𝓑𝓲𝓽𝓽𝓮𝓻𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽 / 𝐀𝐝𝐫𝐢𝐧𝐞𝐭𝐭𝐞 (+18)

39.

Lancé un profundo bostezo mientras luchaba contra mis párpados para no quedarme dormido sobre el ordenador, llevaba toda la jodida tarde redactando cuidadosamente cada una de las cláusulas que Vic me había pedido, sin embargo, por más que las leía una y otra vez había algo que simplemente no me terminaba de convencer.

— Necesito un cigarrillo... Y un dulce beso de mi chica... — Susurré mientras me dejaba caer contra el respaldo de la silla, el silencio en la oficina era sepulcral, sólo podía percibir el sonido de mi propia respiración y el lejano bullicio de la urbe del exterior.

Suspiré, cerré los ojos por un momento y me puse a analizar mentalmente todos los cambios que habían surgido en mi vida en lo que iba del mes, ahora sería padre, estaba comprometido con la mujer de mi vida, ahora gran parte de Gabriel's dependía de mi, y además...

Mierda... ¿Podrá Marinette seguir con su labor de heroína cuando el embarazo esté más avanzado? 

Me pasé ambas manos por el cabello a la vez que abría los ojos y fijaba la mirada en el techo, las cosas habían estado muy en calma en ese último mes, solo un par de chiflados nos habían orillado a continuar con nuestros roles de héroes a Mari y a mi, sin embargo, ahora que sabía que ya no sólo la integridad de mi chica si no también la de nuestro hijo estaba de por medio, definitivamente no permitiría que ella continuara con ese papel, a pesar de ser consciente que sin LadyBug mi rol de Chat Noir era tan útil como las instrucciones del shampoo.

Repentinamente, el sonido de alguien tocando a la puerta me sacó se mis pensamientos, miré la hora en el reloj, pasaban 10 minutos de las 8, Annie ya se había marchado y mi padre seguía atendiendo a varios de los organizadores ¿Quién podría ser?

— Adelante — Dije con voz lo suficientemente audible, al instante la puerta se abrió y unos hermosos ojos celestes me observaron desde el marco de ésta.

— ¿Se puede?  — Preguntó mi hermosa prometida con voz suave y tímida, yo sonreí y asentí, sin duda era una preciosa e inesperada sorpresa.

En cuanto Marinette entró a mi oficina, cerró la puerta detrás, yo inmediatamente la recorrí de pies a cabeza con la mirada, llevaba un vestido negro entallado, con mangas cortas y cuello en "V", no era muy corto, le quedaba justo por arriba de la rodilla, sin embargo, ese único y completo cierre que lo cerraba por el frente era sin duda una jodida tentación...  Eso y las medias a medio muslo que reconocí al instante debajo de aquel tentador atuendo.

Unas de las tantas que elegí para ella en la tienda de lencería...

— Que hermosa sorpresa...  — Musité sin poder ocultar mi perversa sonrisa, ya había ideado al menos 5 formas distintas de follármela con ese atuendo.

— ¿Estás muy ocupado?  — Preguntó Marinette en una voz tan baja que casi sonó como un tierno ronroneo, yo negué, realmente ya había considerado dejar lo del contrato hasta allí para continuarlo al día siguiente.

— ¿Porqué pregun...tas?...

Me quedé sin palabras en el momento en que mi seductora prometida comenzó a bajar lentamente el cierre de su vestido, descubriendo así poco a poco su hermosa y blanca piel, yo seguí el recorrido del cierre con la mirada y en cuanto terminó de desabrochar la prenda, me percaté del jodidamente sexy conjunto que llevaba debajo...  Medias a medio muslo, una pequeña pantaleta de encaje negro la cual se abrochaba con cintas por detrás formando un tierno lazo y para terminar con mi cordura, un sostén a juego con una provocadora transparencia que dejaba contemplar sus perfectos y hermosos pezones... Sufrí una erección al instante.

— Quería invitarte a cenar, pero antes... Hacerte un poco de compañía...

Susurró a la vez que dejaba caer su vestido por detrás de su espalda quedando de ésta forma completamente expuesta ante mi, yo no dejaba de contemplar lo perfecto y delicioso que lucía su cuerpo debajo de aquel conjunto, suspiré suavemente y me recargué contra el respaldo de mi silla mientras fijaba la mirada en la de ella.