Capítulo 11

579 47 4
                                        

Habían dado las seis, y me dirigía hacia la cafetería que me había mencionado Kai. Miraba mi móvil mientras caminaba por la calle... ¿Que por qué? Pues porque mis amigas estaban petando por el grupo que tenemos las cuatro. Sí, ellas son las típicas chicas que para despedirse dicen cinco veces chao, mandan un cuatrillón de emoticonos de corazones y un par de veces adiós... El resultado suelen ser 156 mensajes y unos oídos irritados por escuchar tantas veces el repetitivo tono que se escucha cuando tienes un mensaje...

Apagué el móvil y me centré en caminar, no sería la primera vez que me pasa si me choco contra alguien... o, bueno, contra algo... Pero es que las señales de tráfico están muy mal colocadas...

Por fin llegué a la cafetería. Me miré un segundo en el reflejo de la puerta de cristal. llevaba un vestido amarillo, el pelo suelto y un bolso azul marino a juego con mis francesitas. Al entrar al local, vi que Kai ya estaba sentado en una mesa, y nada mas verme, me comenzó a saludar. Yo contesté con una sonrisa y me dirigí hacia él.

-Hola. Estás muy guapa. -Dijo él. ¡Dios mío! Parecía sacado de una película de disney. Todo lo contrario de Aiden...

-Gracias. -Dije mientras me sentaba. Nada más hacerlo, una camarera vino pronto a nuestra mesa.h

-¿Van a pedir ya?

-Sí, para mi un submarino por favor. -Dije.

-Yo un café sin leche. 

-Bien, os lo traigo en seguida. -Tras decir esto, se fue, dejándonos a Kai y a mi relativamente solos, ya que en la cafetería, había otras tres mesas ocupadas.

-¿Te gusta el café?

-Sí, supongo que me gusta todo lo amargo...

-Yo no lo soporto. Creo que las cosas están mucho mejor con un poco de azúcar. -Kai soltó una carcajada ante este comentario.

-No se por qué, pero me lo imaginaba de ti...

-Vaya, gracias. Supongo...

-Aquí tienen todo. -Dijo la camarera interrumpiendo aquel incómodo momento.

-Gracias. -Dijo Kai. ¡AQUEL CHICO ERA UN MALDITO SANTO! Jamás había pensado que existiese nadie de mi edad, hombre, con esos modales... Hoy en día, parece que los tíos decentes están en peligro de extinción... Por no decir completamente extinguidos. Pero había casos como el de Kai en los que un chico lo tiene todo. Buena cara, buenas notas (Sí, me estuve informando un poco...) y buenos modales... Es como el príncipe azul de un cuento pero... Algo tenía que tener malo. Aunque, sinceramente, no me imaginaba que. -Me encanta tu anillo. -Dijo interrumpiendo mis pensamientos. Me miré la mano y... Tenía puesto un anillo. ¿Qué? No recordaba habérmelo puesto... De hecho, ni recordaba que tenía aquel anillo. Era negro y tenía unas alas gravadas... Estoy segura de que de haberlo tenido, me habría acordado. 

-Gracias, me lo regalaron el otro día. -Improvisé sin dejar de mirar el anillo.

-Pues la persona que te lo regaló debe de tener buen gusto... ¿Quién fue? 

Rápido, piensa, debes de decir algo inteligente. Pero dijo ya, no se... De alguien que Kai no conozca, ¡sí! Di que te lo regaló... Unberto... ¡YO QUE SE! pero di algo... y entonces, salió de mi boca la mayor estupidez del mundo y sonó algo así como:

-Aiden. -Me di una bofetada mental en el acto.¿Porqué dije eso? ¿Por qué dije que me lo habían regalado? Bueno, la verdad es que quedaría un poco mal si decía que no sabía que tenía aquel anillo pero... Le habría bastado con un gracias de mi parte... ¿Por qué te metes en estos líos tan absurdos siempre Kira? Ahora va a pensar que...

Como matar a un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora