-Hola. Está hablando con el departamento de policía de Busan. -Dijo una vocecilla a través del teléfono. Sí, vivía en Busan. No era nada del otro mundo... Pero no me imaginaba vivir en cualquier otro lugar. Busan era donde había crecido. Me habían pasado cosas buenas, y otras no tan buenas... Pero amaba aquel lugar. Amaba las puestas de sol que se escondían en la cristalina agua del océano. Adoraba los pequeños bosques en los que podías oír el hermoso canto de los Baepsaes... (Son pájaros) Adoraba las noches de verano en las que mis amigas y yo salíamos a andar en bici... Y no me puedo imaginar un pasado, un presente ni un futuro en algún otro lugar que no fuese Busan.
-Sí. Verá... Quería informarle de que he encontrado un cuerpo en la azotea de mi edificio.-Dije yo. La señora que estaba al otro lado del teléfono ahogó un grito.
-Por favor, dígame su dirección y en seguida mandaré una patrulla.
Eso fue exactamente lo que hice. Y en menos de 15 minutos, escuché sonar la inconfundible sirena de los coches de policía. Desde la ventana, vi salir de los coches unos 20 hombres... Pero tan solo uno entró en el portal y picó en la puerta de mi casa.
-Buenos días. -Dijo en tono cordial.
-Hola.
-Más te vale jovencita que esto no haya sido una estúpida broma. -Sonaba realmente intimidante. Yo rápidamente tragué saliva.
-Le... Le puedo mostrar el cuerpo... -Y esas fueron las palabras de las que me arrepentí toda la noche. No sabéis lo que es que las 12 horas que restaban de aquel día, unos policías se estuviesen paseando por tu casa. Recogiendo "pruebas", haciendo fotos... y ruido. Mucho ruido.
Toda la noche tuvieron las sirenas encendidas. Y las luces, claro. Que, por si no lo sabíais, se ven perfectamente desde mi habitación aunque tenga la persiana cerrada... Sí, sí, completamente cerrada.
Aiden se despidió hacía un buen rato, pero me dio la dirección de su pequeño apartamento, por si la policía nos mandaba desalojar la casa. Tal vez algunos os preguntéis por que no iría a vivir a casa de mis padres... Ya, pues como que no me gustaría que se enterasen de que su hija ha encontrado un cadáver. Cuando tenía catorce años, mis padres no me dejaban ver películas para más de doce... Así que imagínate su ansiedad cuando sepan lo que pasó en la azotea de mi edificio. Tal vez me lleven a un psicólogo, o incluso no me dejen ir a clase durante un buen tiempo... O, lo peor, me manden volver a vivir con ellos. Rotundamente no. Mis padres no se enterarán de que he encontrado un cadáver en la azotea de mi edificio.
-Kira... ¿Puedes dormir? -Dijo una inconfundible vocecilla desde la puerta. Yuri.
-No. ¿Tú?
-Tampoco... ¿Puedo hablar un rato contigo? Tal vez así me entre el sueño...
-Vaya, gracias.
-No, no lo decía e ese sentido. Solo que no se que hacer.
-Vale, ¿Qué quieres que te diga? -Pregunté
-¿Quién era el chico que estaba en tu cama?
-Aiden Montgomary.
-¿El mismo Aiden Montgomary que hacía unos días me dijiste que detestabas?
-Sip. Ese.
-Guau... ¿Y entonces quién es Kai?
-Uno de mi clase.
-¿Y te gusta él o Aiden?
-¡Ninguno!
-Vale... ¿Si tuvieses que ir a una isla desierta con uno de los dos con cuál irías?
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Como matar a un ángel.
عاطفيةCuando Kira, una chica de 19 años, comienza un nuevo curso en su instituto, conoce a dos chicos, a cada cual más intrigante... Pronto se dará cuenta de que no son personas como tú o como Kira... Un secreto enorme hará que la vida de Kira se vuelva d...