Capítulo 27

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Después de aquel repentino momento cliché, bajamos las escaleras corriendo (Bueno, más bien Aiden las bajo corriendo conmigo a cuestas...) Cuando por fin llegamos abajo me posó en el suelo y ambos nos quedamos sentados un segundo.

-¿Hay algún plan? -Pregunté yo

-Nop

-Creo que deberíamos tener uno... 

-Se donde hay armas. -Dijo Aiden encogiéndose de hombros. 

-Bien, iremos a por las armas... Oye, ¿Le tenemos que matar con una rosa?

-Si quieres que se muera para siempre sí... ¿Cómo sabes lo de la rosa? -... ¿Qué se supone que debo decirle ahora? Le digo la verdad, a lo mejor le duele demasiado... ¿Mejor espero?

-No esperes nada. La verdad Kira.

-Tú hermano vino a ayudarme.

-¿Derek? -Preguntó él. Asentí a modo de respuesta. -Está bien, no hace falta que digas nada más... ¿Nos vamos?

-Vale... -Dije suspirando. No había mucho más que pudiera decir al fin y al cabo... Aiden me guió hasta otra parte de la fabrica, llena de máquinas... -¿Cómo sabes que aquí hay armas?

-Ah... se lo escuché decir a dos chavales... Eran muy raros pero me caían bien. Uno tenía la piel toda cosida... Asqueroso... Y el otro era calvo... Parecían buena gente.

-Sí... Sobretodo Kabra... Conde estaba más bien tirando a psicópata...

-¿Kabra y Conde?

-Sip, se llamaban así.

-¿Cómo lo sabes?

-Estuve con ellos... Eran majos.

-¿Eran?

-Sí, ahora se los está comiendo un lobo...

-Ah...

-Ya... 

-Busca por ahí, yo iré por este lado. -Dijo señalando dos pasillos de la fábrica

-Uy, sí, ja, ahora mismo... De verdad ¿No veis películas? Yo que se... ¿No te suena ScoobyDoo?

-Vale, ven conmigo. -Dijo Aiden soltando una risita.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Que eres una gallina.

-No lo s... -Pero antes de que terminar la frase, escuché el ruido de algo moverse. Y... Bueno, puede que diera un pequeño grito y me agarrase de la mano de Aiden... Entonces, la culpable del escándalo salió de entre unas cajas. Una rata de color negro comenzó a correr entre nuestros pies... PUAJ! estaba a punto de gritar de nuevo cuando Aiden me cogió en brazos como si fuese una princesa y siguió caminando.

-Perdona... ¿Qué decías? El grito que acabas de dar no me dejó escucharlo...

-Cállate Denny. -Dije cruzándome de brazos.

-A sus órdenes Kiruska. Aquí están. -Dijo bajándome para señalar una caja llena de armas... Jamás había visto una... Bueno, no la había visto en la vida real... Todas eran intimidantes-Coge esta. -Perdón... Quise decir todas menos una. Justo la que me tendió Aiden. Era una pistola enana... -Como tú. 

-¿Qué?

-Que tú también eres una enana.

-Venga ya... Quiero una de las grandes... -Eso sonaba mejor en mi cabeza...

-Vale, pero primero inténtalo con esa. ¿Me equivoco si digo que no has tocado un arma en la vida? -Hice un puchero contestando a su pregunta. Nare sabía manejar las armas... Como su padre era policía la había enseñado cuando tenía 14 años... Pero, yo lo único que sabía acerca de las pistolas era lo que decían en C.S.I... -Ten. -Continuó Aiden posando el revolver en mi mano. No tenéis una idea de cuanto pesaba aquella cosita...

-Vale, vamos a ver... -Dije cogiendo el revolver. Apunté hacia una lata que alguien había dejado encima de una de las máquinas, cerré uno de mis ojos y...

-Lo haces mal. -Interrumpió Aiden. Miré hacia él. Tenía la vista clavada en la lata y las manos detrás de la espalda.

-¿Puedes dejarme probar?

-Por supuesto. -Dijo apartándose un poco. Apreté el gatillo y la bala salió disparada. Directa hacia el centro de la lata... Bueno, a lo mejor no al centro exacto... Ni tampoco hacia la lata... Más bien...

-Más bien hacia el suelo. Prueba de nuevo. -Volví a colocarme. Disparé y... Otra vez al suelo... -¿Necesitas ayuda?

-No, puedo sola. -Volví a intentarlo... Y a intentarlo... Y nada. Tal vez fuese cosa del viento...

-Kira... Aquí no hay viento. Estamos dentro de una fábrica.

-Silencio, necesito concentrarme. Te demostraré que puedo manejar armas mil veces más grandes... Y deja de leerme la mente, es frustrante que sepas todo lo que pasa dentro de mi cabeza -Volví a disparar... Y seguí haciéndolo hasta que se terminaron las balas.

-Te enseñaré como se hace. -Aiden cogió el revolver y lo llenó con un nuevo cartucho. Primer disparo, justo en el medio de la lata. Segundo disparo, a uno de los botones de las máquinas. Tercer disparo.. No se donde fue a parar este, estaba demasiado oscuro como para ver a que le dio, así que me dirigí hacia donde había apuntado. Y ahí me encontré con un anillo. Era negro con unas alas en el centro. Era el mismo anillo que tenía puesto cuando fui a la cafetería con Kai... Sí, aquel que dije que me había regalado Aiden... Entonces este se puso a reír.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Kira... Salvaste el mundo. -Dijo revolcándose por el suelo de la risa.

-¿Qué?

-Gracias a eso descubrí quien era Kai. -Dijo sin parar de sonreír mientras se incorporaba.

-Sigo sin entender nada.

-Escucha... Me mandaron matar a un demonio... Pero, estos, al igual que los ángeles pueden cambiar de aspecto, lo que significa que es casi imposible desenmascarar a un demonio.

-¿Se supone que gracias a esa revelación ya debería de entenderlo todo?

-Escucha... Fue Kai quien me descubrió a mi. Gracias a ti. Y yo le descubrí a él. ¿Me estoy explicando? En mi cabeza sonaba menos confuso...

-Estoy como estaba. 

-Salvaste el mundo. -Dijo abrazándome.

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FIN DEL CAPT. 27 GRACIAS POR LEER! YA QUEDA POCO PARA EL FINAL DE LA HISTORIA. GRACIAS POR EL APOYO <3

Como matar a un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora