Gokú se encontraba podando unas plantas del jardín que daba para la parte principal de la mansión Ouji cuando vio a un grupo de hombres entrar con unas cajitas en la mano y empezar a mirar la casa.
¿Y esos hombres?, dijo Gokú.
¿Qué?, dijo un hombre mayor que estaba cerca de él podando también las plantas.
Esos señores, ¿también trabajan aquí?, dijo Gokú.
No hijo, ellos están colocando unas cámaras de seguridad en toda la mansión vinieron un par de horas antes que tú, decía el hombre.
¿Cámaras de seguridad?, ¿por qué acaso cree que sus empleados le pueden robar?, dijo Gokú intrigado.
No lo sé hijo, el señor Ouji es muy desconfiado, dijo el señor mientras seguía podando unas plantas al tiempo que una rubia se acercaba al lugar donde estaba Gokú.
¿Como vas?, dijo Dieciocho mirando al atractivo jovencito de cabello alborotado.
Bien avanzando con el trabajo, dijo Gokú.
Que bueno, dijo Dieciocho sonriendo.
Disculpa, ¿tú sabes porqué están colocando tantas cámaras en la casa?, dijo Gokú intrigado.
Pues el señor Ouji dice que así estarán más seguros de los malhechores, dijo Dieciocho.
Hijo voy a la parte posterior del jardín decía el hombre de cabello cenizo.
Espéreme voy con usted, con permiso, dijo Gokú.
Ve guapo, ve, dijo la rubia sonriendo.
Mientras tanto:
En la habitación de los esposos Ouji la pelinegra y su esposo estaban platicando.
¿El fin de semana?, decía Milk sorprendida.
Si, será un viaje solo durante el día al día siguiente ya estaremos de regreso, dijo el señor Ouji.
¿Pero por qué irnos de viaje?, dijo Milk intrigada.
Porque me da gana, es todo, pensé que el viajar te alegraría pero veo que últimamente nada de lo que haga por ti te agrada, si crees que así me vas a aburrir te equivocas Milk, a veces no te comprendo, no que querías salir de tú miseria y por ello viniste a la fiesta de la primavera convencida de que en ella conocerías a alguien dispuesto a sacarte de esa vida que no merecías y cuando conseguiste al mejor de todos los prospectos te casas y puedes tenerlo todo parece que quisieras echar todo lo que hiciste para llegar hasta aquí a la basura, dijo el señor Ouji con molestia mientras la pelinegra se acercaba al balcón y al hacerlo se encontró con la mirada del joven de cabello alborotado que al verla le regalo una bella sonrisa.
La pelinegra no respondió nada solo se quedo mirando al joven de cabello alborotado mientras este ayudaba al viejo jardinero de la casa podando las plantas.
Veo que no quieres contestarme, esta bien no lo hagas voy al despacho pero si sigues con esa actitud y no pones de tú parte para que nuestro matrimonio sea realmente ello te aseguro que tú serás muy infeliz, yo puedo buscarme una querida que me de lo que tú no quieres darme pero tú te condenaras a la desdicha porque yo a parte de no darte nunca el divorcio me encargare de que tu vida sea un verdadero infierno, dijo el señor Ouji antes de salir.
La pelinegra no contesto nada y continúo mirando al joven de cabello alborotado mientras pensaba: Me duele tanto solo conformarme con mirarte pero no puedo hacer nada ahora resulta que lleno la casa de camaritas y no puedo arriesgar a que nuestro amor secreto sea descubierto, tendré que ser paciente hasta esperar la próxima luna llena.
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"Amantes de luna llena"
De TodoElla se caso por ambición con la persona equivocada creyendo que así ella podría tener todo lo que ella merecía y que la vida le negó tener pero un día conoce al verdadero amor y a pesar de todo el esfuerzo que hizo para no caer en el termino hacié...