xix. Negación

305 40 14
                                    

Yūgi temió por sus acciones después, su cuerpo orillado por la necesidad de su cada vez más inevitable celo.

Atem se quedo de piedra con el beso, sólo... abrió los ojos como platos, sus amatistas refulgiendo en desconcierto, y cuando se separó el faraón se fue, sin decir nada.

Semanas después Yami apareció frente a él, como un fantasma del pasado, tenía tanto sin ver a alguno de esos resplandecientes hombres.

Sólo fue para advertirle que se alejará de lo que era suyo y decirle que no se acercará siquiera a Atem.

Fue agresivo.

Deberían ser pacientes.

Pero con el tiempo bullo la aceptación y Yūgi esperaba en vela que Yami le dejará unirse a ellos.

La muerte y el juicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora