CAPITULO XIII
Las cosas que hacemos a veces tienen resultados muy complicados, a veces esos resultados venían de la nada sin que uno esperase algo así, y eso me paso a mi, recibí algo que en la vida imagine, ahora estaba en otro lugar, un lugar donde no existe mas que tu alma y mente .
Si, así era, no existía el cielo como todos lo pensaban, no había ángeles, mucho menos alguien que te explicara el porqué de estar ahí.
Me encontraba en un abismo, pareciera que aún estaba vivo, estaba en una montaña super grande, la punta del cielo le llame.
Se veía naturaleza, arboles, animales, flores y demás, era algo sereno por decirlo así, porque no existía nada mas que tu, solo tu. No había ninguna persona alrededor. Yo vestía de blanco, algo absurdo pero así era. Quería bajar de la punta del cielo, pero no tenia forma de hacerlo, o bajaba casi rodando o me quedaba ahí ''para siempre''.
A lo largo escuche que alguien gritaba, esos gritos o mejor dicho esa voz se me hacia familiar, trataba de ver quien era, pero por mas que buscaba, que rodeaba la punta del cielo, no lograba ver nada. Me sentía obsoleto, no sabia que hacer, una pregunta giraba en mi mente y no sabia como resolverla, ¿qué se hace aquí, qué se hace cuando uno muere?
Tanta era mi desesperación, que no pude hacer nada, me senté en una de las rocas que había ahí, empecé a llorar por todo, extrañaba a mi familia, mis amigos, a mi mejor amigo Mike. Era muy doloroso estar en un lugar donde no tenias a nadie, ni con quien hablar ni con quien pasar tu día, o por lo menos tener a alguien.
La noche estaba por caer, el cielo se tornaba un azul obscuro y las estrellas comenzaban a brillar, hacia mucho que no veía así el cielo, tan estrellado y luminoso como esa noche. Arriba de mi estaba una estrella, a simple vista era la mas luminosa, yo siempre tenia esa idea, cuando una persona muere, se convierte en una luz, y esa luz podría ser una estrella. La estrella dio un resplandor mayor de luz, fue ahí cuando pude ver algo, era Mike, sentado al borde de aquel árbol cerca de mi casa, donde solíamos pasar momentos muy divertidos, el miraba al cielo y al parecer tenia el mismo cielo que yo, la tristeza se miraba en sus ojos, me dolía verlo así, pero sé que hay momentos coyunturales en la vida en los que estamos mas dispuestos a concluir ciertos aprendizajes, que nos rompan el corazón, ese, es un buen ejemplo de esos momentos, y así era, me rompía el corazón saber que estaba triste por mi partir, pero se que a todo lo sucedido queda algo de enseñanza.
A veces pasamos desapercibidos de las cosas y personas que nos rodean, que no sabemos cuando se llegue un final, no tenemos la necesidad de que esto llegue a ocurrir, los buenos momentos no solo son cuando necesitamos a las personas, los buenos momentos inclusive pueden ser malos.
Porque una persona, puede ser tanto buena como mala, pero todo depende de como se le trate y como se le recuerde, ya que no podemos solo recordarla porque ya no esta, siendo que cuando la tuvimos cerca, no valoramos.
y es el error de la mayoría, nunca miramos a quienes están ahí siempre, pero lastima que solo las queremos cuando algo ocurre.
Y se que tal vez, la mentalidad de las personas pueda cambiar, a veces de la peor o mejor manera, pero puede cambiar, sin duda.
Yo había cambiado gracias a algunas personas, algunas me lastimaron de la peor manera, algunas otras me enseñaron a crecer como tal de esos golpes, y es así como construí algo que era en vida. Y así era, podías haberme lastimado y pude haberme desecho por ello, pero al igual me reconfortaba y aprendía de los errores de los golpes de la vida. Sé que muchas personas me extrañaban, y algunas que su vida sigue como si nada, y eso me es grato, quien me quiere y extraña, me alegra, quien no, no hay porque sentirse mal por ello, la importancia que tienes hacia una persona, se nota, cuando no, se nota mas.
Era como seguía mirando el cielo, seguía mirando a Mike sentado cerca del árbol, de pronto sentí que alguien subía a la punta del cielo, sin creerlo, Carlos era quien había escuchado gritar, era quien estaba ahí,
Tanto me sorprendí, que quede atónito, Carlos se quedo extrañado, algo confuso y hasta sorprendido.
-Thomaaas! -grita en tono sorpresivo.
-Carlos – digo yo con gran entusiasmo.
Se acerca a mi y me da un gran abrazo.
-¿Cómo sucedió? ¿Cómo llegaste aquí? -dice mientras se aparta de mi
Le explico con lujo de detalle el largo camino que emprendí hacia aquí, todas las cosas que pase, los momentos que pase solo, y los que pase acompañado.
Carlos no decía ni una palabra, su mirada era distinta a la que yo recordaba, pero creo que por el momento no le di mucha importancia, tal parece que así es el rostro de alguien que aun quería estar vivo.
Tenia demasiadas preguntas que hacerle, él al parecer era el único que estaba cerca de la punta del cielo, después de contarle el como había llegado ahí, hago una pequeña pausa y pregunto:
-Carlos, ¿qué es este lugar? -miro hacia él, pero tiene su mirada perdida en una flor que esta cerca.
Por fin voltea a verme, suspira y dice:
-Lo llamamos, ''Un paso a la eternidad''.
Guardo silencio un momento y continuó explicándome porque lo llamaban así.
-En este lugar llegan todas las almas de la gente que muere por enfermedad, por algún accidente o cosa que no sea por muerte natural o suicidio, ellos tiene un lugar distinto. Las persona que llegamos aquí es por una razón, una muy grande razón.
En mi cara se notaba la incógnita y obviamente, ¿cuál era esa razón?
-Ya sé lo que piensas –dijo. Al llegar aquí tienes dos opciones, o seguir el camino hacia la paz, o puedes hacer méritos y tener una ''segunda oportunidad'', si no los consigues, te quedas aquí a ayudar a que otros lo consigan.
Y ahora la pregunta del millón, ¿Cuáles eran esos méritos que tenia que cumplir? Y el ¿porqué Carlos aun seguía ahí, ahora después de tanto desde que el falleció?
Una ola de miedo me invadió, ¿qué pasaría si no podía cumplir y quedarme ahí para siempre? Acaso ¿ya no vería jamás a mi familia, a los amigos que me quedaban, a mi mejor amigo Mike?
Ahora tenia que seguir con una lucha mas para poder así tener esa segunda oportunidad, aun sabiendo que podía perderla y quedarme aquí, o seria que estaba en mi destino morir y estar aquí para ayudar a los demás, por el momento no lo sabia, necesitaba tiempo que reflexionar que era lo que quería.
Quedarme o regresar...
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Un Pequeño Infinito
Novela JuvenilMi vida había dado demasiadas vueltas y giros, cosas que a muchos les sorprendería, pero, ¿como podría resolverlos? ¿que hacer para vivir un poco mas? Thomas Riley, tengo 17 años de edad, he pasado por grandes cosas en mi vida que ha muchos les ha s...