LA VENGANZA ES UN PLATO DULCE SI SE SABE CÓMO LLEVARLA A CABO

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Todo ocurrió a una velocidad vertiginosa.

Los Cullen fueron los primeros en pasar, y lo hicieron súbitamente y sin titubeos. Lo primero que hicieron Bella y Edward fue comprobar que Nessie ya estaba a mi lado, eso les tranquilizó, pude verlo en sus vahos, pero enseguida se pusieron a luchar contra esa banda de chupasangres que se les abalanzó, junto con el resto de la familia.

Les precedió el aquelarre de Denali, Louis y Monique, que también se unieron a su ataque.

Mis lobos entraron detrás, saltando y rugiendo, y empezaron a repartir leña a diestro y siniestro, ya estaban muy acostumbrados a llegar a un sitio y ponerse a luchar directamente cuando daban los relevos en la manada, así que esto no era nada excepcional para ellos.

El último que entró fue Ezequiel, pero éste pasó olímpicamente de toda esa muchedumbre de chupasangres que ya estaban luchando con el resto de mis aliados y corrió como un cohete hacia el fondo de la iglesia, donde se encontraban Ruslán y Nikoláy.

- ¡Estáis aquí, malditos! – masculló con ira, quedándose frente a ellos.

Ese malnacido de Razvan, Nikoláy y Ruslán se rodearon de una barrera que vi a la perfección. Se trataba de una esfera de un color violeta que los envolvía de manera individual. Ezequiel también erigió una barrera a su alrededor, aunque la suya era de color azul claro.

- Ezequiel, sabíamos que tú estabas detrás de todo esto – declaró el mago barbudo, machacando los dientes con rabia.

- Hoy encontraréis la muerte absoluta – afirmó Ezequiel con un odio y una rabia que le salían por todos los costados.

- Hoy la encontrarás tú, traidor – contradijo Ruslán.

Los tres magos adoptaron unas posturas de ataque, pero en vez de ponerse a luchar, comenzaron a lanzarse polvos y conjuros, como en las películas.

Edward peleaba como un guepardo, era lo mismo, si veías un documental en la tele, verías que sus movimientos rápidos y precisos eran muy semejantes.

Pero Bella, mi amiga Bella, aquella humana más bien torpe que tropezaba con todo, ahora era un vampiro que se manejaba bastante bien, la verdad. Nada más llegar, le hincó los colmillos a otra mujer vampiro que tenía toda la pinta de saber pelear. Sin embargo, Bella la bloqueó con una llave certera y la mordió sin compasión, rompiéndole toda la clavícula. Guau.

La pequeña y menuda Alice, ya sin dolores de cabeza, mareaba la perdiz de su contrincante, que se desesperaba por llegar a ella. Entre lo canija que era y lo rápido que le esquivaba gracias a su don de adivinación, el otro chupasangres no tenía nada que hacer. Ya podía hacer todos los aspavientos con los brazos que quisiera, cuando quería atraparla, ella ya había desaparecido del sitio.

Jasper era todo un maestro. Con toda la tranquilidad del mundo, le hizo una señal con el dedo a uno con chulería para que se acercase y, cuando éste lo hizo, mostró sus colmillos y se abalanzó sobre él como un tigre de Bengala.

La Barbie parecía de todo menos la Barbie, ahora mismo. Sus movimientos eran fuertes y rápidos, precisos. Me impresionó, la verdad, ahora entendía cuando me decía que no jugase con fuego y todas esas cosas.

Emmett. Bueno, qué decir de Emmett. Pelear era su pasatiempo favorito, y ahora se lo estaba pasando en grande. Podía ver cómo su vaho alegre y excitado danzaba sobre su cabeza con ese color amarillento mientras pegaba puñetazos a todos los desgraciados que se encontraba a su paso.

La que sí me sorprendió fue Esme. Madre mía. Esa que luchaba no era esa mujer dulce que se veía normalmente y que hacía esas tartas de fresa tan buenas. Ahora peleaba como la madre que defiende a sus cachorros, no dejaba títere con cabeza, nunca mejor dicho, porque acababa de arrancar una.

JACOB Y NESSIE NUEVA ERA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora