Mi Esqueleto Preferido.

La muerte más cerca que nunca

–Jajajaja, ¿en verdad quieres que te cuide? A decir verdad, creó que puedes cuidarte tú solo.

–Puedo hacerlo, pero creo que es una buena oportunidad para conocer a una chica tan bonita como tú.

–Claro, te creería si no supiera que ya tienes una larga lista de pretendientes y que a alguna que otra le llegas a hacer caso...

–¿Qué? ¿Como...? - suspiro y volvió a sonreírme- Eso no significa que no podamos ser amigos, por alguna extraña razón... Te me haces muy familiar, es como si ya te conociera de hace años...

No quería hacerlo, pero necesitaba hacerlo, necesito saber...

–¿Tienes dos hijos? -él me miro sorprendido y confundido

–¿Disculpa?

–S-si... Uno... Se llama Sans... Y el otro Papyrus... Yo... En verdad me gustaría saber... Donde esta Sans... Por qué... Él era... - mi voz se quebraba al recordar todos los momentos juntos - alguien muy importante.

Narra Gáster Sans

Mis cuencas se obscurecieron, ella... ¿Quién demonios es ella? ¿Como sabe de mi otra mitad y de mi hermano?

–No... Heh... No conozco a esos dos sujetos, pero... Déjame presentarme... Soy Gáster, Gáster Sans The Skeleton.

–Oh... - ella bajo la mirada y siguió bebiendo- ya entiendo... Tim tenía razón... - cubrió su cara con ambas manos - soy una idiota...

–No, no lo eres - no sabía que decir así que solo dije lo que creía correcto- Si fueras una idiota no serias mercenaria. Por lo que veo haz pasado por cosas... Muy fuertes, pero también tu eres fuerte y sé que podrás contra esas cosas.

–Jaja, lo dices como si me conocieras... - ella desvío la mirada, nos quedamos en silencio mientras la música del bar y el habla de la gente hacia el ambiente.

–¿Bailas conmigo? -Dije de la nada, ella seria la persona que me cuidaría, tengo que conocerla.

–No, no se bailar.

–Yo tampoco, podemos hacer el ridículo juntos.

–Yo creo que no - pago lo que consumió y camino a la salida del bar.

Yo la seguí en silenció, salimos del bar y seguimos caminando, se creó un ambiente bastante incómodo.

–¿Qué demonios quieres? - ella rompió el hielo- Voy a cuidarte, ¿Por qué me sigues?

–Estas ebria... Me aseguro de que llegues bien a tu casa. Porque si tu mueres, yo también.

–Ugh, piérdete esqueleto, al fin que ustedes saben hacer eso a la perfección... - Me confundió eso, pero seguí caminando sin decir nada.

[...]

Habíamos llegado a un bosque, cerca del monte Ebott.

–¿Qué hacemos aquí? - Dije serio, no tenía muy lindos recuerdos de este lugar.

–Voy a buscar a alguien...

La tome de el ante brazo

–Escucha, yo estuve ahí, todos salieron... No se quedó nadie... Solo... Polvo.

Por alguna razón sentía que debía decirle que yo era ese Sans, que no la recuerdo pero que yo soy Sans... Y Gáster...

–Ya... Entiendo...- y volvimos a caminar hacia la ciudad.

–Aun no me has dicho tú nombre...

–No puedo dártelo, te revelaría mi identidad y no puedo arriesgarme tanto...