𝓑𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽 / 𝐀𝐝𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞 (+18)

4O.

— ¿Ah?  ¿Porqué yo no?

Adrien no respondió, en lugar de eso apretó mi muñeca con más fuerza, se puso de pie y me apegó a su cuerpo para envolverme en un tierno y cálido abrazo. Yo me quedé inmóvil por un rato, para después corresponder a éste con la misma ternura.

No comprendía del todo que era lo que sucedía por su cabeza en ese momento, los estruendos y el ruido en el exterior me impidieron escuchar claramente algo que él susurró por encima de mi hombro, sin embargo, la forma en como me apretó contra su cuerpo me hizo sentir... Protegida.

— No quiero que sigas exponiéndote...   Quiero que tu te quedes aquí y me permitas a mi hacerme cargo de la situación.

Dijo firmemente una vez que me tomó de los hombros y me miró fijamente a los ojos, yo parpadee rápidamente mientras lo observaba con cierta confusión.

Así que de eso se trata...  Intenta protegernos al bebé y a mi.

— No tienes de que preocuparte Adrien, yo puedo seguir haciéndome cargo de ésta labor.

— No, tu te quedarás aquí.

— ¡Adrien!  No hay tiempo para esta tonta discusión ¿Entiendes?  Tikki, transfo... 

Me detuve en el momento en que sentí cómo safó uno de mis pendientes para después cargarme entre sus brazos.

—¿Q-que estás?... ¡Bájame!  ¡Y devuélvemelo!

— No, esto se quedará conmigo hasta que el peligro pase — Susurró mientras se dirigía a la parte trasera del restaurante conmigo en brazos, yo por mi parte pataleaba para intentar safarme de su agarre, pero me resultó inútil, tenía que reconocer que aunque yo fuera ágil, Adrien me superaba por mucho en fuerza.

— ¡Me necesitas para...!  ¡Para eso!

Grité en cuanto algunas de las personas que se ocultaban debajo de las mesas posaron sus curiosas miradas en nosotros, Adrien ni se inmutó, continuó caminando hasta que se detuvo frente a una puerta con el letrero "Almacén" la abrió, me bajó dentro de éste y la cerró colocando seguro por fuera.

¡Hijo de...!

— ¡Adrien!  ¡Sácame de aquí! ¡No puedes hacer eso sólo!

Grité mientras golpeaba la puerta con mis puños, estaba realmente molesta, frustrada y sin duda preocupada, Adrien me necesitaba para vencer a quien fuera el causante de todo aquel caos, él lo sabía perfectamente, pero ahora su instinto paternal lo estaba haciendo tomar decisiones sin considerar lo que yo tenía por decir... 

— ¡Me las vas a pagar Agreste!

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El reloj marcaba la 11:15 de la noche, Adrien y yo nos mirábamos fijamente a los ojos, él parecía divertido, la sonrisa burlona de sus labios indicaba que se sentía plenamente orgulloso de si mismo por haber derrotado al villano sin ayuda,  yo por mi parte, estaba sumamente molesta.

— ¿Quieren deshacerse de esa estúpida cosa de una buena vez?...  Quiero irme a dormir.

Susurró Alya para después lanzar un profundo bostezo. Antes de regresar al departamento, Adrien había decidido pasar por nuestra amiga para "Una reunión urgente" así que allí estábamos los 3, sentados en la sala del departamento, mientras que en el centro de la mesa, encerrado en un frasco de pepinillos...  El debilitado akuma.

— Primero tenemos que llegar a un acuerdo, Marinette ya no podrá continuar con su rol de heroína mientras...

— ¡Claro que puedo!  — Interrumpí a Adrien — ¡Y deja de tomar decisiones por mi!