Bueno, ya os veré en la fiesta. -Dijo Aisha despidiéndose. -Y en cuanto a ti... Recuerda que ella es tan solo una enana. -Susurró a Aiden, aunque su intento de que no lo escuchase fue un completo fallo, porque entendí cada una de las palabras que dijo.
-¡No soy una enana! -Grité yo.
-Pero sí virgen... -Respondió Aisha cerrando los ojos mientras encogía los hombros.
-No lo soy. -Mentí rápidamente.
-Mentirosa.
-Mentirosa tú.
-Ah... Entonces Kai se te adelantó Aiden... -Dijo dándole un golpecito al chico.
-¿Qué? Perdonad chicas, no estaba escuchando... -Contesto él con ese aire de indiferencia que tenía de vez en cuando.
-Da igual... -Continuó Aisha. -Ahora iros, yo también me tengo que cambiar.
-Hoy es el día más raro de toda mi vida. -Afirmé entrando en el BMW.
-Ya te acostumbrarás... -Dijo Aiden riendo.
-No lo creo... ¿Cómo se te ocurrió la maravillosa idea de llevarme a casa de Aisha? -Respondí con un aire cómico.
-Me sorprendió que no os tirarais de los pelos ni cosas de esas.
-Ya... Yo tampoco entiendo porque dejé pasar la oportunidad.
-Pero el vestido te queda genial. No pensé que fueses tan guapa, princesa.
-¿Estás ligando conmigo Aiden Montgomary? -Añadí.
-Sí.
-Idiota.
-Tonta.
Nada más terminar de decir esas palabras vi que el coche se empezaba a detener. Miré por la ventanilla. El cielo estaba realmente oscuro... Debía ser por que era invierno. Sin embargo, no se vería casi nada de no ser por las luces de colores que salían de lo que parecía un almacén.
-¿Dónde estamos? -Pregunté.
-Antes era una fábrica, y al rededor estaban las casas de los empleados, pero ahora ya no vive nadie y unos amigos la arreglaron.
-¿Es ilegal?
-Un poco, ¿Te preocupa, princesa?
-La verdad es que el fin de semana de mis sueños no sería en la comisaría.
-No permitiría que te llevasen allí.
-No me hagas reír Aiden.
-¿No me crees?
-Digamos que te creo a medias...
-Tonta.
-Tonto tú, no me hagas ese tipo de preguntas.
-¿Qué tienen de malo?
-Pues todo.
Terminamos de entrar en el "local", nada más entrar vi a mi izquierda una barra y alcohol. Mucho alcohol. Y a la derecha, un montón de gente bailando sin descanso sobre una pequeña plataforma. En frente nuestro, estaban los baños, donde seguramente varias parejas habrían ido buscando un poco más de intimidad... Y, por esto amigos míos, odio las fiestas.
-¡Venga ya, no puedes decir eso antes de ir a una de verdad! -Me gritó Aiden por en cima de la música. Tenía que controlar mi boca... Muchas veces pienso algo y se me termina escapando. Si sigues así vas a liar una Kira...
-¿Y se supone que esto es una fiesta de verdad?
-Será a la mejor a la que vayas en la vida.
-Ya... Y también la última.
-Oye, mira te voy a presentar a mis amigos. están ahí. -Dijo señalando a un grupo de chicos que estaban sentados en la barra. Fui tras él hasta donde se encontraba el grupo de chavales. Eran 4, y Aiden comenzó a presentármelos.
-Este es Newt. -Dijo apuntando con su dedo a un chico un poco más alto que Aiden. ¿Qué se supone que comían aquellos tíos? Casi todos me sacaban un par de cabezas, y no soy una chica precisamente baja... Newt era pelirrojo, y unos ojos verdes se apreciaban tras su despeinado flequillo. Era muy guapo, pero tenía un toque realmente extraño. Tal vez fuese por su cara de ángel combinada con una expresión de demonio, que pronto cambió para convertirla en una gran sonrisa.
-Hola, encantado. -Dijo extendiéndome su mano, que tomé sin dudar a la vez que le devolvía la sonrisa. El dedo de Aiden pasó a apuntar a otro chico.
-Él es Jem. -Esta vez el chico tenía el pelo más oscuro que jamás había visto, pero se combinaba con los ojos más claros que conocía. Eran tan azules, que se podrían confundir con blanco. Jem me saludó con la mano y yo le dirigí una sonrisa. -Y estos son Derek y Dylan. -Derek era el más alto de todo el grupo y pesé a sus duros rasgos, tenía la expresión más amable. Por otra parte, Dylan, era rubio y de ojos azules, pero su fría mirada hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. ¿Era cosa mía o acaso todos los amigos de Aiden (este incluido) parecían modelos?
-Aiden... ¿No decías que tenías que hablar con Aisha? Porque la acabo de ver llegar. -Dijo Newt.
-Ah... Es verdad, será mejor que valla... ¿Te quedas un segundo con ellos Kira? -Asentí con la cabeza. Tenía ganas de gritar. ¿Acaso pensaba que era tonta? ¿Acaso pensaba que me había tragado que tan solo iban a hablar? Cree que soy una idiota. No me enfadaría si me dijese que iba a hacer el amor con Aisha... No tenía derecho a enfadarme, solo éramos amigos pero... ¿Hablar? Creo que no existe nadie que tan solo "hable" con Aisha en una fiesta llena de alcohol.
Todo en él era extraño desde el primer momento que lo vi. Desde aquella endiabla sonrisa hasta esa forma suya de conseguir siempre lo que quiere. Mataron a una chica en la azotea de mi edificio, fui a casa de Aisha, me probé su ropa, estoy en una maldita fiesta... ¿Porqué? Por Aiden... Todo por culpa de Aiden. Nada más conocerlo comenzaron a pasar mil cosas horribles.
Vale, puede que él no tuviese nada que ver con el cadáver de la chica... ¿Pero qué hay de mis sueños? ¿Por qué mi vida no puede ser como lo era hacía unos días? ¿No tenía derecho a volver a la normalidad?
<<Oye, no se que te ha contado Aiden... Pero no te fíes de él en exceso. Es un buen tío, pero no se da cuenta de que jugar es peligroso.>> -Dijo una voz masculina. Miré a mi alrededor, buscando su propietario, pero lo único que me encontré fue con la fija mirada de Newt. Aquel chico pelirrojo era de lo más extraño... Aunque, por lo que parece, soy yo la que se está volviendo loca. Es imposible que escuche voces dentro de mi cabeza sin que nadie me hable. <<Pobrecilla, no sabe lo que pasa... No estás loca, es el mundo el que lo está>>.
Comencé a agitar mi cabeza con violencia. ¿Qué narices me estaba pasando? Contrólate Kira... Respira un segundo... No pasa nada, tal vez te afectase el alcohol que se respira en el ambiente. Si alguien prendiese un mechero para encender su cigarrillo, estoy segura de que todo esto explotaría... (Lo digo porque el alcohol es una sustancia muy inflamable)
-¿Qué tal te trata Aiden? -Dijo Derek unas cabezas por encima de mi. Yo me limité a encogerme de hombros. -Si algún día se porta como un capullo, asegúrate de decírmelo y le enseñaré a ese niño modales... Soy su hermano mayor.
-¿En serio? No sabía que tenía hermanos.
-Normal... No le gusta hablar de su familia. Nuestros padres murieron cuando Denny tenía 5 años...
-¿Denny?
-Ah, es como le llamo. Odia que le llamen así. -Dijo riendo. -Si quieres chincharle algún día, llámalo Denny. A mi me llama Rek... Pero al menos, no parece el nombre de una niñita.
-Le llamaré así el resto de su vida. Descuida, Rek. -Dije entre risas.
-Te toca decirme como te llaman a ti. Yo ya he pasado bastante vergüenza.
-Pero no te rías...
-Prometido.
-Kiruska.
-¿En serio? -Dijo Derek soltando una sonora risa. -Kiruska.
-Patético... Lo se. Es incluso peor que Denny.
-No lo creo. -Dijo la reconocible voz de Aiden a mis espaldas.
-Hola hermanito. -Añadió Derek.
-¿Disfrutas haciéndome quedar en rídiculo Derek?
-Más que nada en este mundo.
-Que te den... Me llevo a Kira. -Dijo el hermano pequeño agarrándome de la muñeca.
-¡Adiós Derek! -Exclamé mientras le perdía de vista
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FIN DEL CAPT. 13
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Como matar a un ángel.
רומנטיקהCuando Kira, una chica de 19 años, comienza un nuevo curso en su instituto, conoce a dos chicos, a cada cual más intrigante... Pronto se dará cuenta de que no son personas como tú o como Kira... Un secreto enorme hará que la vida de Kira se vuelva d...
