iii. Sepulcro

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Papá murió, y nosotros como únicos herederos subiríamos al trono, como hermanos, aunque fuera raro gobernar juntos, aunque fuera raro relativamente con todas las tradiciones.

Atem Halakti y Yami Sennen.

Así con el sol en lo alto, veía como los sepultureros se encargaban del cuerpo de papá, la sal, el vino, el oro, las joyas, inclusive como vaciaban su cuerpo inerte, mi hermano estaba ahí haciéndome compañía, porque aunque nosotros no volviéramos a ver al gran faraón, nosotros sabíamos que Anubis como el grandioso guardián que es abriría las puertas del palacio de Ra para nuestro padre.

Días más tarde nos encontrábamos aquí en el sepulcro del gran Aknamkanon, para honrar su partido y nuestra futura coronación.

Los ojos violetas de Atem brillaban, solo era un paso para ganarnos el pase al paraíso.

La muerte y el juicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora