CAPITULO XVIII

18 2 0
                                    


 CAPITULO XVIII

Extrañaba todo y a todos. Estar en un lugar lejano de los demás era sumamente difícil.

¿Era difícil dar todo por alguien, pero no ver algo a cambio de ello? ¿era bueno o era malo?

Tenía tantas ganas de que los demás vieran lo mucho que me esforzaba por seguir de pie, inclusive muchos lo notaban, pero pareciera que les daba igual.

Tenía ganas de demostrarle mi amor, por decirlo así, a aquella persona que tanto quería, pero, ¿Qué tenía que hacer? En mi mente lo estaba, daba lo mejor que tenía, pero no era lo mejor en una vista de otro ángulo.

Vivir para amar. O amar para vivir.

Antes de morir, me gustaba escribir aquellos pensamientos que vagaban en mi mente en momentos que me hacía falta un desahogo. Aquellas palabras eran tan cambiantes, podrían ser desde la más hermosa mañana soleada en aquel abril donde le conocí e inclusive aquellos días lluviosos de agosto donde no hacías más que quedarte en casa en aquel sillón viendo películas sin más que hacer.

Una de mis escrituras preferidas fue la de aquel 22 de enero...

El día que te conocí...

''No suelo hacer esto de escribir lo que siento y menos a tan poco tiempo de conocernos, pero en esta ocasión no podía dejarlo pasar desapercibido algo que ni yo puedo explicar.

Recuerdo aquel día, sin pensar, sin esperar, llegaste siendo aquello que siempre busque en alguien, me es difícil escribir algo y más si es para ti.

Me gustas, no solo por la manera de ser conmigo, me gustas porque sencillamente no tratas de ser igual que los demás, al contrario, tratas y ves la vida desde otra perspectiva y en verdad eso es lo que más me gusta de ti, no tu físico, sino tus pensamientos que podría llamar como únicos.

Entiendo en toda la extensión de la palabra de que puede ser algo repentino esto de que te diga lo que estoy sintiendo, pero se lo que siento hacia ti y eso te juro, que nadie lo había podido hacer.

Llegaste a ser aquella persona más importante de mi vida, no solo por estar ahí conmigo, sino por ayudarme en cada cosa que me acontece, tanto buena como mala, tanto que no sé cómo agradecer lo que has hecho o mejor dicho, todo el tiempo que has estado conmigo.

Se que posiblemente nada de esto sea eterno, pero de igual manera y posiblemente si lo queremos, dure más allá que de un para siempre.

No intento obligar a hacer algo que tu no quieras, ya que no está en mi hacerlo así, si tú decides seguir tu camino, pero sin mí a tu lado, entenderé, pero lo que sí quiero que comprendas y que lo tengas siempre presente, puedo hacer lo que tú me pidas, inclusive si vivir en otro lado del mundo o en otro planeta, todo lo que sea, pero contigo.

No intento aludir, mucho menos quiero decir que tienes el poder sobre mí, pero si quiero hacer notar que puedo cambiar si es que tú lo pides.

No te amo, aún, porque sé que eso son palabras de otro nivel, lo que, si sé, es que te quiero más que nadie, y nada me haría más feliz en este mundo que escuchar que tu sientes lo mismo.

Tal vez nos falte tiempo, y tal vez el tiempo decida, pero porque no intentamos omitirlo y demostrarle que no solo él puede decidir lo que suceda.

Puede, tal vez, que conozcas a más personas, que te enamores perdidamente de alguien, pero cariño recuerda, no busques amor en unos ojos los cuales ni siquiera te miran de la misma manera que lo hacen los míos.

Solo, recuérdalo, te lo suplico... 

Un Pequeño InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora