Pain

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—¡Cuidado! Grito la mujer.

Con un movimiento propio de una película de acción, Seunghyun salto el muro que separaba el aparcamiento de la calle, cogió al niño al vuelo y protegiéndolo sobre su pecho, se abalanzó sobre la luna del auto que acababa de frenar, con un salto acabo en el otro lado.

Aterrizaron a salvo en el otro carril, un segundo antes de que otro auto colisionara con el primero y se abalanzaran directamente sobre ellos.

Preocupado, Jiyong observo como Seunghyun se subía de un salto al capote del auto, se deslizaba por el parabrisas y se dejaba caer al suelo, rodeando unos cuantos metros hasta detenerse por fin y quedarse inmóvil, tendido de costado.

El caos invadió el lugar, gritos y chillidos se oían venir de la multitud que rodeaba el lugar del accidente.

Jiyong no podía dejar de temblar. Aterrorizado, cruzo la muchedumbre, intentando llegar al lugar donde había caído Seunghyun.

—Por favor, que este bien; por favor, que este bien — murmuraba una y otra vez, suplicando que hubiesen sobrevivido al golpe.

Cuando logro atravesar la marea humana y llego al lugar donde había caído, vio que Seunghyun no había soltado al niño. Aun lo mantenida firmemente sujeto, a salvo entre sus brazos.

Incapaz de creer lo que veía, se detuvo con el corazón desbocado.

¿Estaban vivos?

—No he visto nada igual en mi vida — comento un hombre tras él.

Todos los congregados eran de m la misma opinión.

Cuando vio que Seunghyun comenzaba a moverse, se acercó muy despacio y muy asustado.

—¿Estas bien'— escucho que le preguntaba al niño.

El niño contesto con un sonido lastimero.

Ignorando el ensordecedor grito, Seunghyun se puso en pie, lentamente, con el niño en brazos.

¿Cómo se las había arreglado para mantener cogido al pequeño?

Se tambaleo un poco y volvió a recuperar el equilibrio sin soltar al niño.

Jiyong le ayudo a mantenerse en pie sujetándole por la espalda.

—No deberías haberte levantado—le dijo cuando vio la sangre que le empapaba el brazo izquierdo.

El no pareció prestarle atención.

Tenía una extraña y lúgubre mirada.

—¡Shh! Ya te tengo —murmuro—. Ahora estas a salvo.

Esta actitud lo dejo asombrado. Aparentemente, no era la primera vez que consolaba a un niño. Pero, ¿cuándo habría estado un soldado griego cerca de un niño?

A menos que hubiera sido padre.

La mente Jiyong giraba a velocidades, sobrepasando las posibilidades, mientras Seunghyun dejaba a la llorosa criatura en brazos de su madre, que sollozaba aún más fuerte que el niño.

¡Dios!, ¿era posible que Seunghyun hubiese tenido hijos? Y si era cierto,

¿Dónde estaban esos niños?

¿Qué les habría sucedido?

—Hijo— gimoteo la mujer abrazaba al niño —. ¿Cuantas veces tengo que decirte que no te alejes de mi lado?

El Amante Perfecto (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora