Desperté y de inmediato vi hacia el techo de madera marrón de mi habitación, sintiendo el característico martilleo en mi cabeza producto de la resaca. No sabía cuánto había bebido, pero tenía fresco todo lo ocurrido anoche.
Zoe con un cabrón, Pres muerto, yo diciéndole cosas horribles a ella que increíblemente no me hacían sentir mal...Simplemente no sentía nada al respecto cuando recordaba haberle llamado puta o que sólo me llamara para asuntos del club, pero cuando mi mente hizo presentes las palabras: "estás muerta para mí", quise darme un fuerte golpe o de plano un balazo.
Carajo, la había apartado completamente de mi al decirle eso.
Sin embargo, lo hecho, hecho está y no me iba a estar disculpando por haber dicho eso cuando estuvo a punto de follar sabiendo que era mía...Pero ya no más.
Una mano se movió desde mi pecho hasta debajo de la sabana que cubría mis genitales; la mano empiezo a acariciar mi longitud, haciendo que echara la cabeza hacia atrás y si soltara un gruñido.
Cierto, había conseguido a una puta para la noche y esto sí no lo podía recordar: qué tan bien follaba. Así que la dejé tocarme mientras me ponía duro bajo su tacto.
-¿Quieres seguir con lo de anoche, cariño?-su voz melosa estaba cerca de mi oído.
Me giré para quedar sobre ella y me di cuenta que era una chica pelinegra, con piel bronceada y tetas grandes.
-¿Quieres que te folle de nuevo?-tomé mi polla y la froté por la entrada de su coño, haciendo que gimiera-Contesta.
No detuve mi acción hasta que me dio una después afirmativa y me enterré en ella, empezando a moverme con furia, escuchando sus gritos de placer.
Carajo, sí follaba bien, pero no tanto como para hacerla mi perra personal o algo. Nada de eso. Ya había tenido esa clase de mierda y la puta terminó siendo una jodida y mala imitación de Freddy Krueger.
Oí la puerta de mi habitación abrirse, pero no detuve lo que hacía. Necesitaba olvidarme por un momento de la resaca y toda la mierda que había pasado e iba a continuar.
-Dios, Duff, no pierdes tiempo, ¿verdad?-la voz de Steven sonó a mis espaldas.
-Habla rápido y déjame seguir-gruñí cuando aceleré mis movimientos.
-En una hora es la ceremonia...Ya sabes a qué me refiero.
Steven salió de la habitación dando un sonoro portazo.
Se sentía demasiado bien. Iba a correrme, cuando me di cuenta. ¡Mierda! No traía puesto un condón. Salí de ella y masturbé mi polla con furia hasta que derramé mi liberación sobre su estómago. Saliendo de la cama fui hacia el baño de mi habitación.
- Es hora de que te vayas. - le exigí -. Si salgo del baño, y todavía estás aquí, te arrastraré por todo el club y te arrojaré a la calle.
Lo último que escuché antes de cerrar la puerta, fue el jadeo horrorizado de la perra. No mentía, la sacaría a rastras si era necesario, no quería ninguna puta pegajosa con esperanzas de ser mi Dama. No pasaría.
Abrí el grifo y me metí bajo el chorro de agua hirviendo. Mientras el agua caía sobre mi, limpiando el olor a sexo y alcohol de mi cuerpo, no pude evitar pensar en Zoe.
No. No vayas allí, Duff. Hiciste lo correcto. Se lo merecía.
No, no se lo merecía. Había sido demasiado duro con ella, pero no importaba, yo no daría marcha atrás. Ella y yo juntos, no era una buena idea. Nunca lo fue.
Saliendo de la ducha, envolví la toalla alrededor de mi cintura y me miré en el espejo. Tenía bolsas bajo los ojos, estaba pálido y tenía barba de unos pocos días. Rápidamente me afeité, cepillé mis dientes y volví a la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Thunder Road
FanfictionPara Duff McKagan los Sons of Anarchy son lo más importante. La lealtad y hermandad son lo principal. Para él las mujeres caen en segundo plano. Una mujer sirve para follar y limpiar, pues es lo que suele decir. Por otro lado está Zoe Miller, la úni...