Capítulo 17

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–Rao, mi cabeza.- dijo una rubia mientras se agarraba la cabeza con ambas manos.

–Bueno, ahora lo pensaras dos veces antes de emborracharte la próxima vez.- dijo la mayor bebiendo su taza de café.

–Alex...- respondió lamentándose.

–Descuida, la resaca no durará mucho, dale gracias a tu naturaleza kriptoniana.- dijo sin inmutarse, pero siguió escuchando los lamentos de su hermana, suspiró.

Se había levantado temprano ese día, su mente seguía repasando los acontecimientos de la noche anterior. Llevar a Maggie a casa fue fácil, la morena cooperaba sin queja alguna, curiosamente no paraba de observarla o sonreírle, sin embargo no tuvo la misma suerte con Melissa, la rubia paso la mitad del camino acusándola sobre lo grosera que había sido y como planeaba decírselo a mamá Eliza, la otra mitad comenzó a divagar sobre cierta persona y todas las descripciones que dio gritaban Lena Luthor por todas partes.

Una parte de ella lo sabía y tenía la sospecha de que Kara compartía el mismo interés de Melissa, pero su otra parte esperaba que todo fuera su imaginación, que lo que sus hermanas sentían fuera pura e inocente admiración por la CEO.

Suspiró de nuevo, nada más alejado de la realidad, la peor parte fue cuando a Melissa le dio por dormirse en el coche, nunca en su vida se había esforzado tanto por llevar a alguien a la cama.

Volvió a ver a su hermana, parecía que comenzaba a recuperarse, miró su reloj de muñeca, debía ir pronto al trabajo, dejo el desayuno de Melissa guardado y salió despidiéndose de su hermana diciéndole que descansara.

En el trayecto sus pensamientos persistieron en la situación de sus hermanas y se preguntó si Lena Luthor podría devolver esos sentimientos.

***

Luego de despertar se apresuró a ir a Catco, quería hablar con James, se sorprendió al ver a Alex en la cocina preparándose un café, había jurado que las oyó llegar tarde anoche, extrañamente cuando su hermana capto su presencia se limitó a saludarla y observarla como si tratara de resolver un complejo rompecabezas, decidió no hacer comentarios al respecto y seguir con normalidad.

Una vez salió del apartamento recordó su conversación con James y recordando sus palabras, dejo sus miedos a un lado y se puso a la obra, primero necesitaba hacer una visita a la oficina de correos.

Afortunadamente logro llegar a Catco sin retraso, cansada pero sin retraso, ahora Snapper no tendría motivos para intentar poner su cabeza en una pica, al menos no por ahora. Entró a la oficina lo más normal posible y apenas entrar se encontró con el mismo Snapper Carr, se puso rígida al instante, mientras él la miraba sin disimular su disgusto, pasaron unos segundos hasta que él soltara un bufido y siguiera su camino, una vez fuera de su vista Kara soltó el aire que estaba conteniendo.

–Alguien parece conmocionado.-escucho detrás de ella.

–James.- dijo mientras se volteaba.

–Sé que Snapper puede resultar... algo intimidante, pero sé que hay algo más que te asusta- preguntó con una sonrisa.

–¿Cómo...?- comenzó algo desconcertada.

Se encogió los hombros. –Llámalo intuición.

–Le verdad es que... Decidí iniciar con el plan.- respondió lo más segura posible.

–¡Eso es grandioso Kara!- exclamó envolviéndola en sus brazos.

Ambos comenzaron a reírse sin importar las miradas que recibían de sus compañeros de trabajo, no obstante mientras ellos estaban en su pequeña burbuja otra rubia muy parecida a la anterior se esforzaba por tratar de salir de su cama, lo cual no era muy fácil debido a su estado actual.

–Nadie separa a Supergirl de su comida, ni siquiera tú resaca.- refunfuñaba para sí misma mientras se arrastraba para lograr salir de su cama, tenía un fuerte dolor de cabeza y parecía aumentarse con cada movimiento que hacía.

–Vamos Supergirl.- se animó de nuevo y logro salir, una vez fuera frunció el ceño al darse cuenta de que estaba sola, trato de ir a la cocina por su premio pero al dar un paso hacia delante perdió el equilibrio debido a las sabanas que aún estaban enredadas entre sus piernas y cayó al suelo.

–Bien, creo que es un empate.- dijo como pudo con su rostro de lleno en el suelo.

Una vez en la cocina busco su desayuno a medida de que su cuerpo comenzaba a sentirse mejor, lo encontró y se puso a comer cuando su celular comenzó a sonar por algún lugar del apartamento, tuvo que usar su súper visión para encontrarlo.

–¿Maggie?- dijo al contestar.

-Imagino que soy la única con un terrible dolor de cabeza.- respondió en voz baja.

–Maggie... ¿Sigues ahí?- preguntó después de que la morena dejara de hablar.

-Ugh sí, solo te llamaba para preguntarte si recordabas todo lo que hablamos ayer.

–¡Oh sí! ¡Claro que sí! Algunas partes son un poco borrosas pero llegan lentamente.

La escucho ahogar un bostezo y decir -Ok entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?

–En realidad, pensaba hacerme cargo después de comer.

-Genial, fue una estupenda charla educativa, llámame por cualquier novedad.

–Por supuesto, adiós Maggie.- colgó, no tardo en terminar su comida y comenzar a prepararse, tenía algunas paradas que hacer, tener súper poderes tenía sus ventajas y las aprovecharía al máximo.

Problemas; SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora