De camino al restaurante quedamos serenos mientras contemplábamos los inmensos edificios que se alzaban. Las luces de la ciudad. Colores fuertes, llenos de vida. Habían cientos de autos más. Nunca había pasado por aquí de noche. Nunca salía con mi familia en sí.
–No sabia que habían remodelado esa tienda –comentaba mi tío mientras veía todos los cambios en la ciudad desde la última vez que vino. Cientos de remodelaciones habían ocurrido. Los locales se habían movido, algunos se habían encogido y otros agrandado. Todo para él era como ver un mundo nuevo. Pero aún así él se sentía en su casa, lo podía deducir por su sonrisa de fascinación a través del espejo. Se veía alegre de estar aquí y miraba todo como si existiera una historia oculta en cada acera, edificio y semáforo. Como si hubiera forjado aquí sus mejores recuerdos.Vimos un inmenso edificio, más ancho que alto: el restaurante. Entramos y quedé sorprendido al ver las dos plantas. Todas repletas de mesas con tapetes rojos y sillas elegantes. Habían cientos de personas vestidas con clase. Todo se veía de tan alta calidad. En lo único que pensé fue: de lo que se esta perdiendo mi padre... Y me pregunté dónde estaba él justo ahora. Me sentía aliviado de que él no estuviera aquí, pero una parte de mí comprendía todos sus abusos. No era su culpa. Y llego un pensamiento: Quizás aveces soy demasiado blando con el mundo...
Mi mente era una masa cambiante de ideas y pensamientos, primero todo me parecía lo peor y de pronto todo parecía lo mejor. Pero así es la vida, pensé. Una combinación de todo. La fusión entre el bien y el mal. Entre la tristeza y la alegría, y pensé que saber eso era un acto de sabiduría.
Debido a que era un restaurante de comida marítima, solo ordené salmón. No me gustaban los camarones que había ordenado Sophie, ni la langosta que ordenó mi tío, mucho menos el sushi de mi madre. En realidad, solo comía salmón cuando se trataba de este tipo comidas. Todo lo demás me causaba repugnancia. Cada quien quedó maravillado con su platillo. El salmón tenía un sabor tan jugoso que sentí como mi boca se aguaba ante la exquisitez. Y pensé en el sabor, en los sabores, en los que había sentido, en los que ya no siento... El sabor de mi sangre. El sabor de las garras de Babadook entrando por mi cuerpo. El sabor de la miseria. De la soledad. Y ante ese recuerdo un escalofríos recorrió todo mi sistema nervioso. Comencé a sudar. Mi mirada se quedó perdida mirando el pedazo de salmón ante mí. Pensando en que no quería volver a verlo, no quería saber nada más de Babadook. Jamás quería escuchar sobre ese demonio...
–¿Y cómo te va en la escuela? –me preguntó Sophie, estaba con el codo en la mesa y su cabeza apoyada de su mano. Se había puesto cómoda como si estuviera muy atenta a lo que fuese a decir.
–Muy bien. Solo tengo que esforzarme un poco más en matemáticas. –le respondí. Mis notas no eran excelentes, pero si eran buenas. Pero yo bien sabía que para que la nota de matemáticas fuese buena, debería esforzarme mucho más que ese "poco" que dije que necesitaría.Ella rió,–Tranquilo, yo nunca fui buena en matemáticas –me respondió. Y desde ese momento pensé, "Me cae bien".
Al rato seguimos hablando todos, como la familia que nunca tuve.
–¿Y cómo se conocieron? –les preguntó mi madre. Ellos dos se miraron, y Sophie tomó las dos manos de mi tío y se sonrieron mutuamente. Parecía que aquel recuerdo era la encarnación pura del amor.
–Bueno, este caballero –comenzó Sophie –trataba de aprender algo nuevo, algo muy difícil para él.
–No es para tanto –interrumpió el tío Eren, junto con una sonrisa y un color rojo en su rostro.
–¡Claro que sí! –rió ella. –O sea, aún no sabes si quiera pararte en la tabla de surf –siguió riendo. Ambos comenzaron a reírse y se juntaron más. La cabeza de Sophie se apoyó en el hombro de mi tío. Y él le dio un beso en la frente.–En resumen, –decidió explicar él –fui a la playa con el propósito de aprender a surfear. Me compré la tabla y todo, ya estaba listo para la aventura. Y cuando me paré en la cosa esa, caí al agua en menos de cinco segundos...
–¡Es verdad! –interrumpió a risas Sophie. –Entonces, yo me acerqué a él con mi tabla de surf y comencé a darle consejos porque me daba pena verlo intentar algo imposible para él.
–Sabes que, en realidad, te acercaste porque yo era muy atractivo –presumió mi tío con humor.
–Ah, eso es verdad –afirmó Sophie.Era tan conmovedor verlos a ellos dos así de tiernos juntos. Parecían hechos, desde el génesis, el uno para el otro. Me agradaban. Definitivamente sí me agradaban. Y verlos así, con ese pensamiento de ser capaces de entregar su vida por el otro, de ser capaces de superar cualquier obstáculo juntos, de ser capaces de comprender lo que significa amarse para toda una vida; esos pensamientos me hicieron pensar en Lis.
También tenía ganas de hablar de mi chica, y de como la conocí, pero me reservé. Además, solo éramos amigos.
Quisiera que Lis y yo fuéramos como ellos, pensé.Ellos siguieron hablando de sus vidas. Sobre que Sophie era escritora y que la mayoría de sus novelas eran sobre simbolismo e ideas disfrazadas. Se requería un gran ingenio para interpretarlas de la manera correcta, afirmaba mi tío. Decía que aún no había descifrado las últimas dos novelas de ella. Según Sophie, solo había publicado siete novelas, todas historias independientes; pero que pronto haría una triología de romance.
–¡Será increíble! –Comenzó a hablar Sophie sobre su nuevo proyecto de tres libros –Será en primera persona, pues las mejores historias de romance, por lo general son así. –puso las dos palmas de sus manos sobre la mesa y extendió sus manos y golpeo la mesa con ellas rápidamente para llamar la atención, antes de que se le fuera la motivación. Era muy impulsiva por lo que se veía –La protagonista será un ser con habilidades sobrenaturales, y estará encerrada por poseer aquellos dones. Pero ella ni siquiera sabrá que posee esos... "poderes" por así decirlo. Entonces, un hombre la sacará de allí, solo porque deseaba utilizar sus habilidades para salvar a un ser querido. –Ella rió un segundo –Es irónico ver como la misma razón que la llevó a su exilio, la condujo devuelta hacia la humanidad. –Sophie siguió muy entusiasmada contando los adelantos de su nueva obra literaria.
Dejé de mirarla un segundo y me concentré en el tío Eren, él estaba mirándola en todo momento, con aquellos ojos de orgullo, maravillados, enamorados... Se podía ver que la forma en que la miraba hablaba más de lo que sus labios podrían dar a conocer.
Al rato, todos terminamos de cenar. Estábamos saciados. Satisfechos. Aún así, seguimos hablando, ya no sobre como se conocieron Eren y Sophie, ya no de mis notas, ya no de la explicación que le dio mi madre a mi tío sobre donde estaba mi padre (le había dicho que había salido de la ciudad. En mi opinión fue algo inteligente porque no sabíamos cuando él regresaría), ya no hablábamos tampoco de las obras de Sophie, ni de que solo me gustaba el salmón, cuando se trataba de comidas marítimas, sino que hablábamos de un tema que me dejó marcado: enamorarse. Pero no solo enamorarse, sino de como se siente hablar sobre esa persona, ese orgullo, esa sonrisa que sale en tu rostro cuando hablas de esa persona.
Sophie nos contaba sus experiencias al decirle a sus amigas que sentía algo por mi tío. Eso llevó a que mi madre hablara sobre cuando le dijo a su madre, por primera vez, que tenía novio, y una sonrisa se le asomó al terminar de decir la palabra "novio". Eso llevó a que mi tío hablará de lo mucho que le comentaba a sus amigos de Sophie. Y eso me llegó a formar el deseo de algún día, decirle a mi madre lo que siento por Lis. Quisiera que ese fuese el mejor día de mi vida. Un día lleno de momentos divertidos con Lis, llegar a casa y decirle a mi madre que quien representa el sol y la luna de mi dibujo es esa chica llamada Lis. Quiero que ese sea el secreto más íntimo que tenga con mi madre. Será algo estupendo.
A los pocos minutos ya estábamos en el auto, abrochándonos los cinturones. Y no dejaba de pensar en la reacción de mi madre al saber que estoy enamorado de una chica tan increíble como lo era Lis. Estaría orgullosa de mí. Me diría que sé elegir, o que tengo buenos gustos. Me gustaría poder decirle que Lis y yo somos novios, o en un futuro decirle que estamos comprometidos.
Quería estar con Lis... Justo ahora la extrañaba.
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El Origen de Babadook
ParanormalTommy es un chico con una vida sumamente difícil, sin amigos y con una familia disfuncional. Su única alternativa para despejar su mente es un amigo imaginario llamado Babadook, quien lo tortura a cada noche a cambio de ser su único amigo. Pero lo q...