Pieles

Llamada

Mi padre ya se había ido hace tres días, y era obvio que no volvería...
Volví de la casa de Jasir y mi madre estaba ahí:

- ¿Dónde estuviste?- pregunta.

- En casa de mi novio.

- Creí que había quedado claro que no quería que estuvieras con él. Aún no hemos hablado de que lo trajiste a esta casa...

- Lo sé pero yo te había aclarado que no voy a dejarlo.

- No voy a lidiar también contigo, estás castigada.

- ¿Qué?

- Dame tu teléfono.

No digo nada y se lo entrego. Ella lo toma y le marca a alguien:

- ¿Qué estás haciendo?- pregunto.

- ¿Hola? Soy la madre de Valery, voy a decirtelo solo una vez, no quiero que te acerques nunca más a mi hija o pondré una orden de restricción.

Ella se guarda el teléfono, y me quita también mi computadora:

- No puedes hacerme esto...

- En el futuro entenderás que hice lo que tenía que hacer, solo estoy cuidándote. Es peligroso mezclarse con esa gente, hija.

- Jamás lo entenderás- le digo y me voy a mi habitación.

Mi madre insiste en llevarme a la escuela, y luego buscarme.

Cuando me encuentro a Nasha en el pasillo ella me detiene:

- Hola Val... ¿Qué ocurre? He visto muy mal a mi hermano anoche, ¿Sabes qué pasa?

- Nasha, hola... Es mi madre, sabes que a ella no le gusta nada esto, así que me ha quitado el teléfono y lo llamó. Le dijo que se alejara porque sino le pondría una orden de restricción...

- Siento oír eso- dice- ¿Quieres hablar con él?

- Claro- le digo.

Ella me da su teléfono y le marco a Jasir:

- ¿Hola?- dice él.

- Amor, soy yo...

- Linda... ¿Cómo estás?

- No muy bien, quiero verte...

- Bien, iré hoy entonces...

- No, creo que debemos estar separados unos días, solo hasta que mi madre se crea que no hay nada más...

- Será difícil.

- Se que si, siento que tengas que pasar por todo esto.

- Es por tí, no hay problema... ¿Tu celular?

- No llames ahí, lo tiene ella, además, seguro rastreará las llamadas, yo iré cuando pueda.

- Bien amor, haremos eso... Te veo pronto.

- Nos vemos...

Le doy el teléfono a Nasha y me voy a clase.

Extrañar a Jasir es muy difícil, sobre todo porque no hemos estado separados muchos días y siempre estamos hablando por teléfono.