-Christine, no ha sido mi intención ofenderte- me dijo Raoul apenado.
-Lo sé Raoul, estabas enojado-Decidí buscarlo para hablar ya que ayer nuestra pelea no llevó a nada.
-Necesito la verdad, Christine, o al menos respuestas-
-Yo te las daré, pero no hoy-Tomé sus manos y lo miré directamente a los ojos.
-Te lo prometo-
Me miró con tristeza pero no volvió a decir nada al respecto.
-Me iré al Polo Norte en dos meses-
Se iría... encontré que en lugar de sentirme triste estaba contenta, ya nada podría herirlo.
-Perfecto Raoul, me alegro por ti- dije lo más sincera que pude.
-¿De verdad te alegra?-
-Es una muy buena oportunidad-
-Christine... ven conmigo, como mi esposa-Esposa...
-¡Raoul! ¡No!-
-¿Por qué, Christine?--No es posible que nos casemos, yo...- mis ojos amenzaban con llorar, me dolía el corazón y el estómago lo sentía hueco. - Tú te debes marchar... si... pronto-
Así estarás a salvo...
Deseaba gritarle esas palabras.
Erik ya no podría herirle y yo... me sentiré libre.-¿Me aceptarías una salida mañana a cenar?-
No podía verlo pero sabía que mis ojos brillaron.
-Será un placer-
Tomó mi mano y la besó con tal suavidad y cariño que las mariposas revolotearon por todo mi cuerpo. Luego solo le vi marchar.
...
Cinco días... los cinco días sobrantes de esa semana salí con Raoul. Fuimos al teatro, a caminar, platicabamos horas y horas hasta que llegaba la noche, incluso salimos con mi querida madre. Reímos en cada momento que estuvimos juntos y fuimos felices. Nada existía si Raoul estaba ahí.
Esa noche me presente como Margarita y firmé un contrato con Monsieur Richard para el papel ya que la Carlotta seguía sin atreverse a volver.
La garganta me dolía, por lo tanto, tuve que hacer mayor esfuerzo.
No sabía si Erik estaba ahí pero se sentiría orgulloso de mí si me estuviese escuchando.
Al final me aplaudieron y Raoul, desde el palco me guiñó un ojo.Iba hacia mi camerino y alguien jaló de mi mano.
-Raoul- me dije al ver quién era.
-Christine... hoy has cantado espectacular.-
-Gracias Raoul.-
-Esperaba que me acompañaras a una cita.-Cómo me gustaría acompañarlo pero no podía, ya tenía este compromiso desde hace una semana.
-Lo siento Raoul, hoy no.- me iba a dar la media vuelta pero me volvió a tomar de la mano.
-Por favor ¿Por qué vuelves a rechazarme?-
-Raoul, hay que volver a la realidad-Raoul comenzó a buscar desesperado algo en su saco.
Sacó una pequeña cajita de terciopelo.-Iba caminado y cuando lo vi pensé en ti- abrió la caja mostrando un pequeño anillo con diamantes al rededor y uno más grande en el centro.
-Raoul... no puedo aceptarlo-
-No tienes que darme respuesta pronto, solo quiero que sea una promesa y que te acordarás de mi-Mis ojos se llenaron de lágrimas, era una pedida informal de matrimonio. Él me colocó el anillo en mi dedo anular y quedó muy cerca de mí. Nos acercamos lentamente hasta que el rose de nuestros labios fue evidente.
No besamos tiernamente. La promesa estaba hecha.
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The Angel of Music
De TodoEl Ángel de la Música sería más que una historia llena de ilusiones y para una chica en particular, era una promesa. Llegar a terreno extraño, con la soledad de paso, una pérdida terrible y la falta de espíritu, era una terrible tragedia. En la Óp...