Amistad, Trabajo y Familia.

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Al día siguiente desperté por el gran olor a café que invadía la casa, me senté en la orilla de mi cama y salí de mi habitación frotando mis ojos.

–Jajaja, si... Está bien que te vaya bien en la escuela, ponle ganas al asunto... Sip, Bye

–¿Con quién hablabas Timothy?

–Él me miro de reojo, ya sabía que diría –No es de tu incumbencia, idiota... - Lo sabía. – Sali a entrenar y encontré café mexicano de Veracruz, fue inevitable preparar una jarra.

–¿Sabes de cafés?

–Soy un adicto al cigarro y al café...– dicho esto tomó dos tazas y sirvió café en ambas, olía demasiado bien. -Toma, pruébalo, ten cuidado está hirviendo.

Tome la taza y él le dio un sorbo como si de agua se tratase.

–¡Qué rico...! -Sople un poco y tome un poco.

–Esta rico, aunque yo le pondría un poco de azúcar.

–Eso lo arruina todo, pero muy tu gusto. Hoy tienes trabajo que hacer desde temprano...

–Si... Lo había olvidado...

–Si bueno... Te tengo un regaló.

–¿Tú? ¿Un regalo para mí?- dije sorprendida, él no es de hacer ese tipo de detalles.

–Claro, soy como tu hermano mayor - saco una cajita de un cajón de la cocina – Además, te la debía. - me entrego la cajita.

Tome la cajita y al abrirla encontré las llaves de mi motocicleta destruida.

–¿Y esto?

–En verdad te has estado esforzando en esto de ser mercenaria... Y en una misión perdiste lo primero que compraste con tu primera paga -él me sonrió- algo realmente importante... Así que... La mande a reparar... ¿Quieres verla?

Con emoción bajamos por el elevador hasta el estacionamiento y caminamos hasta llegar a los cajones que nos correspondían y ahí estaba.

–¡Mi moto! ¡Es... Es como si estuviera nueva! - me acerque y vi que también tenía el mismo casco un poco modificado. – Eres el mejor y peor hermano Timothy.

–Sep., lo se, también tengo esto - me mostró otras llaves - Es tu regalo de cumpleaños adelantado.

–¿De qué son?

–De esta belleza. - Me guio a la parte del estacionamiento al aire libre mostrándome un auto hermoso.

–Wow... - Sonreí- Muy bien, ¿Quién eres? Tim no haría esto.

–Soy Timothy Reyes... Ya lo sabes.

Sonreí no podía creerlo, esto era genial.

–Esto es resultado de tus esfuerzos, el resultado de que nunca te has dado por vencida y más te vale no hacerlo porque será lo peor que hagas para ti misma.

Sonreí y lo abrace, sentí como él también me abrazo y después me alejo tomándome de los hombros.

–Basta, demasiado afecto.

–Jajaja, idiota.

[...]

Regresamos al departamento y desayunamos tranquilamente mientras tomábamos ese café.

–Por cierto, el auto ya está modificado.

–¿Modificado?

–Sep., tiene compartimentos secretos donde ya hay armas con su respectiva munición... Ser mercenario no es fácil.

Mi Esqueleto Preferido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora