O1.

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—Adrien... N-no...

Marinette intentaba cerrar las piernas, sin embargo no se lo permití, si algo amaba más que estar hundido dentro de ella era tenerla así, en 4, completamente a mi merced. Después de haber intentado asistir a clases con esas medias con liguero debajo de su vestido, no debía esperar que yo no hiciera algo al respecto.

— Joder, estás tan jodidamente húmeda... Apuesto que esperaste por esto toda la mañana...

Murmuré, ella empujó su hermoso culo hacia mi el cual apreté gustoso entre mis manos, mi chica era la tentación en persona, tan cambiante, tan voluble y tan moldeable que simplemente hacerla mía era toda una experiencia.

— Espera... Espe... — Susurró mientras comenzaba a mover sus hermosas caderas en círculos, apretando y estimulando mi endurecida y palpitante erección dentro de ella, solté un sonoro jadeo y la embestí con más fuerza como reflejo, ella gritó.

— Dices que espere y tu misma te mueves de esa manera tan pervertida ¿Porqué te contradices?

—Calla...

—No, me encanta ponerte así de caliente — Y llevando mis manos a sus pechos los apreté con mis manos para comenzar a masajearlos por encima de su vestido, ella arqueó la espalda y en un impulso llevé mi pulgar dentro de su boca para que lo chupara.

— Debo de ir... A clases... ¡Ahh! —Sus encantadores gemidos resonaban por todo el departamento, no era algo nuevo para nosotros hechar un buen polvo antes de asistir a la universidad, las ventajas de vivir solo era que podía follar con mi chica las veces que quisiera, cuando quisiera, donde quisiera, sería mucho mejor si Marinette aceptara mi propuesta de vivir conmigo de una vez por todas, sin embargo, ser la "Rommie" de Alya era algo que ella sin duda disfrutaba y valoraba, además, no quería ser un novio asfixiante ni insistente, con ser romántico y jodidamente caliente era suficiente para mi.

Después de unas cuantas embestidas más, Marinette alcanzó su orgasmo, lo supe por la manera en como su increíblemente estrecho coño apretaba mi miembro ante cada espasmo de placer, sin poder resistir más yo eyaculé dentro de ella, llenándola completamente con mi caliente y espeso semen.

— Oh... Que delicia.

Murmuré a la vez que me recostaba sobre su espalda sosteniendo el peso de mi cuerpo sobre la pared frente a nosotros y comenzaba a repartir pequeños y cortos besos por su hombro, emprendiendo así un camino hacia su cuello, ella soltó una risita.

—Me haces cosquillas

— Purrr... — Ronronee contra su oído, ella se bajó el vestido y se giró mientras extendía su mano hacia mi.

—Hoy no habrá "Trofeo" para ti, gatito.

— No se de que me hablas — Musité intentando disimular mi sonrisa victoriosa, ella rodó los ojos.

— Mis bragas, dámelas, a menos que quieras que asista a la universidad así — Levantó su vestido lentamente mientras dejaba ver sus hermosas y bien torneadas piernas, conforme subía más la tela, su deliciosa y húmeda intimidad quedaba expuesta ante mí.

—Ni se te ocurra — Sentencié, sin duda le gustaba provocarme y sin darse cuenta (O tal vez sí) provocaba también a uno que otro imbécil que se negaba a aceptar que ella era únicamente mía. Acababa de regresar de Alemania apenas un mes atrás, había tenido que estudiar parte de mi carrera universitaria allá y ahora que mi padre estaba listo para cederme un importante puesto en "El negocio familiar " había tenido que regresar para culminar mi carrera en París. Sin duda el haber mantenido una relación a distancia con Marinette por casi 4 años había sido toda una tortura, no bastaba el "Sexting" o las videollamadas, necesitaba sentirla, así que en cuanto regresé y retomé mi relación cercana con ella, el sexo sin duda era un requisito casi diario para ambos, a excepción de una semana dentro de el presente mes.

𝓑𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽  / 𝐀𝐝𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora