente y dejó la revista en la mesada.

—Hice el desayuno hace bastante rato, el tuyo lo dejé en el microondas—Indicó—Harry deseaba comer antes de salir.

El omega frunció el entrecejo.

—¿Harry? ¿A qué hora salió?

—A las cinco de la mañana, niño.

¿Tan temprano?

—¿Y eso? ¿No va a entrenar?—Murmuró un poco interesado.

La beta sonrió.

—Solo me dijo que quería comer, ya que saldría y volvería antes del mediodía, dijo que quería hablar contigo sobre algo—Respondió mientras encendía el microondas.

—Oh...—Soltó—Pero yo iba a salir hoy...

Caroline sacó el plato del micro y lo colocó frente Louis, en silencio sirvió una taza de té con leche y volvió a su asiento.

—Bueno, son las...—Miró al reloj de la nevera—Un cuarto para las diez... ¿A qué hora debes salir?

¡¿UN CUARTO PARA LAS DIEZ?!

El ojiazul se ahogó con el té al escuchar la hora y dio un gran bocado a su sándwich.

—Debería estar abajo a las diez, Zayn vendrá por mí—Contestó para comenzar a masticar con rapidez.

—Sí quieres le aviso a Harry...—Louis asintió.

La cocinera tomó el teléfono de la cocina y marcó el número que ya se sabía de memoria. Colocó el altavoz y esperó que repicara.

Uno, dos...

—Diga.

Ambos se estremecieron.

—¿Harry? ¿Estás ocupado?—Preguntó la beta con voz suave.

—Sí, estoy compran... ¿Por qué? ¿Pasó algo?

—Uhm, no, pero Louis mandó a decirte algo—Respondió la beta, mirando a Louis tomar su té sin despegarse de la taza.

La línea se quedó en silencio.

—¿Harry?

Caroline, ¿Le pasó algo a Louis?

Harry se estaba preocupando y la beta lo sabía.

Negó repetidas veces aunque Harry no estuviera viendo.

—No, no, no, no. Es que no va a estar en casa para cuando llegues.

—Hmm... ¿Él está por ahí?

—Sí.

—Pásamelo.

La beta le tendió el teléfono a Louis y se levantó de su asiento para recoger la mesa.

El ojiazul quitó el altavoz y llevó el teléfono a su oreja.

—¿Querías hablar conmigo?—Preguntó, mirando sus uñas.

—¿A dónde vas, omega?

La voz de Harry sonaba ronca, tal vez... ¿Decepcionada?

—No es algo que deba interesarte, saldré un rato.

—Dime.

El omega bufó.

—Iré a la academia de ballet, voy acompañado.

Se ha desatado la tercera guerra mundial.

—¿Con quién irás, Louis?

—Con un amigo, Harry.

—Dime.

Tomlinson juró que había escuchado un gruñido.

—Zayn Malik. Omega.

—Perfecto, ¿A qué hora vuelves?

—No lo sé, tal vez luego de las dos de la tarde.

—Bien, porque necesito hablar contigo.

El menor se irguió en su asiento, frunciendo el ceño.

—Lo sé, ¿Sobre qué?

—Luego sabrás, ten un lindo día, precioso.

—Uhum—Respondió antes de colgar la llamada.

Dejó el teléfono sobre la mesa y se levantó mirando a Caroline quien ahora fregaba los platos.

—Voy tarde, iré a buscar mis cosas y bajo.

—Recuerda llevar la copia de las llaves que están en la entrada—Respondió la cocinera con un tono de voz elevado al sentir que Louis dejaba la sala.

—¡Lo sé!—Se escuchó.

El omega subió con rapidez a su habitación y buscó su cartera, se arregló la camisa con las manos y salió nuevamente.

Llamó al ascensor y justo cuando las puertas estaban por cerrarse nuevamente recordó que debía llevarse la llave, corrió hacia donde estaban guindadas en la pared y las guardó en su bolsillo.

Subió por segunda vez al ascensor y marcó planta baja, se dio la vuelta y se miró en el espejo de la caja metálica, pasó una mano por su rostro para desperezarse un poco y cuando llegó salió de allí.

Se encaminó hacia la entrada del edificio encontrándose al omega recostado frente al Volkswagen gris que poseía.

—Hasta que te dignas a venir, llevo 15 minutos aquí y nada que contestas tu celular—Refunfuñó el moreno.

—¿Mi celular? No ha sonado...—Respondió revisando las notificaciones del aparato—5 llamadas perdidas—Rió—Lo siento.

—Mejor súbete que vamos tarde.

El castaño asintió y mientras su amigo subía del lado de conductor este rodeaba el coche para subir en el asiento del copiloto. Sin decir nada abrochó su cinturón y se acomodó en el asiento de cuero.

—Bueno, ahora sí, ¿Cómo has estado? ¿Cómo va todo con The Bullet?—Preguntó el pelinegro.

Tomlinson chasqueó la lengua.

—Ñaj, realmente a penas lo veo, no es mal tipo después de todo, solo me ahoga mucho con su fachada de alfa poderoso y protector—Contestó desinteresado.

El moreno rió sin gracia.

—Esa es una de las razones por las cuales no me gustan los alfas.

—Lo sé, no debes repetirlo...—Una cuestión se hizo presente en sus pensamientos—Por cierto, ¿Cómo se llaman esos supresores que tomas?

Malik lo miró de reojo mientras cruzaba un semáforo, Louis notó la sonrisa burlona que pintaba su rostro pero decidió ignorarla.

Un detalle sobre el moreno es que se sentía atraído hacia su mismo género, omegas. Por lo que decidió basar su vida tomando supresores de alta calidad para que camuflaran su aroma con el objetivo de poder ligarse con otros omegas. A veces solía agregar un poco de perfume con olor artificial a alfa para lograr su cometido.

Claramente no tenía una pareja fija, ya que siempre que se enteraban que no era beta o alfa, lo dejaban. Pero eso parecía no afectarle.

—El más caro es el Oropel, pero hay uno que cubre seis horas y se llamaba creo que era... Berfimia o algo así, ¿Por qué?

—Sucede que The Bullet no puede estar en su propia casa conmigo ahí porque se vuelve loco con mi aroma, pierde los estribos muy fácil y me niego a cargar con ese alfa por ahí y por allá.

Zayn rió.

—En el cajón tengo un frasco, agárralo y luego me lo pagas.

Los ojos azules de Louis se iluminaron.

—¿En serio?

—Claro, en casa tengo de todas las marcas, realmente.

—Eres un amor, Zaynie. De verdad.

—Lo sé, já. Pero no eres mi tipo, hueles a alfa, ew.

Tomlinson rió sin gracia mientras sacaba el pequeño frasco.

—¿Para qué crees que Rosselin me haya llamado?—Preguntó el ojiazul luego de un rato.

—Ella comentó algo sobre un nuevo proyecto—Contestó el otro.

—¿Proyecto? Pero yo no puedo bailar...

—Lo sé, Tommo. Espera que ella misma te dirá.

El omega más joven se cruzó de brazos pensativo.

Unos diez minutos más tarde, se encontraban frente el pequeño local alquilado donde pasó una importante parte de su adolescencia.

Academia "Diamonds"
Le plaisir de danser

Ambos omegas se adentraron a la escuela de danza y caminaron entre los pasillos ya conocidos, hasta llegar al salón.

Louis veía con adoración a los omegas y betas que se movían con tanta elegancia, con tanta pulcritud, y envidiaba de algún modo no poder hacer lo mismo.

Miraba a algunas omegas de nuevo ingreso y las ganas de enseñarles la posición correcta de los pies comenzaba a molestarle en el pecho, tenía ganas de enderezar todas las espaldas curvadas que veía por aquí y por allá.

Pero se limitó a suspirar y bajar la mirada.

Al final del gran salón donde ensayaban los bailarines, donde más de una vez él tropezó, lloró, triunfó; se encontraba la oficina de la maestra Rosselin, quien ordenaba unos papeles al momento de que ellos entraran.

La omega de unos treinta y cuatro años, subió la mirada hacia los chicos, para sonreír de oreja a oreja.

—¡Buenos días, polluelos míos!—Ambos omegas rodaron los ojos con una sonrisa.

—Buenos días, maestra Rosselin—Contestaron al unísono.

—Siéntense, ¿Quieren café?

—Yo estoy bien, gracias—Contestó Louis, tomando asiento.

—Yo sí quisiera un poco, si no es molestia—Pidió el omega mayor.

La instructora de ballet sirvió dos tazas de café, una la colocó frente Zayn y la otra la dejó en su mano.

—No es por querer retirarme rápido ni nada de eso, profesora; pero, ¿Para qué me mandó a llamar?—Cuestionó el ojiazul, jugando con sus dedos bajo la mesa.

La omega sonrió cálidamente.

