Capítulo 15: "Amor a distancia"

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Un nuevo día amanecía en el pueblo de Paoz, los rayos de sol iluminaban la habitación donde una bella jovencita pelinegra se encontraba atándose su cabello en una coleta baja, mientras un hombre maduro cabello de flama dormía profundamente sobre una cama.

Ya solo faltan algunos días para que el mes que me concedió para tratarnos más se cumpla, hasta ahora e podido evitar que él intente un mayor acercamiento conmigo por las noches gracias a las hierbas que me dio Gokú además está este mes que supuestamente era para conocernos más y por lo cual él no hizo nada que yo no quisiera solo tratar de ganarse mi amor con regalos costosos que a mi no me llaman la atención pues me di cuenta que el dinero puede cómpralo todo menos el amor, las joyas que el me regala pensando deslumbrarme no valen nada para mí, yo prefiero los pequeños detalles que Gokú tiene conmigo cada noche que nos vemos en la laguna, así comparta solo minutos con él me siento feliz, tan dichosa. Gokú tengo tanto miedo de perderte, te has convertido en una parte esencial para seguir viviendo, escuchar tú voz así sea por escasos segundos a través del celular me hace tan feliz, pero el mes que me concedió para conocer más está por acabar y ello me da miedo, como actuara ahora conmigo, no podré darle las hierbas durante el día, no podré hacer ello, pensaba la pelinegra al tiempo que su esposo despertaba.

Milk, que bueno ver que estás aquí, ven acércate, salúdame como se debe, dijo el hombre.

Ya no soporto esto, tener que dejar que me bese es asqueroso, pero que puedo hacer aún no hayo la manera de deshacer este matrimonio, de que se aburra de mí, por más de que me muestro indiferente hacia él parece no darse cuenta, pensaba la pelinegra mientras con nostalgia se acercaba al hombre.

Ven Milk, ya no juegues a la niña berrichunda conmigo, dijo el hombre tomándola de la mano para besarla mientras pensaba: No soy idiota niña, desde que volví estás muy cambiada, no se que demonios a pasado durante mi ausencia porque las personas que te anduvieron vigilando me dijeron que te portaste muy bien durante mi ausencia, ¿o será que lo qué me dijo Diecisiete es verdad?, de ser así tendré que vigilarte más.

La pelinegra se separo de su esposo y con la mirada baja, dijo voy a ver si ya esta todo listo para desayunar.

Ve, hermosa ve, dijo el hombre.

La pelinegra salió de la habitación presurosa mientras sus ojos se nublaban por las lágrimas y con sus manos se limpiaba los labios sin darse cuenta que el joven cabello de flama la observaba desde la puerta de su habitación.

Parece que ya se dio cuenta que el dinero no le bastara para ser feliz, pensó Vegueta mientras miraba con nostalgia a la pelinegra.

Dentro de la habitación:

El señor Ouji se vestía mientras recordaba la plática que había tenido con su ahijado el día que él vino a su casa.

-.Recuerdo.-

Padrino, no puede creerle todo lo que ella le dijo, si es cierto que yo le propuse ello pues quería molestar a Vegueta con la presencia de una madrastra joven porque la decisión de casarse nuevamente y elegir a su esposa la tomo usted yo solo se la sugerí, además esa chica venía al festival de la primavera dispuesta a engatusar a algún millonario para que la saque de su miseria yo solo vi en ella a la candidata ideal para su esposa, bella, ambiciosa como usted y decidida, su juventud y belleza sería un gran arma para que lo ayude a concretar grandes negocios y su fortuna siga incrementando claro usted tendría que ponerle sus límites porque al ser tan ambiciosa pues no se tocaría el corazón para dejarlo por otra persona que tenga más que usted, decía Diecisiete.

"Amantes de luna llena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora