𝓑𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽 / 𝐀𝐝𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞 (+18)

44.

(A partir de aquí ya no corregí los caps, perdón pero ando ocupada en otros asuntillos :'3 en cuanto pueda los corrijo! )

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— ¿Puedo ver tu anillo otra vez?

Preguntó una curiosa y sonriente Kagami mientras extendía su mano hacia mi. Según había dicho, mi sortija de compromiso le parecía una de las más hermosas que había visto, incluso la comparó con la sortija que ella llegó a utilizar alguna vez.

Yo sonreí y extendí mi mano hacia ella quien observó nuevamente aquel símbolo que me volvía la prometida de mi amado Adrien…  Aún sentía que todo aquello era sólo un sueño del cual suplicaba jamás ser despertada.

— Aún me pregunto cuántos órganos tuvo que vender Adrien para comprar una sortija como esa — Exclamó Alya mientras sumergía un rollito de sushi en la salsa de soja.

— Oh vamos…  Lo que le da el valor a mi anillo son todos los sentimientos que Adrien puso en él, además no creo que haya costado tan…

— 28,000 euros — Me interrumpió Annie quien daba un sorbo a su bebida, Alya, Kagami y yo volteamos a verla a la vez — ¿Que?  Tengo acceso a su información bancaria — Dijo mientras se encogía de hombros.

— ¿E-enserio eso costo?..  — Pregunté con voz temblorosa al recordar un “pequeño” incidente esa mañana en el cual Plagg había hecho de plomero para recuperarlo del tubo del fregadero.

¡Dios santo!

—Vaya, tendrás que ser muy cuidadosa con ese anillo Marinette — Comentó Alya mientras me miraba fijamente, yo asentí sintiendo como la culpabilidad por casi perderlo esa mañana me invadía. Aaunque vamos, era precisamente el querer cuidarlo de mi torpeza, el motivo por el cual se me había resbalado al intentar ponerlo en un lugar seguro mientras lavaba algunos platos, por suerte Plagg y su hambre matutina de queso me ayudaron a recuperarlo.

— Cambiando de tema… ¿Cómo te fue con Vic el sábado Annie?  Adrien y yo ya no supimos de ustedes.

Cuestioné a la castaña quien al instante se ruborizo, Alya y Kagami dirigieron sus curiosas miradas hacia ella, fue un alivio el haber conseguido desviar la conversación hacia otra persona.

— P-pues… Realmente no lo sé —Susurró mientras jugaba con sus palillos sobre los restos de sushi de su charola.  

— ¿Cómo que no lo sabes?  ¡Cuéntanos!  — Animó Alya quien la tomó del hombro y la sacudió con un poco de insistencia, mi amiga sin duda ya se sentía en completa confianza con ella.

Ana suspiró y se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja para después comenzar a hablar, todo sin despegar su mirada de sus palillos.

— Estuvimos platicando de nosotros…  De nuestras vidas y lo que cada uno quiere para su futuro, después de eso me llevó a mi casa y cuando nos despedimos me besó…

Fue inevitable para mi emitir un sonoro grito de emoción ante esa noticia, Alya aplaudió y Kagami se limitó a sonreír mientras observaba nuestras reacciones en silencio. Ana se ruborizó aún más de lo que ya lo estaba y noté como apretó sus labios con nerviosismo.

—¿Y que tal?  ¿Fue romántico?  ¿Intenso?  ¿Sucedió algo más?  — Cuestionó Alya con evidente curiosidad, Annie negó.

— Sólo fue un beso, aunque yo… Bueno… Él intensificó un poco las cosas y cuando deslizó sus manos por mis caderas yo terminé por morderlo… ¡Estaba muy nerviosa!