𝐈'𝐦 𝐆𝐨𝐢𝐧𝐠 𝐓𝐨 𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐈𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞║𝐥𝐢𝐳𝐤𝐨𝐨𝐤

"No me entiendo."

- Debemos hablar.- Habla Jungkook un tanto serio. 

- Hola, ¿cómo estas?, yo muy bien gracias por preguntar.- Si, puede que se oiga mal educado pero, ¿no se supone que así es como se inicia una conversación hacia una persona con quién se conocen hace nada?

Suspira antes de responder.- Lo siento... hola... - Me sonríe -, ¿puedo pasar? 

Un poco desorientada asiento con la cabeza haciéndome a un lado para dejarle pasar, cierro la puerta y ya puedo sentir el ambiente más pesado. Si bien, nuestro primer encuentro no fue del todo bueno aun así es casi imposible no sentirse incomodo con la presencia del otro, más cuando nos encontrábamos completamente solos. 

- ¿Quiere algo de tomar? - Pregunto. 

- No, gracias.

Se produjo un silencio.

- ¿De que quiere hablar? - Apunto al sofá para que tome asiento. Me siento junto a él a una distancia considerablemente exagerada, Jungkook al notar aquello de manera disimulada se acerca un poco más.

- Antes de seguir te pido por favor que dejes de hablarme formal. Tenemos la misma edad ¿no? - Me dice con un gesto incomodo tocándose la oreja.

- ¡Oh! Claro.- Accedo.- Es verdad.- Le respondo. 

Joder, mis manos están sudando de lo nerviosa que estoy. Cuando estábamos en casa de Yoongi ya nos hablábamos informal, eso se puede justificar debido a que estaba cegada de cólera por lo que paso entre nosotros, pero ahora que por un momento ese recuerdo se había esfumado de mi mente, me sentía más tranquila intentando pasar pagina de aquel suceso, es por ello que la incomodidad de tenerlo cerca sin estar enfada hace que mi faceta de chica tímida y torpe salga a flote de a poco, y cuando esa Lisa aparece nada bueno sale de aquello.

- Voy ir directo al grano - Lo miro atenta -, no puedes decirle a Yoongi-Hyung que nos besamos.- Suelta sin rodeos. Arqueo mi ceja.

¿Disculpa?

- Que yo sepa, no nos besamos, tú fuiste el que me beso.- Lo apunto para que le quede bien claro.

- Y que yo sepa los besos son de a dos.- Me responde obvio bajando mi dedo que lo acusaba.

- ¡Yo no quería! 

- ¿Segura? Cerraste los ojos como si lo disfrutaras.- Me mira inocente. Formo una "o" con mis labios antes de responder.

- ¡Aigooo..! ¡Eso no es cierto! ¿Acaso se te olvida la cachetada que te di? - Olviden todo lo que dije, mi enfado volvió. 

- De hecho no, aun me duele.- Se soba la mejilla.

Me calmo un poco.- ¿En serio?.

- No.- Se ríe, se esta riendo de mi.

- Eres un idiota.- Digo en tailandés molesta.

Para de reír y me mira confundido.- ¿Qué?

- Nada.- Suelto una pequeña carcajada.

- Bueno...- Carraspea -, volviendo al tema, no puedes comentárselo.

- ¿Por qué no?

- ¿Quieres que me mate? - Lo observo pensativa.

- Me parece una idea atractiva.- Asiento con la cabeza.

- Jaja, que graciosa.- Dice con ironía.- Hablo en serio, si se llega a enterar se enojará demasiado y tú más que nadie sabe como se pone tu hermano cuando se enoja.

- Esta bien, no le diré nada - Suspira aliviado.-, pero con una condición.

- ¿Cuál? - Pregunta extrañado.