El hombre del saco

Capítulo XI

Asesino

Hace varios años ocurrió todo aquello de los Miller, y aunque muchos crean que estoy loco, eh tenido mis motivos para hacerlo.

Desde aquellos años, cada noche cuando duermo en mi cabeza vuelve una y otra vez todo lo ocurrido.
¿Creen que estoy arrepentido? ¿Que todos esos recuerdos vuelven por culpa a mi mente? Claro que no, al contrario, nada me reconforta mas que volver a vivir en mi mente una y otra vez el cuchillo ingresando en el cuello de Robert Miller, bañándome en su sangre. Jamás disfrute tanto en mi vida como en aquella noche, a la que muchos coronaron como "la noche del terror" para mi fue la mejor noche en toda mi insignificante vida.

Mi plan tuvo un proceso intento, debía accionar adecuadamente para que nada saliera mal, sabia perfectamente que Eduard Bruns y el resto de su equipo estarían a la orden del día y jamás habían dejado un caso sin resolver. Pase días y noches planeando todo intensamente, ningún rastro podía llevarlos hacia mí, debía ser muy cuidadoso en cada paso, debía estar en cada mínimo detalle.

La lluvia fue el motor inicial para animarme a ejecutar mi plan esa misma noche, la lluvia y los truenos taparían los gritos, esos mismos gritos que vuelven a mi cabeza cada noche y me pintan una sonrisa en el rostro. Disfrute tanto todo aquello, jamás mi vida había tenido más sentido, aquella sangre de Robert espesa y tibia recorriendo mis manos es el mejor recuerdo que tengo.

Después de tantos años sigo la vida de Abril Miller muy de cerca, sé cada paso que da, cuando habla con alguien allí estoy, sé perfectamente su vida completa.
Jamás dejare que mi plan se arruine, estoy dispuesto a matar a quien sea necesario con tal de que mi plan quede intacto. ¡Jamás iré preso, jamás me descubrirán!
Ten cuidado Bruno Bruns, voy por ti.