"Amantes de luna llena"

Capítulo 18: "Mas cerca de ti"

Un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba en su pequeña habitación alistándose para ir a la mansión Ouji en busca de trabajo.

Creo que con este gorro y lentes pasare desapercibido por si alguien del pueblo aún recuerda a mi padre y me relaciona con él, aún recuerdo que el abuelo decía que era el vivo retrato de papá, pensaba Gokú.

Luego de que el atractivo jovencito se alisto, salio de su modesta cabaña con un solo pensamiento: Estaré más cerca de ti.

Mansión Ouji:

Una bella pelinegra se encontraba entristecida sentada sobre su cama abrazando su almohada mientras su esposo la miraba con molestia.

Ya me estoy cansando de tú actitud Milk, eres mi esposa y me debes respeto y obediencia, decía furioso el señor Ouji.

Si es cierto, soy tu esposa, más no tú esclava, creo que esto no está funcionando, tal vez sea mejor divorciarnos de una vez por tú bien y por el mío, dijo Milk aguantando las ganas de llorar.

Pues antes no pensabas en que lo nuestro no funcionaría, decías que lograrías enamorarme de ti y ahora resulta que no quieres hacer el más mínimo esfuerzo para sacar a delante nuestro matrimonio por que ya te lo dije una vez y te lo vuelvo a decir hoy no te daré el divorcio nunca, no seré el hazme reír de todas las personas que me conocen, dijo con firmeza el señor Ouji.

No podemos vivir de apariencias, dijo Milk.

Estoy de acuerdo en ello por ello coopera, dijo el hombre tomando a la pelinegra de los brazos a la fuerza para besarla con agresividad.

La pelinegra empezó a sollozar al sentir la brusquedad con el hombre la besaba y este al sentir las lágrimas de la jovencita en sus rostro que humedecían el suyo la soltó a la fuerza.

Ve acostumbrándote, porque la próxima vez no solo será un beso y vete olvidando de esa tontería del divorcio porque nunca, óyelo bien nunca te lo daré solo con mi muerte te libraras de mí y ni intentes hacer nada en mi contra o huir de mi por que no abra lugar donde te escondas que yo no te encuentre y te haré pagar por tú falta de lealtad malagradecida, dijo el señor Ouji antes de salir de la habitación dejando a la pelinegra sollozando.

No podré nunca librarme de él, nunca tal vez este sea mi castigo por haberme dejado llevar por la ambición no poder ser feliz nunca, nunca y lo peor de todo es que mi pobre Gokú debe estar sufriendo sin saber nada de mí y todo por mi culpa, nunca debí arrastrarlo en este amor prohibido, nunca debí, él es un ser muy noble no merece sufrir por mi culpa, no la merece, pensaba la pelinegra mientras rompía en llanto.

Mientras tanto:

El joven de cabello alborotado se encontraba fuera de la mansión Ouji hablando con unos hombres que estaban encargados de vigilar la entrada de la mansión.

En realidad no sabemos muchacho si necesitaran un jardinero en la mansión pues ya hay uno, decía uno de los hombres.

Pero uno solo para unos jardines tan grandes creo que no podría hacer bien su función tal vez sea bueno que tenga un ayudante, decía Gokú sonriendo.

Si es cierto pero lo de las contrataciones de personal no lo vemos nosotros sino el señor Ouji o la ama de llaves de la casa, decía otro hombre.

¿Podría hablar con alguno de ellos dos?, dijo Gokú con calma.

El señor Ouji no creo que te reciba, pero voy a ver a la ama de llaves, dijo otro de los hombres.

¡Gracias¡ dijo Gokú.