capitulo 17

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Alisson Smith

Luego de la conversación que tuve con Jackson, subí a la habitación, Mark se había ido pero regresaría en un rato y BamBam estaba en la cocina comiendo como siempre.

Había pensado bien las cosas y tenía que darle un merecido a Jackson, el no podía ir por la vida haciéndole daño a personas que sólo querían lo mejor para el, necesitaba salir de alguna u otra forma y sabía que debía ganarme a Jackson de la mejor manera y así me dejaría ir de una vez por todas. Tenía que hacerle creer que todo estaba bien, que ya lo había olvidado pero era al contrario, debía hacerle pagar por todas sus humillaciones, un simple "lo siento" no arreglaba las cosas y yo se lo haría saber.

Aún no le comentaba a los chicos mi plan y obviamente no iba a hacerlo, ellos pensaban que escaparme era inútil y bueno, yo decepcionaria a Jackson de la peor manera para que así ya no quisiera nada conmigo, no me quedaba de otra, si tan solo el fuera valorado mi intención de acercarme y lograr ser algo más pero no, todo lo arruinó. Una parte de mi sabía que esto no era lo correcto, era tan difícil, sobre todo por los sentimientos que habían crecido en mi por Jackson, ese idiota se había robado una parte de mi que posiblemente nunca recupere pero si me quedo solo me hará daño y debe ser ahora o nunca.

Lo siento Jackson, pero esto lo provocaste tu.

(...)

Luego de haber dormido un par de horas decidí darme una ducha, Jackson se había ido a trabajar, Mark aún no llegaba y BamBam quien sabe que rayos hace que ni siquiera se ha pasado por aquí.

Retire mi ropa, tome una toalla y la puse al rededor de mi cuerpo, abrí la regadera, espere que el agua calentará un poco y luego entre. Dure como unos quinces minutos ya que el agua estaba divina, luego de terminar seque mi cuerpo y salí de la ducha. Tenía un extraño dolor de cabeza así que abrí uno de los gabinetes que estaban en el baño, el cual tenía un espejo, tome un frasco de pastillas y un vaso que había cerca del lavamanos, lo llené de agua e ingerí la pastilla, cuando me disponía a cerrar el gabinete me lleve la sorpresa de que Jackson se encontraba en la puerta, viéndome intensamente desde atrás, le di gracias a Dios por haber tenido la toalla puesta desde que salí.

—casi me matas del susto–hable mientras lo veía por el espejo–.

—no fue mi intención, vi la puerta abierta y pensé que estarías aquí–aun seguía viéndome de una manera intensa, podía sentir como mi piel se erizaba de tan solo tener esos ojos sobre mi–.

—podías haber tocado–hable algo obvia–.

—la puerta estaba abierta–respondió utilizando el mismo tono que yo–.

—como sea, ¿Que haces aquí? Pensé que llegarías en la noche–.

—si Jackson, yo también estoy encantada de verte–respondio utilizando un tono de voz agudo, intentando imitar mi manera de hablar–.

—yo no hablo así–espete–.

—si lo haces–me reto–.

—no–.

Comenzó a acercarse, estaba justo detrás de mí y solo un centímetro era lo que separaba nuestros cuerpos, podía verlo através del espejo, podía sentir su cercanía, su respiración.

—no tiene nada de malo que quiera venir antes del trabajo para pasar un rato contigo–comenzó a besar mi cuello–¿Que te parece si retomamos lo que dejamos a medias la otra vez? Sería un buen comienzo–.

No sabía porque razón pero mi cuerpo no respondía, quería irme y dejarlo ahí pero era como si mis pies estuvieran clavados al suelo. Jackson comenzó a mover sus manos peligrosamente por mi cuerpo, primero dio un suave toque en mi brazo, luego volvió a dejar besos por mí cuello, bajo una de sus manos y la coloco en mi cintura, amenazando con quitar mi toalla, si lo hacía me vería completamente desnuda.

—Jackson ¿Que haces?–le dije casi en un gemido, el contacto de sus labios con mi cuello dejaban miles de sensaciones inexplicables–.

—lo que debí hacer cuando tuve la oportunidad–me dijo al oído mientras me daba la vuelta lentamente para quedar frente a frente–.

—Esto no está bien–le respondí, sus ojos eran tan hermosos, y su rostro era perfecto, jamás lo había visto tan cerca–.

—claro que si está bien, esto es lo que hacen las personas cuando se gustan y tú..–sonrió–me encantas–.

No me dio tiempo a responder cuando ya había posado sus labios sobre los míos, era la sensación más maravillosa del mundo, no podía negarme a su beso, cada vez que estaba con Jackson las ganas de dejarme llevar me consumían, era como si nada pudiera ser mejor que esto. Desde hace mucho anhelaba otro momento así y aunque solo durará unos segundos, iba a disfrutarlo. No sabía en que terminaría esto después pero sin duda alguna, darle una lección a Jackson sería más difícil de lo que pensé, más por todo lo que causa en mi.

¿Que rayos me hiciste Wang?

Sindrome de Estocolmo {Jackson Wang}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora