Abrí los ojos, otra vez estaba maniatada, sentada en una silla, en el mismo lugar que cuando hablé con Conde y Kabra... Miré a mi derecha y no había nadie, pero cuando miré a mi izquierda... AJ! Oh dios, que asco. Intenté llevarme las manos a los ojos, pero era claramente imposible. Me quedé mirando espantada la imagen que se alzaba a unos metros de mi. Un lobo se comía los cuerpos de Kabra y Conde. Estaban completamente despedazados... Podía ver como sus órganos se movían cada vez que el animal les pegaba un mordisco. Cada vez, empezaba a chorrear más sangre, hasta que me empapé la suela de los zapatos con ella. Jamás había visto a alguien muerto... Como para ver como le desmiembran y se lo comen.
-Ya despertó. -Dijo Kai. -Tal vez te preguntes ¿Qué quieren hacer estos hombres malos conmigo? -Dijo imitando mi voz de manera burlona. -Tranquila, hoy no habrá pasado nada si nos dices... ¡DÓNDE ESTÁ LA BOLA DE NIEVE!
-¡SI LO SUPIESE TE LO HABRÍA DICHO! -Grité yo.
-No te creo... Creo que es para protegerle a él...
-¿A Aiden?
-Sip.
-¿Qué tiene que ver una bola de nieve que me regaló mi abuela con Aiden?
-Eso no es asunto tuyo. -Dijo con voz fría y cortante.
-Creo que sí es asunto mío. Es MI bola de nieve, MI vida y MI... Amigo. -Dije acentuando la palabra MI.
-Ya, y también será TU problema si no nos dices quien la tiene.
-Escúchame Kai, utiliza tu magia de mierda y léeme la mente. ¡No tengo ni puta idea de donde está la bola!
-Maldita perra... No entiendes como funciona este mundo, así que cállate. No puedo saber si mientes o dices la verdad, yo solo la puedo leer...
-Vale, pues entonces confía en mi. Si supiese donde está la bola te lo diría ¿No crees?
-Ahí está la gracia. No te creo.
-¿Por qué?
-Porque pasaste mucho tiempo con Aiden...
-¿Y?
-Es la persona más mentirosa a la que conozco. Sabes que él no te ama y aún así quieres salvarlo... No entiendo a los humanos.
-¿Qué más da que me ame? Es mi amigo. -Sin saber porqué, esas palabras dolieron. Más que mis muñecas, atadas con fuerza con una cuerda... Más que mi garganta, que de tanto gritar y llorar me comenzaba a doler... Más que cualquier otra cosa.
-Estás enamorada de él.
-No.
-Sí.
-Que no.
-Que sí. Ohh... La pequeña Kira se ha enamorado. -Comenzó a gritar Kai como si fuese una niñita tonta. Puaj, cuanto me recordaba a Aisha en aquellos momentos... -Vale, ahora dame la bola y te dejaré ser feliz junto a tu angelito azul ¿Vale?
-Dios... ¿De verdad no vas a entrar en razón? NO-SÉ-DÓNDE-MIERDA-ESTÁ-LA-BOLA. ¿Vale?
-Me pones nervioso Kira. -Comentó con una voz neutra. -Muy nervioso... 1... 2... 3... 4... 5... -Inspiró y expiró profundamente mientras seguía contando. - Mátala.
Miré hacia todos los lados, intentando ver a los individuos a quienes Kai le había dado la orden. No había nadie. Estábamos solos, sin contar los cuerpos de Kabra y Conde y el lobo. Miré deuevo a Kai, y entonces, empecé a comprender a que venían aquellas palabras. Estaba mirando el suelo, y de su boca comenzó a salir sangre. Toda su forma cambió. Pasó de ser un humano a ser un demonio. Su piel era negra como la más profunda oscuridad. Sus ojos se volvieron rojos y un par de alas resquebrajaron su espalda. Se acercó a mi, levantó una de sus manos en la que llevaba una rosa negra hecha de plata y cuando el tallo de esta estaba a punto de atravesar mi corazón, algo se interpuso entre ambos. Abrí mis ojos lentamente, y allí estaba Derek. Tirado en el suelo, con su pecho ensangrentado. Utilizó su magia para cortar mis cuerdas, y yo rápidamente me tiré hacia él. Me arrodillé a su lado y puse su cabeza en mis piernas. Se estaba desangrando.
-Cuida bien de Aiden, por favor... -Susurró.
-No.
-Por favor cuida de él.
-No cuidaré de él. Estarás tú para hacerlo. Tú le cuidarás ¿Me oyes? Tú lo harás.
-Kira, me voy a morir.
-Maldito idiota... ¿Es qué no lees? -Dije entre sollozos. - Los ángeles no se mueren tan fácilmente.
-Una rosa...
-¿Qué?
-Nada más bello y doloroso que una rosa... Estoy orgulloso de finalizar mi historia gracias a una de ellas...
-No permitiré que te mueras...
-Escúchame, Kai está volviendo a su forma humana, no tienes mucho tiempo. Aiden está aquí, atrapado. Encuéntrale y mata a ese demonio de mierda ¿Prometido? -Asentí mientras veía como sus púpilas se hacían cada vez más pequeñas, hasta que su pulso desapareció por completo.
Había muerto.
Salí corriendo de allí y me puse a buscar a Aiden, dejando a Kai/Loquefueraeso atrás mientras se retorcía de dolor y se volvía a transformar en un humano. Trauma a la vista... Seguí corriendo. Piensa Kira, ¿Dónde podría estar metido aquí alguien? Esto se parecía demasiado a las películas así que... Sólo había una opción. Aiden debería estar en el sitio que más miedo diera y más oscuro... Y, como no, como por arte de magia, apareció delante mío una puerta con un cartel rojo enorme con las letras "NO PASAR". Nada más abrirla me encontré con unas escaleras que iban hacia arriba. Perfecto.
368 escalo.nes. Paré un segundo para tomar aire.
369. No sentía las piernas.
370. Había llegado arriba del todo. Solté el mayor suspiro de mi vida... Digamos que el deporte y yo no eramos muy amigos... Es más, nos odiábamos. Ambos. A muerte. Me incorporé y vi como delante mío se alzaba una puerta. Intenté abrirla con todas mis fuerzas, parecía imposible. Di fuertes golpes en la madera, pero nada...
<<¿Princesa?>>
-¡AIDEN! -Chillé yo.
-Estoy aquí, princesa. -Gritó desde el otro lado de la puerta. -Escucha, no pasa nada, tómate el tiempo que necesites... Pero tienes que abrir la puerta o todos moriremos... Sin presiones ¿Vale?
-Sí, tranquilo, 0% de presión... -Nótese mi sarcasmo.
-Vale, perdón... A la de tres tíramos de la puerta... Uno, dos y... -Cuando estaba preparada para tirar, observé como la puerta se abría sin ningún tipo de esfuerzo y aparecía Aiden. - Perdón, debí de esperar al tres para abrirla ¿no?
-¿Qué? ¿Has podido abrirla todo este tiempo y no lo habías hecho? -Dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro.
-Necesitaba escuchar tu voz para hacerlo... -Dijo con una de esas típicas sonrisas suyas... Kira contrólate y no le mates... Me giré y me puse a caminar en dirección a las escaleras. Había que ir a por Kai... Pero entonces, Aiden me agarró del brazo haciendo que me diese la vuelta y me abrazó. - Estaba preocupado por ti. -Susurró en mi oído.
-Idiota...
-Tonta...
-Te quiero.
-Y yo.
.
.
.
FIN DEL CAPT. NO OLVIDES VOTAR SI TE GUSTÓ Y GRACIAS POR LEER
ESTÁS LEYENDO
Como matar a un ángel.
Любовные романыCuando Kira, una chica de 19 años, comienza un nuevo curso en su instituto, conoce a dos chicos, a cada cual más intrigante... Pronto se dará cuenta de que no son personas como tú o como Kira... Un secreto enorme hará que la vida de Kira se vuelva d...
