La Luz del Príncipe [Cancelada]

No beso

Severus había prestado nula o escasa atención a las palabras del director; estaba al tanto del campeonato, sí, pero no era nada impresionante a sus ojos.

Esperó a que la cena hubiera terminado para que al fin pudieran irse a sus habitaciones; durante el viaje en tren las cosas habían mejorado un poco, pues había hablado con Lily y ésta le comentó sus vacaciones en la casa de su abuela; Severus no contó más de lo necesario, solo lo que Lily "ya suponía", como siempre. La pelirroja le había propuesto llevarlo a su casa, pues los señores Evans estarían encantados, aparte de que Petunia ahora asistía a clases de cocina, no se "molestarían" tanto. Pero ir con los Evans significaba dejar de ver a su madre, y eso no era una opción muy grata; Eileen era macabra a su manera, pero era la mujer que lo había criado, y era lo único que conocía, lo que pensaba que le había tocado.

Snape empezó a sacar sus escasas cosas del bolso mágico que tenía, de todas maneras no eran muchas.

Y con respecto a su nueva habitación... pues Lucius le hizo un "favor" a Severus, favor que aún no pagaba y se sumaba a su extensa lista de deudas con Malfoy; bueno, ya le pagaría algún día, solo que no estaba seguro de qué sería lo que Lucius le pediría.

Aunque, no podría ser nada tan malo.

O eso creía el pálido chico.

—Wow, ey, Snape ¿por qué esa cara? —Se acercó a él Chance Avery; el rubio del podio entre los más "cotizados" del momento.

Agh... sí, hasta había ranking; primero, Sirius Black de Gryffindor, eso estaba clarísimo; segundo, Lucius Malfoy de Slytherin, porque era un poco más 'discreto'; tercero, Gillian McLauren de Gryffindor, un tipo en quinto que las llevaba locas; cuarto, Andrew Ursupall de Ravenclaw, un chico en séptimo muy inteligentemente sexy; quinto, Lawrence Souza de Hufflepuff, en séptimo con sonrisa de niño; sexto, Chance Avery de Slytherin, en sexto curso y según palabras de éste mismo "el tío más guapo de Hogwarts"... y así hasta llegar a diez.

Severus consideró una estupidez todo ese ranking anual que hacían las descocadas de tercero; pero en fin, en el mundo se necesitaba la sarna y la limpieza.

—¿Será que es la única cara que tengo?

—Jajajaja... no Snape, touché... me refiero a tu expresi-...

Pero Avery interrumpió su discurso cuando vio un hematoma amoratado en el cuello del más bajo. Sin poder evitarlo, su mano derecha fue directo a la yugular del delgado adolescente para apartar la camisa.

—Q-qué... déjame —se quejó Severus, intentando apartar la mano de su nuevo compañero de cuarto.

—¿Quién o qué te hizo eso?

—Tres palabras para ti: No te metas.

—Ey, Snape... ese golpe se ve bien feo, yo solo...

—¿Podrían callarse? —habló por primera vez el tercer chico del cuarto.

Rabastan Lestrange era un adolescente de lo más fácil de irritar; no solo por el ruido, sino también por las tareas, los chismes, etc. Se había levantado de su cama solo para pedirles que se callaran; pues no había dormido casi nada por un altercado en casa y esperaba estar en paz.

—Estás peor que con Dolohov, Avery.

—¿El que se intercambió conmigo fue Antonin Dolohov? —inquirió Severus con suspicacia.

—Sí, sí... ya sabes, estaban ofreciendo la oportunidad de irse a ver qué tal Mulciber y Rosier a cambio de que tú tomes el nuevo lugar —contestó Avery con un tono desaprobatorio—, y... no te ofendas Snape pero casi nadie te quería como nuevo compañero, ya sabes la reputación que tienes... Malfoy estaba estresado con el asunto; para tu suerte, Antonin tomó la propuesta de "buena fe", ya sabes, a su manera.