Como matar a un ángel.

Capítulo 5

-¿Por qué me das este libro? -Pregunté confusa. No entendía porqué quería que lo leyese.

-Creo que te puede gustar... -Fueron sus últimas palabras antes de que un silencio incómodo comenzase a surgir. -No te dejaré nunca más sola, princesa. -Dijo él rompiéndolo.

-¿A qué viene eso?

-La última vez que lo hice casi te pierdo.

-Exagerado... Solo fue un desmayo... -No sabía muy bien que responder ante aquello.

-Sí, solo un desmayo... -Repitió él, aunque sonaba más como si se intentase convencer a si mismo que hacerme pensar que él lo creía así.

-Escucha... Tendría que llamar a Nare... Sino, puede que me mate... Juré que la llamaría cada 15 minutos y...

-Bien, llámala, puede que esté preocupada. -Saqué mi móvil del bolsillo para llamar a Nare, sonó el contestador. Marqué el número de casa, y nada, no me lo cojía.

-No me lo coje... -Dije después de varios intentos.

-Tal vez saliera a algún sitio...

-No, ni de broma... Estaba realmente preocupada, no es propio de ella...

-¿Crees que puede haberle pasado algo? -Dijo Aiden. Y ahí fue cuando comencé a preocuparme de verdad.

-No tengo ni idea, lo mejor será que valla a casa...

-Te acompaño. -Dijo el chico. No era siquiera una pregunta, más bien, era una afirmación... Pero no tenía tiempo para perderlo en aquel tipo de chorradas. Fui corriendo hasta casa. Subí las escaleras, y cuando llegué al quinto,  corrí hacia la puerta sin demorarme ni un segundo. Giré la llave dentro de la cerradura, y...

-No puede ser... -Dije susurrando. No encontraba mi voz. No sabía si gritar o llorar. No sabía que hacer. La casa estaba patas arriba. Había papeles por todos lados. Corrí por toda la casa en busca de algún rastro de mi amiga. Me fijé en el teléfono fijo que teníamos en casa y... Estaba chamuscado. Completamente chamuscado. Parecía que había explotado. Mis ojos se cristalizaron. No había rastro de Nare ¿Quién podría haber querido hacerle daño? Caí sobre mis rodillas, me llevé las manos a los ojos y comencé a llorar.

-Escucha, todo irá ben, princesa. -Dijo la voz de Aiden. Se me había olvidado que el chico estaba allí, y, sin poder reprimirlo, me lancé a sus brazos. Necesitaba a alguien en aquellos momentos y entonces, escuché girar el pomo de la puerta.

-Escóndete. -Dijo rápidamente el chico. Le hice caso y me metí debajo de la cama de Audrey. Cerré muy fuerte los ojos, como si con eso, hubiese menos posibilidades de que quien quisiera que fuera a entrar en la casa no me encontrase.

-¡¡AHH!! -Gritó una voz femenina que reconocí sin dudar. Era Nare. salí corriendo de mi escondite. Necesitaba saber si estaba bien, y también, las causas de aquel escalofriante grito.

Me asomé al pasillo y vi a Aiden con un cuchillo en la mano. Realmente era intimidante. Antes de darse cuenta de mi presencia tras una el sofá, posó el arma sobre el mármol y comenzó a hablar.

-Ey ey ey, tranquila, todo está bien. -Dijo con una voz con la intención de tranquilizar a mi amiga, pero ella se veía cada vez más pálida y agitada.

-¡Nare! -Grité corriendo hacia ella mientras la abrazaba muy fuerte. -Que susto me diste, dime que estás bien, por favor.

-Es... Estoy bien... Tu amiguito casi me mata del susto...

-Ah... Ya, él es Aiden, un chico que va a mi clase y me encontré en la biblioteca.

-Siento lo del cuchillo. -Dijo su voz detrás de mi. -Pensé que serías uno de los capullos que causaron esto. -Añadió rascándose la parte de atrás de la cabeza.

-¿Donde coño estabas? Intenté hablar contigo, pero nada... -Pregunté yo. Aún no se me había pasado del todo el susto.

-Verás, como habían pasado 20 minutos y no tenía noticias tuyas, decidí llamarte, pero por alguna razón mi teléfono no se quería encender, ni tampoco cargar... Así que fui hacia el fijo, pero explotó y... Y yo me asusté mucho así que fui a por Yuri y Audrey  para que me dejasen un teléfono y así llamarte... Pero entonces van y me dicen que no puedo entrar en su aula por que están haciendo un examen... Y... Aquí estoy. Menos mal que estas bien. -Dijo volviendo a abrazarme. Era una historia realmente enrevesada... Pero al fin y al cabo, eran unos acontecimientos normales. Pero que pasasen justo antes de que alguien entrase a nuestra casa y lo desordenase todo... Era realmente sospechoso.

-Hay que llamar a la policía. -Dije decidida. No podía dejar pasar aquello.

-Primero deberías mirar si te falta algo de valor... Además, hoy en día la policía es una corrupta, les da igual lo que te pase o te deje de pasar, solo les importa ganar un poco de dinero... -Añadió Aiden.

-¿Y por qué piensas eso mister "estoy en tu casa armado con un cuchillo"? -Intervino rápidamente Nare, ya que su padre es policía.

-Pequeña, cuando seas un poco más mayor lo entenderás... -Dijo el chico.

-Pero será capullo...¡Seguramente sea más mayor que tú imbécil! Sujétame Kira que si no... -Hice caso a mi amiga. Cuando se ponía así era lo mejor...

-Aiden... Agradezco mucho todo esto pero...

-Escucha, por favor, Kira. No llames a la policía, confía en mi. -En lo más profundo de mi ser quería hacerlo. Quería confiar... Pero vivimos en una sociedad en la que ese termino no es frecuente... Y menos con desconocidos como lo era Aiden para mi... Pero había algo en ese chico que me daba tanta seguridad...

-Está bien... ¿Qué propones que hagamos? -Dije decidida.

-Comprueba si te falta algo. 

-Vale. -Dicho esto, dejé a Aiden y a Nare solos para dirigirme a mi habitación. Estaba preocupada de lo que podría hacerle en este poco tiempo mi amiga a aquel chico... Comencé a preguntarme que me faltaba... Pero era algo realmente dificil... Veréis, cuando tienes algo, es fácil decirlo, pero cuando no lo tienes, resulta más complicado adivinarlo... Sin embargo, no tardé en darme cuenta de que lo que me faltaba era...

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FIN DEL CAPT. 5

 Se que no subí muchos últimamente pero.. . prometo subir más y continuar con "como seguirte queriendo" nos vemos!!