Capítulo 19

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Había caído rendido al lado de Casper, eran las seis de la mañana y había cumplido con follarla sin descanso toda la noche y ella no se había opuesto a nada de esto, pero ahora estaba jodidamente cansado.

Cerré los ojos un momento y el rostro de mi mujer disfrutando de mi polla vino a mi mente, poniéndome dura una vez más mientras gemía ante la imagen.

-¿Otra vez?-soltó una risita cansada.

Supongo que vio mi erección...Mierda en serio la deseaba de nuevo.

-Móntame-ordené aún con los ojos cerrados y la respiración agitada-Jodidamente hazlo.

No tardé en sentir su coño apretando mi polla una vez más para después yo soltar un gemido cuando empezó a moverse con furia. Sostuve sus caderas para que no se detuviera, amaba que ella estuviera sobre mi.

-Duff, me encanta sentirte así-gritó.

Obligué a mi cuerpo a moverse a su ritmo, alzando mi cadera para hundirme un poco más en ella.

-Ay Dios mío, mi inocencia se fue-oí la voz del idiota de Steven.

Seguí moviéndome al igual que Casper, ambos buscando una vez más nuestra liberación.

- Nena... - gruñí -. Así, tan jodidamente bueno.

Siguió saltando sobre mi, mi espalda se arqueó, y me corrí dentro de ella, apretando fuertemente sus caderas. Cuando la bruma post orgásmica se fue, me di cuenta que ella no se había corrido y que Steven seguía viéndonos. Agarrando lo primero que encontré de la mesa de noche se lo lancé causando que riera y desapareciera cerrando de un portazo.

- Duff... - gimió desesperada Casper -. Necesito correrme - dijo gimoteando.

- Ven - dije -. Monta mi cara, nena.

Se arrastró sobre mi, hasta que su coño estuvo sobre mi boca. Mi semen chorreaba por sus muslos, pero eso no me molestaba, era mi manera de marcarla. Lamí su coño de arriba y abajo y arremoliné mi lengua alrededor de su clítoris. Frenética molió su coño contra mi y murmuré en aprobación, amaba que buscara su placer.

- Oh Dios mio, Duff. - chilló -. Estoy tan cerca. - dijo sin detener sus movimientos.

- Eso es nena. - elogié -. Córrete ahora. - ordené mientras pellizcaba su montículo con mis dientes.

Lanzó un gritó y se arqueó sobre mi cuando se corrió. Limpié su liberación con mi lengua y ella se bajó de mi, acomodándose a mi lado.

- Necesitamos descansar. - dijo soltando una risa -. Follamos toda la noche.

- Tu coño es goloso, nena. - dije sonriendo arrogante.

- Cállate. - dijo golpeado mi pecho -. Tú no te quedas atrás. Respiro y ya se te pone dura.

- Eres ardiente, cariño. - dije encogiéndome de hombros. -. Y te amo.

Me congelé. Sin pensarlo había dicho las palabras. Miré a Zoe quien sonreía de oreja a oreja.

- También te amo, nene. - dijo besándome dulcemente.

Sonreí. Amaba jodidamente demasiado a ésta mujer.

De repente me empecé a reír por lo jodidamente feliz que estaba. Se lo había dicho, ella había logrado que empezara a decir lo que sentía, por lo menos sólo ella escucharía todas esas mierdas salir de mi boca.

Me recosté sobre mi costado, haciendo que muestras miradas se conectaran y la abrazara aún más cerca de mi cuerpo. Empecé a besar su boca, dando pequeños besos a sus labios, no dejaba de reír y sonreír, contagiando a Casper.

Thunder RoadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora