–Bienvenida a mi humilde morada, Supergirl.
La rubia solo asintió en respuesta mientras observaba a su alrededor, había un comedor no muy grande, pero lo suficiente para cierta cantidad de personas, en la sala había una televisión y frente a ella dos sofás, uno de tamaño medio y otro pequeño, a su derecha encontró un pasillo corto que supuso conducía al dormitorio, también observó que habían algunas macetas con diversos tipos de plantas, era un lugar acogedor para una sola persona.
–Toma asiento.- dijo señalando el sofá mediano.
–Gracias.- respondió sentándose.
– ¿Quieres algo de tomar?- ofreció simpática.
–No, gracias.
–Bien, pues yo sí, ahora vuelvo.- y con eso se fue, cuando regreso tenía un vaso con lo que parecía agua en la mano.
–Agente Sawyer, yo.- comenzó, la agente la corto.
–Maggie.- dijo simplemente.
– ¿Qué?- preguntó algo aturdido.
–Puedes decirme Maggie. Vamos relájate, estamos en confianza.
–Confianza... -repitió lento.
–Sí, no creerás que invito a cualquiera a mi casa, ¿o sí?- preguntó alzando una ceja.
–No, para nada.- dijo de inmediato temiendo ocasionar un malentendido.
Caminó hasta llegar al sofá pequeño y se sentó en él. –Descuida, entonces suelta la sopa.
– ¿Pe-perdón?
–Digo, que me cuentes.
Compartieron un corto silencio hasta que la heroína decidió hablar.
–Yo... Me gusta una mujer.
–Eso ya lo sabía.- la interrumpió ganándose una mirada que parecía reprenderla por parte de la heroína. –Lo siento.
–Bueno, ella me gusta mucho y yo... Pues yo...- se quedó en silencio.
–Ok, ya se, ella te gusta mucho, pero no sabes cómo acercarte sin hacer el ridículo ¿no cierto?- dijo recostándose más y cruzando tanto las piernas como los brazos.
Ahora Supergirl la miraba como si le hubiera salido otra cabeza o algo así, y casi de inmediato se puso observar alrededor del apartamento, susurrando algo para sí misma.
– ¿Qué buscas?- pregunto curiosa por esa reacción.
–Yo...- dijo haciendo gestos con sus manos.
-¿Buscas... un balón?- dijo adivinando debido a los gestos, estos hacían alusión a un objeto circular.
–Na-nada, sigamos.
Se encogió los hombros. –Bien. Primero lo primero, ¿es sexi?- preguntó la más pequeña con una mirada picara.
– ¿Qu-que clase de pregunta es esa?- dijo nerviosa y sin poder evitar el rubor que seguro adornaba su rostro.
–Lo siento, lo siento.- dijo entre risas. Una vez se calmó siguió. –Entonces...- la miró de nuevo esperando alguna respuesta.
Pero Supergirl ya no hablada, en parte por las bromas de Maggie y otra porque aún le costaba hablar con alguien más.
Al tener una idea de lo que le ocurría a la heroína, pensó en ayudarla, así que soltando un pequeño suspiro comenzó. –Hey, mira. -al obtener la mirada de su contraria continuó. –Yo sé que no hemos interactuado más allá de lo que nuestro trabajo requiere, pero quiero ayudarte, me caes bien súper además, has hecho tanto por todos nosotros, creo que es hora de darte algo a cambio y si esa mujer te hace feliz, ¿Quién soy yo para negarle la felicidad a nuestro súper héroe?- terminó con una sonrisa sincera.
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Problemas; Supercorp
FanfictionProteger Nacional City y llevar una vida de reportera parece un poco difícil, ¿no crees? Necesitas ayuda pero, ¿quien mejor que tu para hacer el trabajo? Nadie. Entonces, ¿seria mas fácil si hubieran dos como tu? Algo así...