A Lucius ya le iba a doler el músculo facial encargado de alzar la ceja izquierda. Pues, si algo detestaba más que perder, era que su padre fuera el tema de conversación de las señoritas de Hogwarts. Bastante era soportar las miradas insidiosas de las víboras de sus compañeras de casa, intentando consolarse la vista con él —ya que se parecía—; ahora también tenía a algunas chicas de otras casas oteándolo con disimulo.
—Y... Lucius... ¿cuándo vuelve a venir tu padre? —preguntó un grupito de adolescentes en las gradas de la parte superior del palco donde estaban.
Cuándo no, las descocadas de cuarto. A veces se preguntaba cómo habían llegado a Slytherin.
Su grupito de amigos se carcajeó sin cuidado, ya siendo imposible contener la risa por lo que le sucedía al rubio.
—El señor Malfoy nos está atrasando con todas, y sin estar presente —bromeó con ironía uno de ellos.
—Mi madre se enterará de esto —masculló Lucius entre dientes, con un hilo de voz, pues esta situación no iba a informársela a Abraxas, no, su madre era mucho más peligrosa cuando algo tenía relación con arpías acechando a su padre.
¡Por favor, Abraxas podría ser el padre de todas ellas!
Severus estaba incómodo de la misma manera, pues sus dos compañeros de cuarto no habían dejado de molestarlo desde la noche anterior. ¿Por qué simplemente el mundo no se lo llevaba y desaparecía?
Entre los vitoreos y demás gritos de júbilo, salieron los equipos de Slytherin y Gryffindor volando en sus escobas, uniformados y listos para jugar el primer partido de quidditch de ese año escolar.
Sirius Black saludaba orgulloso a la fanaticada de leones que lo animaba desde los palcos, en su gran mayoría mujeres, claramente. James se había alisado el pelo como muy pocas veces, se alzaba orgulloso como el capitán del equipo, buscando a Lily entre los Gryffindor para dedicarle una sonrisa, como cazador, quizá hasta le dedicaba una anotación.
Madame Hooch ya tenía el silbato en la mano, les advirtió que por favor jugaran limpio y con la misma, liberó las respectivos balones, para dar inicio.
Sirius buscó a Regulus con la mirada, queriendo saludarlo y advertirle que se cuidara las espaldas, pero el menor parecía ignorar su presencia olímpicamente.
Sirius dirigió el vuelo hacia Larc Dullivan y poder rechazar con el bate la bludger que parecía ir en su dirección, mirando de mala gana a William Strauss que sin cuidado la bateó hacia el león.
James persiguió a la serpiente con la quaffle, que iba justo hacia su arco, y antes de que pudiera ser anotación, Liliana Speels la atajó con agilidad. James ahora tenía la quaffle, y fue a por el arco de Slytherin, secundado de un vivaracho Sirius Black y un atento Charles Weapons para bloquear cualquier estrategia de las serpientes.
Lily permanecía medio histérica, apretando su banderita con mucho desdén al ver la agresividad con la que ambos equipos se trataban, siempre era de los partidos más esperados.
Severus ya se iba a quedar sordo de escuchar al par de chicas que se desvivían animando a Chance Avery, el golpeador de Slytherin, que cada que podía, les guiñaba un ojo.
Chance era una de las serpientes a las que había que tenerle cuidado. Era de un juego poco cuidadoso, y casi siempre, Talkalot, la capitana, se la pasaba despotricando por sus constantes faltas que restaban al equipo.
Justo como en ese momento, Avery acababa de romperle la escoba a Taylor Chaerize, luego de batearle la bludger con una precisión admirable. Los fanáticos de Slytherin animaron con euforia.
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La Luz del Príncipe [Cancelada]
FantasySirius Black tiene un plan para hacer que su hermano del alma, James, deje de estar tras las faldas de la señorita Evans. Sin embargo, un altercado en sus planes lo lleva al Bosque Prohibido que hace que empiece a ver a Snape con diferentes ojos. Pe...