Capítulo II

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Eduard Bruns

Aunque me esforcé no encontré nada en esos cuerpos que pudieran darme una pista de quien podía hacer algo semejante. Busque por horas y horas en vano, esos cuerpos estaban limpios, nada incriminaba a ningún tercero. Inicie la hipótesis de algún crimen pasional; Quizás el señor Miller enloqueció al enterarse que su gran amor lo engañaba y arremetió contra ella y toda la familia para luego suicidarse, aunque la historia tendría mas sentido si realmente hubiera pruebas de que la señora Miller engañaba a su esposo, o si hubiese acabado con toda la familia.

Toda esa tontería de la infidelidad termino cuando me dirigí hacia la puerta trasera de la casa que daba a un hermoso jardín y detrás comenzaba el enorme bosque del pueblo. Había pisadas en el barro que fue provocado por la lluvia de esa noche. Allí estaba mi primera prueba, así que fui tras ella, pero para mi desgracia las pisadas terminaban en el lago. Sea quien sea que haya sido, debía tener una muy buena razón para hacerlo y tuvo que haber planeado todo con total anticipación. Sabia perfectamente que hacer, y como hacerlo, pero eso no era de mayor importancia para mí, iba a resolver este caso como tantos otros.

Me dirigí a la oficina para estar al tanto del testimonio de la pequeña, pero no obtuve mucho- y digo mucho por decir algo, no obtuve absolutamente nada-. La niña estaba complemente traumada y solo repetía una y otra vez entre llantos y angustias que "el hombre del saco" había entrado a su hogar y había lastimado a todos. Lloraba si parar, sumamente angustiada y pedía por su "mami"

Personalmente me partió en dos escuchar a la niña de esa manera pidiendo por su madre, Abril era apenas 1 año menor que mi único hijo Bruno, y el solo hecho de pensar a mi niño en ese estado de angustia y desolación me revolvía las tripas.

Pase días y días intentando descubrir quien era el asesino de la familia Miller, pero todos mis intentos eran en vano. La dulce Abril no hablaba, ni del tema, ni de nada; El trauma la enmudeció a los pocos días del hecho y eso no ayudaba para nada.

El Asesino de la familia tenía todo perfectamente calculado, salvo el trauma de Abril, eso fue un simple golpe de suerte.

El hombre del sacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora