Capítulo 3

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-Corre, corre, corre. -Le decía Yuri desde la puerta a Audrey.

-¡Espera! No se donde tengo el estuche. -Gritó esta desde su habitación. -Vale, ya lo encontré.

Salimos todas del edificio y nos montamos en mi citroen. Me puse en el asiento de piloto, y Nare, en el de copiloto, mientras que Yuri y Audrey iban atrás.

-¿Qué hora es? -Preguntó Yuri.

-No se... Pero tarde. -Se limitó a contestar Nare mientras se hacía una trenza.

-Por dios, no seas tan precisa. -Replicó la primera con ironía.

-Mira, ya estamos aquí. -Dijo señalando el enorme edificio que se alzaba a nuestra izquierda. 

-Vale, dejadme aparcar y nos vamos. -Dije. Me encantaba conducir. Sobretodo para despejar mi mente. Era como si solo pudiese pensar en la carretera y no necesitara recordar el resto de mierda que me envía el mundo. Cuando terminé de aparcar, cada fue en dirección a su clase.

Cuando llegué a la mía... Aiden.

-Anda, ¿Cómo tú por aquí, princesa? -Dijo él, sentado sobre un pupitre.

-Tal vez, esté aquí por que es mi clase... Oye, -Pregunté recordando la anterior tarde viendo el anuario. - ¿Conoces a una chica llamada Yuri?

-Ni idea... ¿Por?

-Nada, nada importante.

Entonces entró la profesora. 

-Bien, -Comenzó.- Por favor, sentaos en orden de lista. Está colgada en esa pared.

Parece ser que en mi colegio son aficionados a lo de poner listas...

-Y que lo digas. -Dijo Aiden mirando fijamente a todos los idiotas que se empujaban entre si para conseguir ver con quien se sentaban. 

-¿Qué?

- Que si que este colegio es aficionado a lo de poner listas...

Parece ser que había hablado en voz alta. 

-Oye. -Siguió el chico.- ¿Tienes novio?

-¿Qué? -Pregunté mientras me sonrojaba. ¿A qué venía aquello?

-¿Sabes decir alguna otra palabra a parte de "qué"?

-¿Y tú podrías dejar de preguntar cosas que no te incumben?n

-Bueno, hasta ahora todo lo que te he preguntado me incumbía.

-Pues te quedarás con la intriga.

-Lo descubriré pronto...

-Suerte. -Tras decir esas palabras, fui hacia el montón de alumnos que ya se estaba disipando. Kira... Kira... Entonces encontré mi nombre, miré a quien se sentaría a mi lado y... Vaya, la única persona que me cae mal de toda la clase era la que se sentaría tres meses a mi lado. Vaya suerte has tenido Kira...

Me coloqué en mi nuevo sitio, dándome cuenta de que Aiden ya estaba en el suyo.

-¿Cómo sabías tu sitio? Ni siquiera miraste la lista. -Dije.

-Sí la miré.

-¿Y por qué no me dijiste cuál era el mío? Nos sentamos al lado.

-La última vez que te hice un favor del estilo me llamaste idiota.

-Lo fuiste.

-¿Entonces ya no lo soy? -Solté un bufido a modo de respuesta. - Ya se, te perdono si me das un beso.

Como matar a un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora