Impulso

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Jasir y yo nos habíamos puesto serios... Ya no era una relación de niños, llevábamos dos meses, y yo realmente quería estar con él:

- ¿Y ustedes... Ya han tenido...? Ya sabes...- pregunta Sarah sentándose a mi lado.

- ¿Sexo? No...

- ¿Y no quieres?

- La verdad... Lo he deseado últimamente.

- Díselo tonta... ¿Por qué lo dices como si fuese vergonzoso? Todos tenemos deseo sexual amiga...

- ¿Debería decírselo?

- Claro que sí...

Esa misma noche, Jasir se coló a mi casa por la ventana de mi cuarto, yo lo había invitado, y le dije que quería hablar con él:

- Hola amor- dice él y me besa.

- Hola cariño... ¿De que querías hablar?

Me siento en mi cama y él se sienta también, pero frente a mí:

- No sé si decírtelo...- digo.

- Dime, estoy aquí... ¿Qué pasa?- dice extrañado.

- No es nada malo no te preocupes... Creo.

- ¿Cómo que "crees"? Dime, linda...

- Quiero tener sexo pero no sabía cómo decírtelo- digo rápido y con los ojos cerrados, como si así el efecto de mis palabras desaparecieran.

- ¿Cómo?

- No lo repetiré, que vergüenza...

- ¿Por qué te avergüenzas? Está bien amor...

- Porque dijiste que querias esperar y realmente no sabía cuánto...

- Y yo estaba esperando que tú me demostraras que estabas lista...

- Bueno, lo hice.

- Sí, bueno...

- ¿Quieres hacerlo ahora?

- Sí- dice él muy seguro.

PielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora