21.

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Marinette dormía plácidamente en su cama, ya no abrazaba el peluche de Chat, podría apostar que lo había quemado y tirado (O lo tenía cubierto de alfileres en algún lugar) yo la contemplaba en silencio, como todas las noches en las últimas tres semanas, el haber cambiado mi actitud con ella sólo la habia alejado aún más de mi (Contrario a lo que esperaba) 

A los hombres no les queda hacerse los importantes.

Suspiré, había agotado todos mis recursos, durante los primeros días los regalos, las flores y el haber convencido a Alya de que me ayudara habían sido intentos en vano, después opté por mantenerme distante y darle su espacio, pero eso sólo había empeorado las cosas, ahora Marinette ya ni siquiera se ponía a discutir conmigo o hacía sus berrinches,  prácticamente me ignoraba.

Tal vez es momento de que la dejes ir... 

Un punzante dolor se concentró en mi pecho ante la idea, sin embargo, a pesar del inmenso amor que sentía por ella, mi subconsciente podría tener razón, Marinette ya no me amaba y aunque me doliera reconocerlo, parecía estar mejor sin mi, su ascenso en Gabriel's era rápido y no tenía nada que ver conmigo o con la simpatía que mi padre tenía hacia ella, era su esfuerzo, talento y trabajo lo que la habian hecho brillar.

Contemplé su habitación en completo silencio, miles de recuerdos se cruzaron por mi cabeza al instante, la primera vez que estuve allí como su compañero para el torneo de videojuegos, la ocasión en que la visité en busca de un consejo amoroso, todas las veces que fui a verla, mientras ambos nos confundíamos al no saber nuestras identidades, nuestra primera vez, en esa misma cama, nuestros arrumacos como un par de tontos adolescentes que creían que algún día... formarían una familia.

Tu arruinaste todo, ahora jódete, déjala ser feliz, aprende de tu error y sigue adelante.

— Bueno...  Supongo que es la última noche que me tendrás de intruso aquí princesa...  — Susurré en un tono casi inaudible mientras me acercaba a ella, queria besarla, acariciarla, despedirme de ella de una forma que valiera la pena... Sin embargo, opté por contenerme, no quería que se despertara y sólo terminara odiandome mil veces más por colarme en su habitación como todo un acosador, pasé mis dedos por uno de sus mechones el cual hice a un lado para contemplar su hermoso y tranquilo semblante por última vez.

— Espero que encuentres a alguien que jamás te lastime y que te haga inmensamente feliz...

Deposité un pequeño beso sobre su frente y la cubrí con su manta tanto a ella como a su pequeña kwami, después de eso salí sigilosamente por la ventana para mirarla un par de minutos más desde el exterior.

— Adiós, My lady...

Y sin alargar más aquello, emprendí mi camino, de regreso a mi departamento, luchando contra el sofocante nudo que se había formado en mi garganta.

• • •

— Vamos viejo, no seas tan duro contigo mismo.

Dijo Nino mientras golpeaba mi hombro con su puño, yo no respondí, di un largo y profundo trago a mi cerveza, Luka por su parte, mensajeaba con su ahora novia,  Kagami. Vaya que la vida era irónica, aquellos que en algún momento fueron un obstáculo en mi entonces relación con Marinette, ahora eran una feliz  pareja y para colmo, ahora Luka era un buen amigo mío.

— Entonces te has rendido, así  de fácil  — Intervino Luka quien encendía un cigarrillo para después ofrecerme uno de su cajetilla, yo lo tomé y lo coloqué en mis labios para jugar un poco con él.

— Incluso yo tengo un límite — Me encogí de hombros — Fui un imbécil, lastimé a Marinette, ahora tengo que dejar de pensar en mi y pensar en lo que es mejor para ella.

𝓑𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽  / 𝐀𝐝𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora