(Antepenúltimo capítulo)
Ya había pasado más de una semana desde que la pelinegra había decidido escapar de la mansión junto a su amado, una semana desde que los hombres contratados por el señor Ouji los buscaban a ambos por todo el pueblo, una semana en la que el par de pelinegros a pesar de vivir ocultos se sentían inmensamente felices pues estaban juntos.
Cabaña:
Un par de jovencitos pelinegros se encontraban realizando el aseo de la pequeña cabaña mientras platicaban.
Tenías razón aquí nadie nos encontrará, decía Milk mientras limpiaba unas sillas.
Te lo dije princesita bella, como fui tan tonto para no darme cuenta que no había más lugar seguro que este, aquí tenemos todo, para vivir tranquilos, lo único que me preocupa es cuando llegue el momento de que nuestro bebé nazca, decía Gokú con preocupación.
Si también he pensado en ello, dijo Milk.
Será mejor no preocuparnos por ahora aún falta mucho para que nuestro bebé nazca y para ello de seguro el señor Ouji ya se abra resignado a haberte perdido, dijo Gokú con calma.
Eso espero, dijo Milk acariciando su imperceptible vientre.
Mi princesita bella, no tengas temor, yo los protegeré a los dos siempre, dijo Gokú acercándose a la pelinegra para abrazarla.
Mientras tanto: "Mansión Ouji"
Son unos ineptos, ya llevan casi una semana buscándolos y no pueden dar con ellos, decía furioso el señor Ouji.
Señor, los hemos buscado por casi todo el pueblo y no hay rastros de ellos, decía uno de los hombres.
Y si salieron del pueblo, decía uno de los hombres.
Eso no puede ser posible, nadie sale de este pueblo sin mi consentimiento, sigan buscando ineptos, alguien tiene que verlos visto, ya saben que cuando pregunten por la zorra de mi esposa tienen que hacerlo con cautela, no quiero que todo el pueblo se entere que la infeliz me traiciono, dijo el señor Ouji con firmeza.
Lo sabemos señor, dijeron los hombres antes de retirarse al tiempo que un joven cabello de flama se acercaba a su padre.
¿No hay novedades?, dijo Vegueta.
No, parece como si se los hubiese tragado la tierra, dijo el señor Ouji con rabia.
Padre, mejor aprovecha esto y divorciarte de ella, si lo que quieres es rehacer tú vida yo ya no me opondré, eso si elige a alguien que te ame padre, dijo Vegueta.
No pienso dejarla libre para que se vaya con ese infeliz, dijo el señor Ouji.
Te recuerdo que ese infeliz como lo llamas lleva tu sangre, dijo Vegueta.
Eso a mi no me importa, es un Saiya, no un Ouji, dijo el señor Ouji con orgullo.
Padre, piénsalo mejor no te destruyas la vida en odios infundados, ella es muy joven era lógico que por más ambiciosa que sea en algún momento se daría cuenta de que había una diferencia de edad abismal entre los dos, ella de seguro quería a alguien de su edad con quien disfrutar cosas más de sus edad, decía Vegueta.
¿Me estás llamando viejo?, dijo el señor Ouji con reproche mirando a su hijo.
No padre, claro que no, pero tú siempre supiste que ella no era para ti, su belleza tal vez te cautivo al igual que su juventud pero ello también fueron las causantes de su traición, siendo tan bella era lógico que quien la conozca se enamore de ella, dijo Vegueta.
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"Amantes de luna llena"
RandomElla se caso por ambición con la persona equivocada creyendo que así ella podría tener todo lo que ella merecía y que la vida le negó tener pero un día conoce al verdadero amor y a pesar de todo el esfuerzo que hizo para no caer en el termino hacié...