—No es secreto para nadie lo que... sucedió con tu alfa...—Comenzó con un murmuro—Salió en las noticias de deportes.

—¿Usted ve noti...?—Zayn iba a intervenir.

—Shh—Lo cortó la mujer.

Louis se mantuvo a raya y se limitó a asentir.

—Bueno, polluelo; como he de suponer, que no tienes nada que hacer por tu vida, he decidido proponerte algo ¿O me equivoco?

—No, no se equivoca.

—Bien, ¿Te gustaría ayudarme aquí en la academia?

La quijada de Tomlinson por poco cae en la taza de café de su compañero. Levantó la vista con sorpresa y abrió la boca para decir algo pero inmediatamente la cerró.

—Y-yo... yo...

—Me explico, hay muchos en nuevo ingreso, y como tú eras uno de mis mejores bailarines—Zayn rodó los ojos—He decidido darte la oportunidad de enseñarles lo básico.

—P-pero... yo no puedo bailar... mi pie...

—Lo sé, Louis; sé que te fracturaste el pie, es por eso que te estoy proponiendo a los nuevos, solo los ayudarías a las posiciones básicas, a estirar sus extremidades, ayudarlos con la flexibilidad... ya luego los pasaríamos a la siguiente categoría y yo les enseñaría las coreografías y pasos de avanzados—Explicó, mirando al muchacho con una sonrisa tranquilizadora.

—Oh—Soltó—Debo pensarlo, yo solía enseñarle a niños pero ya en una academia es otro nivel, hace tiempo yo no... practico.

Zayn palmeó su hombro suavemente.

—Acepta, tonto. Todo saldrá bien.

—Te pagaré el salario mínimo y podrás tener días libres cuando te sientas incapaz de venir, polluelo. Necesito que me ayudes—Rosselin esbozó un puchero, mientras tomaba las manos del menor.

Louis ladeó la cabeza pensativo.

—Debo pensarlo mejor, debo practicar y entre esta semana le llamaré—Respondió luego de un rato.

—Perfecto—La maestra apretó el agarre, y se soltó al recordar algo—Ten, por si acaso—Le tendió unas zapatillas que tenía en su cajón junto un ungüento.

—No... no puedo recibir esto, maestra. Ya con el trabajo es mucho—Dijo el omega de ojos azules.

—Calla y acepta—Susurró el moreno a su lado.

—Shh, toma—Insistió la profesora.

Louis no tuvo más opción que aceptar los presentes con una sonrisa avergonzada.

—Ahora si quieres puedo presentarte a los nuevos estudiantes, por cierto, Zayn—El nombrado la miró alarmado—Has faltado las últimas clases y tu Grande Jeté a la Don Quixote no es perfecto, ¿Cómo pretendes hacer La Mariposa a este paso?

Zayn asintió un poco avergonzado.

—Lo sé, solo no he tenido tiempo—Mintió, realmente le dolían mucho las piernas al intentar hacer el paso—Vendré el lunes, para reincorporarme.

—Bueno, más te vale. Louis, ¿Vamos?

El de ojos añiles asintió y se levantó de su asiento.

Los tres omegas se encaminaron hacia el salón y la maestra captó la atención de todos al aplaudir dos veces.

—A ver, tesoros; como algunos sabrán, otros no, les presentó a Louis Tomlinson, un gran alumno de la academia.

Todos saludaron con un asentimiento y una sonrisa.

—Él, si acepta mi propuesta—Sonrió—Vendrá más seguido, así que espero le tengan el respeto que se merece y lo traten cómo a mi persona ¿De acuerdo?

—Oui, professeur—Murmuraron todos.

Louis se sintió cómo en su hogar.

—Perfecto, los dejo con Louis y su compañero Zayn, sigan ensayando.

Y eso fue suficiente para que todos los bailarines volvieran a su lugares a practicar en silencio.

Un grupo de adolescentes captó la atención del ojiazul y se acercó a ellas.

—Hola, cariño—Saludó Tomlinson a una—¿Cuál es tu nombre?

La omega de unos catorce años se giró para mirarlo con una sonrisa penosa.

—Danielle, Danielle Smith.

—Oh, lindo nombre ¿Eres de nuevo ingreso?

La chica asintió.

—¿Intentas hacer un grand-plié?—Preguntó con voz baja.

Danielle asintió nuevamente avergonzada.

—Es mi tercera clase, aún me cuesta bastante.

—Ya veo—Louis miró a Zayn quien ojeaba sin disimulo el cuerpo de las otras omegas y lo codeó—¿Calentaste bien, corazón?

—Sí.

—Perfecto, ¿Qué tal si enderezas un poco más la espalda y no miras hacia abajo?—Aconsejó—Abre un poco tu pie derecho, talón con talón—La niña siguió las indicaciones—Muy bien, ahora baja.

La omega bajó lentamente y sus rodillas temblaron tan solo un poco.

—¡Te sale bien! Solo relaja más tu cuerpo, nunca hagas las cosas forzadas, la mente controla el cuerpo, no el cuerpo a la mente, recuérdalo.

Danielle sonrió y lo intentó nuevamente. Zayn soltó una risa cuando notó que sus amigas intentaban hacer lo mismo.

—Zayn, ayúdame un poco ¿Sí?—Pidió Louis—Iré a tomar la pastilla.

El moreno asintió y su amigo se dirigió al bebedero para servir agua en un vaso y tragar la píldora.

Volvió a su lugar y carcajeó al ver al moreno posando una de sus manos en la espalda baja de una chica, tratando de "enderezarla"

Entre preguntas, algunos berrinches y carcajadas, más de un grupo aprendió el paso del Grand-Plié.

—Bien, Richard; sube un poco más tu mano...—La vibración en su bolsillo trasero lo interrumpió—Disculpa, ya vuelvo.

Styles.

—¿Hola?

¿Dónde estás, Louis?

—Te dije que estaría en la academia.

¿A qué hora pretendes venir?

—Bueno son las...—Miró al reloj de la pared y dejó escapar un sonido de sorpresa—¡DIOS MÍO, SON LAS CUATRO Y MEDIA!

Te voy a buscar, llego en diez minutos.

—No, Zayn me lleva, vamos saliendo.

Se escuchó un gruñido desde la otra línea.

Te quiero aquí máximo en treinta minutos, omega. Y le dices al tal Zayn que suba al Pent-house.

Y dejándolo con la palabra en la boca, colgó.

Miró la pantalla del teléfono indignado y lo guardó.

—¡Zayn!—Llamó.

—Dime—Dijo el moreno a sus espaldas, Louis saltó de la sorpresa.

—Debemos irnos, se nos hizo tarde.

—Oh, bueno. Vamos a despedirnos.

Ambos se dirigieron hacia la oficina y se despidieron de la maestra Rosselin.

—Piénsalo, polluelo.

—Lo haré.

Salieron de ahí con paso acelerado y se despidieron de los alumnos que quedaban con la mano, todos exclamaron un "Adiós, gracias" y los dejaron salir.

Subieron al automóvil y el moreno lo encendió para comenzar su ruta hacia el edificio donde vivía Louis.

—Zayn—Murmuró, el omega lo miró de reojo—No te pregunté, soy el peor... ¿C-cómo está... Arthur?

El pelinegro sonrió.

—A mí también se me pasó de largo decirte, mañana lo dan de alta y se queda en tu vieja casa—Un nudo se formó en su garganta pero asintió—Me dijo que se contactaría conmigo para enviarte su nuevo número de teléfono, que cuando lo tengas lo guardes por su segundo nombre.

—Oh, de acuerdo... ¿Mañana puedo ir contigo a... buscarlo?

—Por supuesto, tengo ciertas cosas que decirle.

El menor asintió.

—Debes acompañarme al apartamento, entrar conmigo—Anunció y el otro omega se encogió de hombros.

A unas cuadras de llegar al edificio donde el omega ahora residía, el moreno habló.

—¿Hay... algún omega dónde vives?—Preguntó.

Tomlinson negó.

—No... ah, sí; Niall, es el co-entrenador de Harry, pero parece menor que tú. Aparentemente está enamorado de él.

—Uhm, bueno... Te haré un favor, ¿Huelo a algo?—Louis negó nuevamente—Perfecto, tu tampoco.

El ojiazul sonrió un poco aliviado y notó cómo su amigo sacó un frasco de la guantera y se roció un poco.

Louis, al sentir el aroma se alteró.

—¡NO! ¡ZAYN NO PUEDES OLER A ALFA!—Exclamó bajando la ventanilla de su puerta y echándose aire para no tener impregnado el perfume.

—¿Qué? ¿Por qué?—Cuestionó igual de alarmado, estacionándose frente al edificio.

—¡PORQUE THE BULLET ESTÁ EN LA CASA!—Exclamó.

—Oh no, oh no ¿Qué hago?

—Tenemos que... subir—Soltó un suspiro tembloroso al ver hora, le quedaban cinco minutos para llegar.

—No, no, no—Murmuró el otro omega, ahora con olor a alfa.

—Sí, Zayn. Explicaremos el mal entendido... no sé...

—¡No puedes hacerlo si el omega está ahí!

—Pues esperemos que no—Resolvió, bajando del vehículo.

Ambos subieron al ascensor al final de lobby, rezando para sus interiores.

—¿Listo?—Murmuró Louis.

—No—Contestó su amigo, viendo con temor cómo este marcaba el botón del último piso con la llave de contacto.

La tensión los ahogaba por cada segundo que pasaba encerrados en la caja metálica.

Y el olor artificial a alfa comenzaba a irritar la nariz del omega más bajo.

Las puertas se abrieron y ambos se dieron una última mirada.

Entraron al pent-house y Niall se encontraba sentado en el sillón, mirando directamente al ascensor.

Sus ojos se fijaron en los del alfa que acompañaba a Louis y su boca se abrió ligeramente.

Que alfa...

Mientras que Zayn estudiaba la figura y el rostro delicado del omega sentado.

Wow.

El irlandés se levantó de su asiento y se dirigió hacia ellos sin despegar su mirada de la de Zayn.

—L-Louis—Murmuró—Uhm, Harry te está esperando, lo mandaré a llamar.

El castaño más bajo asintió nervioso.

—Zayn Malik, un gusto—Zayn llamó la atención del omega, tendiéndole su mano en forma de saludo.

—N-Niall Horan... Uhm... Ya vuelvo.

Ambos observaron cómo el omega se dirigía a las escaleras y llamaba a Harry.

Regresó donde estaban ellos y se mantuvo un poco a distancia mientras esperaban a que Harry bajara.

El cual no tardó ni tres minutos en bajar por mala suerte de Louis.

El rostro del alfa se contrajo rápidamente al sentir aquel aroma particular que emanaban otros alfa.

Sus ojos se oscurecieron, su pecho se infló un poco y su mandíbula parecía que podría partirse en dos.

Los puños a sus costados se habían apretado tanto que sus nudillos tomaron un color blanco.

Aquella imagen causaba terror.

—H-Harry, no...—Murmuró Tomlinson, tan asustado cómo su amigo, el cual había mantenido la respiración al ver la figura imponente del boxeador.

—Con que me mentiste ¿Huh? Perfecto, omega—Murmuró el ojiverde—Quítate.

—N-no, Harry, espera...

—¡QUÍTATE!—Ladró, y eso fue suficiente para que el omega se hiciera a un lado temblando del miedo.

Con grandes zancadas se acercó al otro alfa y lo tomó del cuello, pegándolo a la pared de un golpe.

Fue audible el gemido de dolor que escapó de los labios del moreno.

—Louis...—Murmuró cautelosamente, sin despegar la vista de su objetivo—¿Por qué no tienes olor? ¿Qué coño hacías?

Mierda.

—Yo... p-puedo explicarlo...

—No, Louis, no es necesario—Murmuró apretando el cuello del otro alfa.

Se escuchó un suspiro por parte del boxeador.

—A ver, Zayn... ¿Sabes qué es lo que pasa cuando tocan algo que es mío?—Murmuró cerca del rostro del pelinegro.

Malik balbuceó cosas sin sentido debido a la falta de aire.

Niall y Louis miraban la escena con el corazón en la mano.

—Bueno, si no sabes... Dile a Arthur que te explique.

—¡HARRY!

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Editado: 26-12-2017

NO PUEDO CREER LO QUE VEO.

*Grito Fangirl*

En un solo mes ¡TENEMOS 8K DE VISTOS Y SOMOS #511 EN FANFIC!

Siento que voy a llorar.

¡Los amo un mundo, los adoro, y es por eso que les traigo un capítulo un poco más largo! ¡El doble de largo!

Muchísimas gracias, corazones, de verdad. Nunca pensé que esto sería posible tan pronto.

Ahora, a lo serio.

Los nombres de los supresores son totalmente falsos e inventados por mi y el autocorrector.

Otra cosa, si notaron al final del cap, nombraban a Zayn cómo alfa es porque así es por el punto de vista de Niall y Harry , solo Louis sabe que Zayn es omega.

Y así será seguido, mientras Zayn aparezca frente ellos.

En fin, los amo muchísimo con todo mi corazón.

-IpxrfxcttI

Till Dawn || Larry Stylinson || OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora