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Llegue a donde estaba Harry -Cariño de nuevo la araña – si bueno el normalmente no es grosero con las personas pero se entero de lo que Bianca hizo con Stevens y aparte ella no es muy amable con ellos.

-Exacto, pero en fin ¿y Stevens?

-Preparándose para un nuevo curso – su novio/prometido aunque él no sabe lo último es un Cheff magnifico.

-¿Oh de verdad y esta vez de qué será? – pregunte mientras me recostaba en el sillón con él y subía mis pies a su regazo.

-Comida Italiana – contesto mientras me miraba - ¿iras hoy ala inauguración no es cierto?

-Harry para que quieres que valla.

-Vamos nena ten un poco de diversión hoy.

-Si claro como si alguien siquiera me notara – él se me quedo mirando un poco serio -¿Qué?-

-Porque haces eso, siempre diciendo que te ves mal, que algo no te queda.

-Lo siento – dije avergonzada, no me gustaba cuando él me regañaba.

-Jamie cariño hoy es sábado, toda la semana trabajas y hoy tienes que divertirte, vamos dime que iras, tu eres muy hermosa, inteligente divertida cualquiera podría fijarse en ti.

-Yo... um lo pensare ¿de acuerdo?

-De acuerdo – me contesto él, me pare y salí hacia mi auto, no es que no me quisiera o me menospreciara;  tenía el cabello rojizo, mis ojos claros pero tenía unos diez kilos de más, media aproximadamente un metro con sesenta y cinco y según debo de tener al menos sesenta y dos kilos  pero yo tenía diez mas aunque Harry decía que me favorecía pues tenía un buen trasero, caderas y busto.       

Aun así deje de estar pensando en eso y me fui hacia casa, nada me hacía sentir más segura que estar en casa con papa.

-Papi ya llegue.

-Ardillita estoy aquí -  grito desde la sala.

-¿Que estás viendo? – pregunte sentándome junto a él.

-Una película de Rocky.

-Papi- dije riendo – siempre vez las mismas.

El se encogió de hombros – Que puedo decir me gustan – me quede mirando a mi padre, tenía su cabello de color blanco, aunque se veía joven pues su cara no estaba demasiado arrugada, el apenas tenia cincuenta y tres años y tenía un leve sobrepeso, además de eso tenía hipertensión por eso trataba de cuidarlo mucho.

-¿Qué? – pregunto cuando me espió mirándolo.

-Solo que te quiero mucho papi.

-Oh oh, eso  da miedo.

-¡Papa! – el comenzó a reír, me pare y le di un beso en su mejilla.

-Estaré arriba.

-Espera

-¿Qué?

-No tenías que salir hoy.

-No, no tenía que hacerlo. – el se me quedo mirando pero no dijo nada, siguió viendo su película, subí a mi habitación y me puse a hacer un poco de ejercicio, no se lo había contando a nadie pero me  había propuesto a  hacerlo además de que trataba de tener una buena alimentación.

Ya entrada la noche y después de mis ejercicios, cene con mi papa y luego regrese a mi habitación cuando me llego un mensaje.

Te odio

Fue un mensaje de Harry, después me llego otro de Stevens.

No lo hace

Después uno más de Harry.

Te quiero. Me debes una

Sonreí y le conteste de vuelta.

Lo sé. Y lo siento

Me acosté temprano después de eso –Bueno Jamie, vaya forma de pasar tú sábado por la noche.- me dije a mi misma

Después de eso el domingo fue un borrón y tenía que estar lista para empezar el trabajo.

Solo es una apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora