Moan in lavender

Capítulo 17

Yoshiatsu nos dejó a solas en la habitación y Nozomi se sentó a mi lado en la cama:

–Bueno.–empezó a hablar con calma, no había ni un atisbo de duda o molestia en su voz–Ya sé que para ti ahora tengo que ser el malo de la película pero...quería hablar contigo.–

–Dime.–intenté mantenerme serio

–Sabes, Tomo no entiende por qué te has enfadado.–se quedó mirando hacia arriba, y sus ojos reflejaron la luz de la lámpara–Pero yo sí.–me miró directamente, y sonrió

Era un maldito ángel.

–¿Ah?–

–Es difícil pensar en salir con alguien cuando ni siquiera tienes seguridad en ti mismo, y cualquier pequeño problema se convierte en algo enorme...da miedo y...te dices a ti mismo que mejor ni siquiera intentarlo.–hizo una pausa–Supongo que tú y yo no somos tan diferentes cómo crees.–

–...–

–Cuando Tomo me pidió salir yo le dije que no. Y probablemente me hubiera ido corriendo de no ser porque me tenía agarrado de la muñeca.–suspiró–Porque en mi anterior relación me habían jodido tanto, me habían hecho sentir tan mal...que ya no quedaba ni una pizca de confianza dentro de mí. No quería ser una carga para Tomo.–

Me mordí el labio inferior, no podía imaginar a una persona como Nozomi sintiéndose igual que yo en aquel momento. Alguien tan magnético...que podría tener a cualquiera a sus pies con una sola mirada...incluso a Tomo...

–Nozomi.–tenía que preguntárselo

–¿Sí?–

–¿Aún te gusta Tomo?–

Pestañeó un par de veces, como si le sorprendiera mi pregunta.

–No te ha dicho nada de nada, ¿verdad?–negué con la cabeza–Bueno...supongo que no me corresponde a mí contarte esto pero...–se echó el pelo hacia atrás, tratando de deshacerse de los mechones que se adherían a sus mejillas–Fui yo el que lo dejó con Tomo.–

–...–

–Bueno...–bajó la mirada, y esbozó la sonrisa más triste que jamás había visto–A lo mejor sí que soy el malo de la película después de todo.–

Apoyé mi mano en su hombro.

–¿Mm?–

–Lo siento. Por...todo esto.–

Me sentía como un crío. Había hecho una pataleta por una tontería y Nozomi se había sentido mal por mi culpa.

–No tienes que pedirme perdón a mí, hombre.–me revolvió el pelo–Y a Tomo la verdad con que vayas y le digas hola se le pasa. Está coladito por ti.–

–...¿él te ha dicho eso?–

–Claro.–se levantó–Sabes, deberías ir con él esta noche por ahí.–

–¿Ah?–

–Le encantará.–me ofreció la mano para que me levantara también–¡Oh, puedo ayudarte a arreglarte si quieres! Bueno yo no soy Mizuki pero...algo puedo hacer.–se rió

Y en aquel momento, al escuchar aquella risa...creo que me di cuenta de la verdadera razón por la que Tomo se enamoró de él.

No era porque tuviera la cara de un ángel.

Sino porque tenía el corazón de uno.

**

Ya habíamos terminado con los rodajes de aquel día y yo había subido a la habitación para recoger unas cosas, ya que quería ir a cenar fuera. Me daba igual que no tuviera a nadie con quién ir, me negaba a aguantar una comida más con Reika y Mizuki al lado. Fue entonces cuando me percaté de que seguía teniendo la chaqueta de Mitsuki-san colgada en mi parte del armario.