Capítulo 8: "Amistad a escondidas"

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Un atractivo joven de cabello alborotado se encontraba colocándole unos pañitos húmedos con unas hierbas medicinales en el inflamado tobillo de la pelinegra.

Tú cabaña es muy linda, ¿vives solo aquí?, dijo Milk por curiosidad.

¡Gracias¡ y si vivo solo desde que falleció mi abuelo hace ya algunos años, dijo Gokú con calma.

Ya veo, ¿pero de seguro estudias o trabajas en la ciudad?, ¿no?, dijo Milk.

No, dijo Gokú sonriendo.

Entonces tus padres te dan dinero para que lleves una vida cómoda en este lugar rodeado de tanta naturaleza. Porque tú cabaña aunque es pequeña cuenta con todas las comodidades, tienes hasta un circuito eléctrico especial para que tengas luz aquí, decía Milk sorprendida.

Mis padres construyeron está cabaña y procuraron que tenga todo lo necesario para estar cómodo en ella, ellos fallecieron antes que mi abuelo. Yo tengo un pequeño huerto aquí y pues de ello vivo y de una pequeña cantidad de dinero que mis padres le dejaron a mi abuelo y él a mí aunque esta ya esta por acabarse, dijo Gokú sonriendo mientras tomaba asiento frente a la pelinegra.

Claro, dijo Milk.

¿Gustas una taza de té?, dijo Gokú.

Si, si no es molestia, dijo Milk.

No, no lo es, eres mi invitada aquí, la verdad eres la única invitada que e recibido en esta casa tras la muerte del abuelo, decía Gokú sonriendo.

¿Qué edad tienes?, dijo Milk.

19 años y ¿tú?, dijo Gokú mientras servía la taza de té para la pelinegra.

18, dijo Milk.

¿Entonces estás estudiando aún?, dijo Gokú.

¡Eh¡ si, mintió la pelinegra.

Yo solo estudie algunos años de la primaria, lo demás lo aprendí por mi abuelo, dijo Gokú con orgullo.

¿Y por qué no estudiaste en la ciudad?, no está muy lejos de aquí, decía Milk.

Porque no, la ciudad esta rodeada de maldad, aquí tengo paz y tranquilidad, solo voy a ella cuando necesito algo, dijo Gokú con calma mientras se acercaba con la taza de té para dársela a la pelinegra.

¡Gracias¡ y si tienes razón en la ciudad hay mucha maldad y aquí se respira solo paz, dijo Milk mientras llevaba la pequeña taza a su boca.

Y dime, ¿qué hacía una chica tan frágil y bella como tú andando a estás horas de la noche por el bosque?, dijo Gokú mientras miraba cada rasgo de la bella pelinegra que estaba frente a él.

Pues tenía curiosidad por ver que más había en este bosque y pues hoy tuve la oportunidad de poder venir aquí y la tome, dijo Milk con calma.

Ya veo, ¿te puedo pedir un favor?, dijo Gokú.

Claro, dijo Milk.

No comentes con nadie que en este bosque vive alguien, dijo Gokú mirando fijamente a los ojos a la pelinegra haciendo que esta sintiera una extraña electricidad recorrer su cuerpo.

No te preocupes no lo haré, pero no comprendo, ¿por qué no quieres que nadie sepa que vives aquí?, ¿acaso has cometido algún delito?, dijo Milk intrigada.

No, como crees, dijo Gokú con calma.

¿Entonces?, dijo Milk intrigada.

Solo quiero paz para mi vida no me interesa más, eso es todo, dijo Gokú.

"Amantes de luna llena"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora