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—¿Quieren dejar eso ya? —les pregunto—. No pienso ponérmelo.

—De cualquier forma lo comprare— dijo su amigo con voz suelta—. Estoy prácticamente seguro de que Seunghyun es capaz de convencerte para que te lo pongas.

El lo miro de manera divertida.

—Preferiría convencerlo para que se lo quitara.

Jiyong se cubrió la cara con las manos.

—Acabara animándose— le contesto Ri con un gesto malvado.

—No lo hare — le dijo Jiyong, aun con sus manos cubriendo su rostro.

—Si lo harás— dijo Seunghyun dejando el tema, mientras Ri pagaba.

Uso un tono tan arrogante y confiado, que Jiyong imagino que no estaba acostumbrado a que lo desafiaran.

—¿Te has equivocado alguna vez? — le pregunto. La diversión desapareció de su rostro, y de nuevo oculto sus sentimientos tras una especie de velo. Su mirada escondía algo, estaba seguro. Algo muy doloroso, teniendo en cuenta la repentina tensión de su cuerpo.

No volvió a pronunciar una sola palabra hasta que Ri regreso y le entrego la bolsa.

—Vaya —comento— se me ocurre que pueden poner algunas velas, música tranquila y...

—Ri —lo interrumpió Jiyong— te agradezco lo que intentas hacer, pero en lugar de hablar de mí, ¿podemos ocuparnos de Seunghyun?

Ri lo miro de reojo.

—Claro, ¿Le pasa algo?

—¿Sabes cómo sacarlo del libro? De forma permanente, quiero decir.

—Ni idea — contesto y se dirigió a Seunghyun—. ¿Tú sabes algo al respecto?

—No he dejado de repetírselo: es imposible.

Jiyong asintió con la cabeza.

—Es muy testarudo. Nunca presta atención a lo que se le dice, a menos que sea lo que él quiere oír.

—Mira quién habla — añadió Jiyong, luego miro a Seunghyun— no puedo imaginar una sola razón por la cual querrías permanecer encerrado en un libro.

Seunghyun aparto su mirada.

—Jiyongiee, no lo molestes.

—Eso es lo que intento, librarlo del agobio de su confinamiento.

—De acuerdo — dijo Ri. Cediendo finalmente—. Muy bien, Seunghyun¸¿Qué horrible pecado cometiste para acabar metido en un libro?

—Arrogancias.

—¡Ohhh! —Exclamo Ri con un tono seco— eso no es nada bueno. Jiyong, puede que tenga razón. Solían hacer cosas como despedazar a la gente por eso. Deberías haber prestado atención durante las clases de cultura clásica en la preparatoria. Los Dioses griegos son realmente despiadados en lo referente a los castigos.

Jiyong entrecerró los ojos para mirarlos.

—Me niego a creer que no exista ningún modo de liberarlo. ¿No podemos destruir el libro, o convocar a uno de tus espíritus, o hacer algo para ayudarlo?

—¡Ya!, ¿ahora crees en mi magia vudú?

—No mucho, la verdad. Pero te las arreglaste para traerle hasta aquí. ¿Es que no puedes pensar en algo que sirva de ayuda?

Ri se mordisqueo el pulgar en un gesto pensativo.

—Seunghyun, ¿Qué dios estaba a tu favor?

El Amante Perfecto (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora