El Amante Perfecto (Gtop)

Please Don't

Jiyong hizo lo que cualquier persona haría si se encuentra otro hombre encima de alguien y más si está desnudo: Correr!

Templando de pánico, se abrió paso por todo su apartamento buscaba un arma. Encontró algo debajo del sillón, lo toma entre sus manos, pero resulto ser una de sus zapatillas – Esa que no encontraba hace meses-

¡Demonios! Para su suerte vio a lo lejos una posible arma: Un pocillo (Taza, vaso) Lentamente se acerca a esta, pero cae al suelo. Tratándose de levantar lo más posible, el hombre se acerca y toma su muñeca.

-¿Te encuentras bien? – Pregunta

Oh my god!, Su voz es la más masculina que alguna vez pudo haber oído, tenía un acento tan erótica. Francamente Asombroso.

Con todos los sentidos perdidos, Jiyong inevitablemente miro hacia arriba y…

Bueno….

Para ser honestos, Solo vio algo. Lo que hizo que sus mejillas tomaran un color carmesí. De todas maneras como no iba a verlo si estaba tan cerca. Y además, con tal tamaño.

En el momento, el tipo se arrodilla a su lado, con mucha delicadeza toca su cara y pasa las manos por sus cabellos, en el camino se cerciora que no esté herido.

Jiyong no podía quitar la vista de este, su bella piel, tenía la estúpida urgencia de gritar su nombre ante la intensa sensación que ese hombre provocaba con solo tocar su cuerpo.

-¿Te has golpeado en alguna parte?- Pregunto él

De nuevo esa voz, ese magnífico y extraño acento que es como una dulce tocada en mi piel.

Miró con mucha atención aquel cuerpo esculpido por los dioses.

Fascinado, deseo verle el rostro y comprobar que era increíble igual que su cuerpo.

Cuando con su mano movió esos hermosos cabellos, levanta la mirada y su boca forma una o.

Era él!

Imposible!

Esto no puede ser verdad, él no puede estar desnudo y menos en mi apartamento. Este tipo de cosas no suceden en la vida real.

Pero aun así...

-Seunghyun –Pregunto estupefacto

Tenía músculos hasta lugares donde es raro verlos, cualquier lugar de su cuerpo se abultaba de forma masculina y ruda.

Los sensuales labios formaban una leve curva que dejaba a la vista esos hermosos hoyuelos.

Y sus ojos!

Resultaban tan cegadores, el pelinegro tenía la sensación de que aquellos hermosos ojos podían ser letales.

Vacilante, extendió su mano para colocar sobre su brazo. Se sorprendió, era  real.

Atónito, no podía dejar de mirarlo. Seung alzó una ceja. Nunca antes una mujer había huido de el, todas las demás lo invocaban ansiosas para que apareciera y le gritaba que las complaciera.

Pero ella no…

Era diferente…

Podía ver a esa chica hermosa. Su cabello era corto y negro pero reflejaba su bella cara. Era tan adorable.

Sin tener en cuenta su apariencia, el solo estaba allí por una razón y esa era complacerla. Pero en ella quería saborear todo su cuerpo, y tenía toda la intensión de hacerlo.

-Vamos –Le dijo sujetándolo por los hombros-Ven te ayudo

-Estás desnudo-Murmuro, mirándolo de arriba abajo – Estas demasiado desnudo

-Lo se

-Estas desnudo!

-Sí, creo que ya te lo había afirmado

-Estas tan calmado, y desnudo – Seunghyun estaba confundido.

-¿Qué?

Miro hacia abajo

-Estas feliz-le digo con una mirada intencionada- y desnudo.

-¿Y eso te hace sentir incomoda?-pregunta, asombrado por el hecho de que una mujer le preocupara su desnudez, nunca antes había sucedido.

-¿Incomoda?, Perdón pero no soy mujer –Digo molesto

-Lo siento-comenta Seunghyun no le importa si son mujeres o hombres, igual tenía que estar con ellos-Yo conozco algo que te hará sentir mejor -dijo mientras miraba el polo de Jiyong y los endurecidos pezones que se marcaban a través de la tela.

Se acercó para tocarlo.

Jiyong se alejó por inercia. Él no era real. Tenía alucinaciones. O quizás se había golpeado la cabeza y estaba desangrándose.

¡Sí, eso era!

Seunghyun se acercó a él y le encerró el rostro entre sus fuertes manos. Jiyong no podía moverse. Se limitó a dejar que le alzara la cabeza hasta que pudo mirar de frente aquellos penetrantes ojos, que con toda seguridad podrían leerle el alma. Lo hipnotizaban.

Unos ardientes y exigentes labios cubrieron los suyos. Había escuchado hablar toda su vida de besos que hacían flaquear las rodillas de las personas, pero ésta era la primera vez que le sucedía a él.

Cada centímetro de su magnífico cuerpo estaba íntimamente pegado al suyo, acariciándolo con la intención de despertar todos sus instintos. ¡Oh Dios! Su presencia lo estimulaba como ningún otro hombre lo había hecho jamás. Deslizó la mano por los esculturales músculos de su espalda y suspiró cuando sintió que se movían bajo su mano.

Las manos de Seunghyun acariciaron su espalda antes de agarrarlo por las nalgas y acercar más sus caderas, mientras su lengua seguía danzando en su boca. No podía resistirlo más sentía como la dureza de aquel hombre rozaba la suya.

Con el cuerpo derretido, exploró los duros y firmes músculos de su espalda desnuda, mientras los mechones de él le rozaban el cuello en una erótica caricia.

Seunghyun sintió que su cabeza daba vueltas con el cálido roce de Jiyong, con la sensación de sus delgados brazos envolviéndolo mientras sus propias manos recorrían su suave piel, un deleite para el hambriento.

Mmm, estaba deseando oírlo gritar de placer. Ver cómo su cabeza caía hacia atrás mientras su cuerpo se convulsionaba espasmo tras espasmo envolviendo su miembro.

Hacía muchísimo tiempo que no sentía las caricias de una persona. Mucho tiempo desde que no gozaba del más mínimo contacto humano.

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