Pieles

Puedo?

Ese día Jasir me buscó de la escuela y nos fuimos a dar una vuelta. 

No puedo explicar las miradas de mis compañeros cuando nos vieron juntos, pero todos me parecen unos idiotas:

- ¿Viste cómo nos vieron?- dijo él.

- Sí, no sé porque...

- Es por lo interracial, ya sabes, se les hace raro ver a una chica blanca con un chico negro- dice firme- Para ellos es una diferencia enorme.

- ¿Tú crees?

- No sé, supongo, nunca había salido con una chica blanca, sin ofender- dice él.

- No me ofende, está bien...

Nos vamos al parque y damos un paseo, y nos apoyamos en el barandal del lago. Mientras charlamos él me mira la boca, y yo no puedo evitar mirar la suya si él lo hace conmigo. Me mojo los labios con la lengua, sé que casi lo estoy provocando:

- ¿Puedo besarte?

- La verdad estoy esperando que me beses desde que llegamos- digo.

Él me toca la mejilla y me besa, no quiero jugar con la lengua porque siento que recién nos conocemos y es demasiado. Jasir besa muy bien, increíblemente bien, hubiese deseado que siguiera. Sus labios son perfectos.

Dimos otra vuelta y seguimos hablando:

- ¿Tu nombre... de dónde viene? Suena a árabe- le digo.

- No, es africano, yo nací aquí pero mis padres en África... ¿Qué hay de ti, Rosenzweig? ¿Alemán?

- Sí, alemán. 

- Genial...

- ¿Te digo una cosa? Eres muy hermoso- le digo.

Él se ríe y me dice:

- ¿Te digo otra? Tú eres muy hermosa.

- Espero que podamos salir otra vez.

- Te llamaré entonces...