"Amantes de luna llena"

Capítulo 1: "Yo no merezco esta vida"

Una bella jovencita pelinegra que llevaba una pañoleta en la cabeza y de vestimenta desgastada limpiaba unas mesas de un modesto local mientras pensaba: Otro día más de esta misma miserable vida, de vivir de migajas de los demás pero que puedo hacer esta es la vida que me toco vivir una vida llena de miseria y de dolor. Si tan solo pudiera cambiarla sería tan feliz pero ello es imposible soy solo una pobre huérfana a quién por caridad le regalan unas monedas por ayudar y le dan una pequeña habitación en este local desde hace 10 años. ¿Por qué tuve que perder a mis padres cuando era niña?. Aún recuerdo que mi padre decía que era su princesa y que yo merecía un príncipe, que algún día mi belleza me ayudaría a triunfar. Mi belleza de que sirve ella en este miserable pueblo, de nada, aquí no me sirve de nada, con gran esfuerzo con lo poco que recibo de propinas estudie hasta la preparatoria pero ya no me alcanza para más, como quisiera cambiar mi destino, tener dinero, ser como esas chicas de sociedad que iban a la misma escuela a la que yo asistía becada y que me miraban sobre el hombro haciéndome muchas veces sentir mal. Aún recuerdo que una vez una de ellas me dijo que mi belleza no servía de nada sino tenía dinero pues ninguno de los jóvenes que estudiaban allí se fijarían en serio en mí. En verdad el que se fijen en mí o no era lo de menos en ese momento a pesar que muchos de ellos me pedían para que sea su novia yo no los aceptaba pues eran unos chiquillos como yo, ¿qué me podrían ofrecer unos chiquillos hijitos de mamá?, nada, nada. Yo necesito a alguien que me saque de esta miseria por eso ya lo decidí con lo que reuní de este mes más mis ahorros me comprare un hermoso vestido e iré al festival del pueblo vecino, escuche que a ese festival es muy concurrido por gente de mucho dinero, si la vida me dio belleza, pues tendré que usar esta arma para salir de esta miserable vida y obtener la vida que realmente merezco.

Los pensamientos de la bella jovencita fueron interrumpidos por una mujer alta, delgada, de nariz puntiaguda y que llevaba lentes

Milk, Milk, niña apresúrate que los clientes no demoran en llegar, decía la mujer.

Ya estoy por terminar señora, dijo Milk con calma mientras pensaba: Yo no merezco esta vida, yo merezco algo mejor, no ser una empleada a la que solo le dan una propina, yo no nací para la pobreza, yo nací para triunfar, nací para tener todo lo que la vida me negó y lo voy a conseguir al costo que sea.

Está bien Milk, en cuanto acabes con eso, tienes que limpiar los baños, no se te olvide o no tendrás almuerzo hoy, decía la mujer.

No se me olvidará, dijo Milk con ironía mientras pensaba: ni siquiera puedo conseguir un mejor trabajo pues aún soy menor de edad y la señora de este lugar que es quien tiene mi tutela no me permite trabajar en otro lugar que no sea aquí, claro porque le conviene tener a una empleada a quien no se le pague un sueldo solo reciba una propina, almuerzo y un pequeño lugar donde quedarse.

Mientras tanto:

En una pequeña cabaña un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba sentado en una silla mientras bebía una taza con una infusión al tiempo que pensaba: Hoy cumplirías un año más de vida abuelito, no imaginas la falta que hasta ahora me haces, a veces cierro los ojos y me imagino que estás junto a mi dándome algún consejo, contándome alguna anécdota pero eso ya no es así. Si vieras lo hermoso que está nuestro pequeño huerto estarías tan orgulloso de mí, por ti aprendí mucho de los cultivos y por ti no pienso irme de Paoz, pienso quedarme aquí en el lugar donde reposan tus restos y los de mis padres. Aquí estoy más seguro, lejos de toda esa maldad que acabo con la vida de mis padres, lejos de todo, lo mejor es que nadie sabe que estoy vivo, nadie, así puedo vivir tranquilo, aún no comprendo como para algunas personas el dinero es lo más importante, para mi ello no es importante más importante es mi felicidad y la tranquilidad y aquí en Paoz tengo ambas cosas.